La mona de Pascua que se consume tradicionalmente en la Comunidad Valenciana, un bollo acompañado por un huevo, convive en algunas pastelerías con la tradición catalana, también presente en Madrid, por ejemplo, de elaborar figuras de chocolate.

En Elda, el pastelero Pedro Herranz lleva años realizando este otro tipo de mona de Pascua como alternativa, incluyendo en su empeño los símbolos más reconocibles de la zona: los zapatos. Desde el escaparate de La Flor de Lis, la pastelería que posee en el centro de Elda, se muestra al público la variedad de estas figuras, con el calzado ocupando un lugar preferente. El propio Herranz lo explica. "Yo vengo de El Escorial, en Madrid, y allí este tipo de monas sí se ve en las pastelerías". Casitas de chocolate, castillos, huevos y conejos son motivos de sobra explotados en este tipo de dulces, pero Herranz quiso darle el toque local para comenzar a popularizar esta variedad entre quienes no han conocido más que la masa y el huevo, y se decidió por hacerlas en forma de zapato. Una manera de conjugar el icono local con una tradición semidesconocida.

Las monas de chocolate tienen demanda, confirma el pastelero, sin llegar a eclipsar al dulce tradicional. Evidentemente, en la pastelería de Herranz también fabrican la típica mona de Pascua de la zona. "Es la que tiene más demanda, obviamente. Pero las de chocolate cada vez se piden más, sobre todo la gente que, como yo, viene de fuera".