Familiares y amigos celebraban eufóricos haber sido agraciados con el segundo premio de la Lotería de Navidad mientras la eldense Remedios García lloraba sin consuelo. Tres días antes del sorteo, el sábado 19 de diciembre, estaba comiendo con dos amigas de Elda en el restaurante La Herradura de Novelda cuando un desconocido le hurtó el bolso al descuido. En su interior llevaba 950 euros en efectivo, las llaves del coche, el teléfono móvil, las tarjetas de crédito, la documentación personal y un décimo del número 6095 al que está abonada todas las semanas desde hace diez años. «No me percaté de que me habían robado el bolso hasta que en el postre fui a coger el móvil para hacerme una foto con mis amigas. Me dio un ataque de nervios y me puse a llorar pensando en todo lo que me habían robado», recuerda todavía afligida seis meses después. Pero aún lloró más, y con más amargura, cuando el 22 de diciembre el caprichoso azar quiso premiar con 125.000 euros el décimo que guardaba en el bolso que le habían robado. «Yo soy una mujer muy fuerte y muy positiva pero eso me hizo un daño terrible y estuve mucho tiempo hundida. Nadie se lo puede imaginar. Era la primera vez en mi vida que me tocaba la Lotería y no podía asimilar lo que me había ocurrido ni mucho menos olvidarlo», ha explicado a este diario desde la tienda de ropa de moda y complementos que regenta en Novelda.
Una patrulla de la Guardia Civil acudió rápidamente al restaurante y, tras ayudarle a dar de baja las tarjetas de crédito para evitar que el ladrón pudiera hacer uso de ellas, le tomaron manifestación en el cuartel haciendo constar en la denuncia el número del boleto que le habían sustraído. Una denuncia que tuvo que ampliar tres días más tarde cuando el décimo resultó agraciado con el segundo premio del Sorteo de Navidad. «Cuando acudí por segunda vez al cuartel no tenía consuelo y los agentes del Área de Investigación de Novelda se portaron de maravilla conmigo. Desde entonces han estado pendientes de mi en todo momento y me han informado de sus avances. Les estoy enormemente agradecida por su trato humano y por el esfuerzo que han hecho para conseguir arrestar al ladrón». Los agentes de la Guardia Civil no se enfrentaban precisamente a un caso fácil. El autor no era conocido en la comarca ni portaba ningún elemento que pudiera facilitar su identificación. Solo contaban con una grabación, captada por la cámara de vigilancia del restaurante, donde se veía actuar al delincuente mientras ocultaba el rostro con una gorra. Pero las investigaciones avanzaron y se centraron en un hombre de 52 años, de nacionalidad peruana, al que le constaban siete detenciones anteriores por hurto. Fue localizado en la localidad valenciana de Alzira residiendo en un domicilio que, supuestamente, había adquirido con el dinero del décimo sustraído y premiado que cobró en una administración de lotería de Xirivella. Tras ser detenido por un presunto delito grave de hurto fue conducido al Juzgado de Instrucción Número 3 de Alzira donde se negó a declarar. Sin embargo el juez decretó su libertad con cargos al no solicitar el fiscal su ingreso en prisión.
Así fue el robo:
A Remedios García no le parece bien que haya quedado libre. «Deberían haberle hecho un juicio rápido y el Gobierno responsabilizarse y obligarle a devolverme el dinero porque el Estado es el titular de las Loterías», comenta la víctima. Ella, de momento, ha tenido que costearse un abogado y un procurador para poder personarse en la causa.
El dueño del bar elogia a la Guardia Civil por el arresto
El propietario del restaurante de Novelda donde se cometió el hurto está muy satisfecho por la resolución del caso y ha elogiado el trabajo de la Guardia Civil. «Los agentes lo tenían muy difícil porque la grabación apenas tenía calidad», ha indicado lamentando el único robo que ha sufrido en su negocio. «También es casualidad de la vida que te roben un décimo y luego le toque el segundo premio», añade. Sus camareros no se percataron de la presencia del ladrón porque aprovechó las comidas de Navidad para actuar con rapidez y pasar inadvertido.
