Entrevista | Ángel Bonavía Rector de la basílica de Santa María

Ángel Bonavía: «El Misteri es el alma del pueblo de Elche»

En septiembre cumpliría seis años como rector de la basílica de Santa María, pero Ángel Bonavía, natural de Aspe y a punto de alcanzar los 75 años, se jubila ya. El tiempo más importante en Elche, donde se celebra el Misteri d'Elx, lo va a echar mucho de menos. Pero no se va lejos, a Santa Pola, donde quiere escribir y seguir en activo.

Ángel Bonavía, en la sacristía de la basílica de Santa María, en una foto reciente. | TONY SEVILLA

Ángel Bonavía, en la sacristía de la basílica de Santa María, en una foto reciente. | TONY SEVILLA / TONY SEVILLA

¿Tenía ganas de jubilarse?

Llega una edad en la que uno tiene ganas de descansar un poco, de no tener toda la responsabilidad. Eso es verdad, pero también que cuando dejas algo siempre algún desgarro se produce.

Cuando le comunican que va a ser el rector de Santa María ¿qué supuso para usted?

Eso para mí fue un susto (risas). No esperaba ni mucho menos que el obispo contase conmigo para esto, pero me llamó, me lo dijo y al obispo como siempre hay que decirle que sí (risas)… Pero primero fue una sorpresa, de decir: ¡menuda responsabilidad! Pero bueno, se ha llevado bien creo yo.

¿Qué destacaría de estos años en Santa María?

Por un lado, las cosas relacionadas con el Misteri. Eso siempre está ahí, te llena y siempre de mucha emoción, de descubrir muchas cosas. Pero también la vida parroquial de Santa María de todos los días. Eso también me ha enseñado mucho. Hay varios grupos trabajando todo el año, esforzándose, formándose, colaborando y eso influye mucho para que uno se sienta bien y no solo acogido.

¿Qué es para usted La Festa?

Empecé a venir al Misteri hace más de veinte años y desde entonces no me había perdido al menos una vez al año acudir. El Misteri es como se ha dicho muchas veces, como la base, el fundamento, el alma del pueblo de Elche. Y vivirlo en primera persona es algo que ni me lo imaginaba. Lo había visto desde muchos sitios: desde el balcón, la tribuna… pero verlo ahí que notas cómo respiran los cantores y los niños. Te da la sensación de que estás metido dentro y eso es inaudito, es algo que se puede vivir esa vez, pero nada más.

¿Se pone nervioso cuando tiene que dirigir unas palabras al público al comienzo de las representaciones?

Me siento muy cómodo. Al principio tal vez sí que estaba un poco más nervioso, pero después como no es un discurso sino que son unas palabras de saludo y de una brevísima reflexión y además lo llevo escrito y lo leo, entonces ya estoy mucho más tranquilo. Yo intento que sea una breve reflexión sacada de estos libros o folletos relacionados con el Misteri y que son apenas dos frases que invitan a reconocer que el Misteri, aparte de otras muchas cosas, tiene que ayudarnos para encontrarnos mirando al cielo con la Virgen.

¿Cuál es su pasaje preferido del Misteri?

Hay un momento que me encanta, todo en general, pero hay uno que desde el primer día que escuché el Misteri me gusta especialmente: el canto cuando se convierten los judíos y cantan junto con los apóstoles. Para mí ese momento es precioso. Lo demás por supuesto, pero ese canto para mí es muy intimista, muy bonito.

¿Cuántos años lleva de sacerdote?

Cincuenta años y he pasado por muchos lugares. Empecé en el colegio Santo Domingo de Orihuela. De ahí pasé a mi pueblo (Aspe), donde estuve de vicario, y párraco de los Hondones. De ahí hice algo que fue decisivo para mi vida como fue el hecho de irme a Perú. Salió la oportunidad, el obispo me lo ofreció entonces, yo dije que sí y estuve cinco años en aquel país. Deliciosos esos años, impresionante de verdad. Cuando regresé, estuve un poco de tiempo en la playa de San Juan y allí estuve colaborando con la radio, escribiendo, profesor de instituto… de ahí pasé a San Juan pueblo, vine a Elche al Corazón de Jesús, de ahí a Villena y de nuevo a Elche.

Ángel Bonavía momentos antes de la entrevista

Ángel Bonavía momentos antes de la entrevista / TONY SEVILLA

¿Cómo se puede convencer a los jóvenes para que no tengan un rechazo a las creencias religiosas?

Lo primero es acercarte, que te sientan no como uno más, porque yo no soy joven, pero que te sientan cercano y tengan confianza para hablar contigo y preguntarte o decirte incluso cosas que a ti tampoco te gustan. Pero hay que tener capacidad para escuchar, para fomentar esa cercanía y poco a poco hacerles descubrir los valores del Evangelio, que no caducan nunca, que siempre están ahí, con cosas que le gustan mucho a los jóvenes: la verdad, la justicia, el amor, la paz, la vida… descubrirles que el Evangelio es eso. Y que la figura de Jesús es la que da sentido a todo eso como algo fundamental, no esporádico. Pero lo primero es la cercanía, que te puedan ver como una persona con la que se puede hablar, y a partir de ahí ya vendrá todo lo demás si el Señor quiere o cuando el Señor quiera (sonrisas).

¿Y qué le gustaría hacer ahora cuando se jubile?

Lo tengo medio pensado. A mí me ha gustado escribir, de hecho he escrito algunas cositas por ahí. Y ahora estoy enfrascando en un libro que no puedo decir, pero que lo empecé cuando la pandemia, que estabas encerrado en casa y tenías tiempo para todo, lo empecé entonces, pero se acabó la pandemia y lo dejé. Ahora espero retomar eso. Una de mis aficiones es escribir y es lo que voy a intentar ahora, aparte de ayudar en lo que pueda a los compañeros a la localidad de Santa Pola, que es a donde voy a ir.