­El novillero Jorge Rico ha echado el cierre a una temporada extraordinaria abriendo las puertas grandes de las plazas de toros de Murcia y Xàtiva. Umbrales con mucho poso taurino, y más saber en el tendido, por los que salió a hombros siendo incluso despedido con dos improvisados fandangos que le cantaron para agradecerle con arte su arte.

En Murcia capital toreó de luces a finales de septiembre y cortó dos orejas y un rabo, haciéndose justo merecedor del primer premio al mejor novillero de la región en la clase práctica.

A Xàtiva acudió el pasado fin de semana para participar en la última novillada sin picadores con la que cerraba la temporada. El joven de Elda y Petrer -que tiene el corazón dividido entre los dos municipios vecinos- volvió a salir por la puerta grande tras cortar dos orejas y un rabo. En la plaza de la capital de La Costera representaba a la Escuela Taurina de Alicante y compartió cartel con cuatro novilleros de la Escuela de Valencia y otro de Castellón. Todos ellos vestidos de corto pero sólo el de Elda se hizo con el triunfo absoluto de una tarde de «escándalo» en la que sintió, muy de cerca, el aliento, el calor y el entusiasmo de los suyos ya que sus familiares, amigos y seguidores -que ya los tiene a pesar de tener 16 años- fletaron un autobús con el que se desplazaron a Xàtiva para verlo torear con la clase de un maestro en ciernes.

Y el colofón que ha tenido ante una temporada que difícilmente podrá olvidar ha sido la creación de una peña taurina en Elda dedicada a su figura. Apenas se ha constituido y ya cuenta con 80 amigos presididos por Antonio Murcia. Se llama «La Élite» y eso es, precisamente, a lo que Jorge Rico aspira.