La gestión de las nueve charcas del Clot logra asentar especies pese a la presión urbanística

El Clot de Galvany es una joya medioambiental embebida entre edificios e iluminación artificial. Muchos turistas incluso se sorprenden de que la mano del hombre haya podido crear este oasis y precisamente para divulgarlo este domingo el Ayuntamiento, a través de la concejalía de Medio Ambiente, y Aigües d’Elx, organizaron una visita guiada.

Día de los humedales

El pretexto era conmemorar el Día de los Humedales, aunque la salida de ayer también era una de las primeras actividades del paraje municipal este 2024, cuando cumple 18 años. A la visita acudieron más de treinta personas, entre ellas familias al completo y amantes de la ornitología, y el propósito era que conociesen el ciclo natural del agua y la intervención humana dentro del Plan de Gestión para asegurar la permanencia del humedal.

Y es que desde el ejecutivo local recordaron que la administración local y la empresa pública de saneamiento ha hecho esfuerzos durante estas casi dos décadas para garantizar la cubierta de agua en las diferentes charcas que se han ido habilitando, en la actualidad nueve, que ocupan una superficie que inunda más de 560.000 metros cuadrados todo el año, independientemente del periodo de lluvias o de su intensidad. El nivel hídrico de todas es ellas es elevado excepto en el Fondet de la Senieta que, al menos hasta 2023 era nulo.

40 especies

Fruto de ese mantenimiento se han logrado asentar cerca de cuarenta especies de aves y, en menor medida, algunos anfibios y pequeños mamíferos. En los últimos años se ha llegado a localizar una población de más de 2.000 aves en épocas del año como enero, un volumen que dobla al de verano, según se desprende de los máximos del mes que constan en los últimos boletines que emite el propio parque.

El Clot de Galvany cumple 18 años como paraje natural municipal con más de 20 actividades para 2024

De todas ellas, el pato cuchara es el que más presencia tiene, ya que llegaron a avistarse 1.063 ejemplares en enero de hace un año, siguiéndole de lejos la focha común (326 ejemplares) o el zampullín, con 141. Doce cercetas pardillas, especie amenazada en todo el mundo con riesgo de desaparición, se localizaron en este mes, y en los últimos años se está acentuando la protección hacia la especie con un proyecto de reintroducción, e incluso se han preparado charcas para tratar de que nidifiquen y se asienten en el paraje.

Más complicadas

Mucho más complicado es seguirle la pista a otras aves como el martinete, águila calzada o calamón, de los que se tienen escasos registros. Víctor Sánchez, que hoy hizo de guía en el parque explicó los distintos caminos que toma el agua para llegar al humedal así como el papel que juega el ser humano en el proceso. Durante la ruta los asistentes pudieron aprender a identificar las especies de fauna más comunes desde los diferentes observatorios y también todo el trabajo de seguimiento que se está haciendo en coordinación con instituciones como la universidad Miguel Hernández.