La carretera Elche-Santa Pola estrena farolas solares y se despide de las obras tras 14 meses patas arriba

Punto y seguido a las obras en la carretera de Santa Pola con la incorporación de novedosas farolas solares. El vial que une Elche con la localidad costera se ha despedido por un tiempo de las máquinas y de los operarios que durante meses han estado trabajando en duplicar el número de carriles en un tramo de 1,6 kilómetros, el siguiente al del acceso a Valverde, con 2,5 millones de euros. El desdoblamiento del siguiente, el antepenúltimo para tener la CV-865 acabada, fue adjudicado el pasado mes de junio por 4,4 millones de euros.

El proyecto para mejorar la seguridad, en la que estuvo considerada como una de las vías más peligrosas de la Comunidad Valenciana ha dado paso, a cuatro carriles de circulación, dos en cada sentido, un víal ciclopeatonal, una mediana y nuevas rotondas para facilitar el acceso a caminos adyacentes. La actuación desde el punto kilométrico 5+500 al 7-100 ha seguido la misma filosofía que los tramos anteriores, sin embargo, lo que más ha llamado la atención es la iluminación con placas fotovoltaicas que se alzan en la parte central de la carretera y en los laterales, a modo de vía parque.

Hace catorce meses que empezaron los trabajos en este punto con las mediciones, replanteos y expropiaciones, pero se tuvo que esperar hasta junio, a las puertas del verano, para que las obras imprimieran un mayor ritmo. Durante la temporada estival, cuando se multiplican los vehículos entre las dos poblaciones, la actuación prosiguió, pero en agosto hubo varios días de parón.

Una vez completado este tramo, la incógnita ahora es cuándo empezarán las obras del siguiente, pero sobre todo, cuándo acabará de desdoblarse un vial que lleva trece años en obras, desde que se inaugurara la duplicación de carriles del primer tramo, en el término municipal santapolero.

Próximamente

Por lo pronto, la Conselleria de Obras Públicas (ahora de Infraestructuras) tiene formalizado el contrato desde hace cinco meses para intervenir en el trazado que va desde el punto kilométrico 3+600 al 5+500 durante 15 meses de duración. Un plazo que ratifica que el próximo verano, el vial tampoco se salvará de estar patas arriba como este pasado.

Después le seguirán puntos kilométricos 2,5 al 3,6, por un presupuesto de 2,97 millones de euros, cuya licitación estaba prevista por la conselleria que dirigía el el PSOE (ahora en manos del PP) para este mismo año, y las obras entre el kilómetro 2,5 y el 0 por un presupuesto de 3 millones de euros, cuya licitación se preveía para 2024. La última de estas fases, que afecta desde la rotonda de la EL-20 hasta el PK 2+400, debe resolver el cruce con el barranco de San Antón, lo que complicará la actuación en el último tramo de desdoblamiento de esta vía.

Lo que sí que ha trascendido ya es que para culminar la duplicación de carriles de la carretera de Elche a Santa Pola (CV-865) el Consell ha consignado 10,1 millones de euros dentro de sus presupuestos de 2024, lo que servirá para ejecutar el antepenúltimo tramo y contratar los dos siguientes.