Diez años de una fiesta de dibujo y color

Luis, Manuela, Tere y Lucía, entre otros tantos, están sentados observando uno de los laterales de la basílica de Santa María. Se quedan ensimismados para plasmar en la hoja lo que la retina les muestra. Impera el silencio y la concentración mientras que va tomando forma a lápiz lo que tienen frente a sus ojos. Más de 220 amantes del dibujo están participando desde el viernes y hasta hoy en el décimo encuentro anual de dibujantes urbanos que organiza Cuadernos Viajeros.

Ilusión

La celebración caía en número redondo, con lo que a sus impulsores se les notaba en la cara una ilusión especial por haber conseguido mantener un encuentro que mueve a tanta gente. Juan Llorens, uno de los fundadores del colectivo, destacaba que el hecho de cumplir una década del certamen «Dibujando entre palmeras» les da optimismo, e incluso avanzó que el colectivo cultural va a editar un libro con una selección de unos 150 dibujos que se han hecho desde la primera edición en 2015.

El artista, al igual que ha indicado en algunas ocasiones el coordinador del colectivo, Ramón Sempere, este encuentro ha ido evolucionando y se ha notado en el perfil de los asistentes. Si en las primeras ediciones se desplazaban artistas de todas partes del país, en los últimos años los participantes suelen ser locales o de municipios próximos porque los originarios se han hecho mayores y muchos ya no pueden llegar a Elche.

Inscripciones

Aún y así, estas pérdidas se han compensado con las inscripciones de más ilicitanos de todas las edades. Este sábado, sin ir más lejos, podían verse grupos en varias partes del centro atareados con su cuaderno para retratar desde elementos monumentales, arquitectónicos o detalles de la ciudad.

Dibujar para sentir la paz

Entre ellos se encontraba Paco Galvañ, alicantino que está ligado a Cuadernos Viajeros desde hace unos diez años. «Estoy contento porque esto cada vez va a más», indicaba a INFORMACIÓN mientras ponía el foco en la parte de atrás de Santa María para su próxima obra.

María Teresa González, ilicitana, narraba que participar en esta actividad desde prácticamente los inicios le ha permitido superarse en cuanto a técnica, pero sobre todo agradece el compañerismo que se respira en esta familia de amantes del dibujo.

"Humilde aficionado"

Antonio Ros, también vecino de Elche, se define como un «humilde aficionado a la pintura». Cuando le preguntan si se dedicó a algo similar responde que su oficio era diametralmente opuesto a las artes plásticas, ya que ejerció como técnico de calzado hasta que se jubiló. «En la vida había cogido un lápiz excepto para escribir». Con suma predisposición da vida en el papel a uno de los ángulos que le faltaba por recoger de la Calahorra, teniendo en cuenta que la mayoría de usuarios suelen elegir elementos del centro histórico al encontrarse el punto de recepción en el centro cultural de Las Clarisas.

Apoyos

El encuentro cuenta con el apoyo de la concejalía de Cultura y VisitElche, con patrocinio de establecimientos de Bellas Artes como Art&Things, Dintelpa, Dolça Bellas Artes y Lloc d’Art. El broche se pondrá hoy al mediodía con la exposición de trabajos en la plaza de les Eres de Santa Llúcia.