Entrevista | Francisco José Iborra Biólogo celular miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas

Iborra: "No sabemos si ahora hay más cáncer que antes pero nuestro modo de vida es un factor desencadenante"

El científico de Sax señala que no se puede acabar con el cáncer pero sí controlar la enfermedad hasta hacerla crónica - Afirma que tanto el sajeño Alberto Sols como el ilicitano Francis Mojica son merecedores de un Premio Nobel y advierte de que con la infrafinanciación que sufren los investigadores españoles "no descubrimos lo que queremos sino lo que podemos"

El científico sajeño Francisco José Iborra en su laboratorio.

El científico sajeño Francisco José Iborra en su laboratorio. / KIKE TABERNER

Pérez Gil

Pérez Gil

Francisco José Iborra Rodríguez es biólogo celular. Tras 16 años en la Universidad de Oxford se incorporó al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Centro Nacional de Biotecnología en Madrid, donde desarrolló su carrera durante 10 años para encontrarse en la actualidad en la Unidad asociada Instituto de Biomedicina de Valencia (CSIC)-Centro Príncipe Felipe en València. Durante su carrera el investigador de Sax ha trabajado en el campo de la estructura y función del núcleo y la mitocondria. Ha usado aproximaciones metodológicas de biología de sistemas para tratar de entender la complejidad de estos orgánulos y sus funciones. Fruto de su trabajo han surgido conceptos como el de factoría de transcripción, traducción nuclear o el papel regulador de la mitocondria en los procesos de la expresión génica nuclear. Ha sido galardonado con premios como el Robert Feulgen de la Histochemical Society y es miembro de la Real Academia de Medicina y Ciencias Afines de la Comunidad Valenciana.

¿Es posible acabar con el cáncer? 

No creo que podamos acabar con el cáncer. Esta es una enfermedad inherente a los organismos multicelulares. Lo que sí que podremos conseguir es el control de la enfermedad. De hecho una de las tendencias de la oncología moderna es la cronificación de la enfermedad. 

¿Su último descubrimiento qué supone para un enfermo oncológico? 

Espero que sirva para diseñar terapias más racionales y eficaces que permitan mejorar tanto su esperanza de vida como los efectos secundarios asociados a la quimioterapia. 

¿En qué líneas de investigación está inmerso actualmente? 

Un proyecto que nos ilusiona mucho es seguir con las implicaciones de nuestro último hallazgo. Estamos iniciando colaboraciones con investigadores clínicos para proseguir con nuestros estudios. Nos gustaría investigar cómo diferentes combinaciones, tanto de quimio como inmunoterapia o radioterapia, se benefician de las combinaciones que describimos en nuestro estudio. 

En España con la financiación irrisoria que tenemos para investigar no descubrimos lo que queremos sino lo que podemos

¿Hay más casos de cáncer ahora que décadas atrás?

No está muy claro que sea así por varias razones. Una porque nuestra esperanza de vida ha aumentado. Vivimos más y así tenemos más probabilidad de desarrollar la enfermedad. Otra razón es que ahora se diagnostica más porque vamos más al médico y tenemos muchas técnicas de detección precoz del cáncer. Pero no podemos descartar la influencia de nuestro modo de vida. El sedentarismo, el abuso de nutrientes como el azúcar y la contaminación son factores desencadenantes que se correlacionan directamente con la incidencia de cáncer.

¿Desde que se hace un descubrimiento importante hasta que se aplica a todos los enfermos cuanto tiempo pasa por término medio? 

Generalmente mucho tiempo desde la perspectiva del paciente que tiene el temporizador sobre su cabeza. Y esto es debido a que, ante todo, debemos garantizar la seguridad del paciente, y eso requiere de muchos ensayos antes de aprobar una estrategia terapéutica. Pero en lo que respecta a nuestro hallazgo, espero que no pase mucho tiempo. Ya que en nuestro estudio usamos combinaciones de quimioterapias que se usan en la clínica. Y ahora lo que deberíamos hacer es estudiar si estas combinaciones de fármacos no tienen efectos negativos, si no que se comporta como sugieren nuestros estudios de laboratorio. 

¿Es una enfermedad previsible o sorprende a pesar de los años y los avances?

Esta enfermedad no deja de sorprendernos. Porque la información depende de la tecnología y a medida que desarrollamos nuevos métodos y técnicas conocemos nuevos aspectos de la misma. De hecho, algunos de los dogmas con los que hemos vivido estas últimas décadas se están cayendo. 

El cáncer no deja de sorprendernos y algunos dogmas con los que hemos vivido en las últimas décadas están cayendo ahora

¿En la investigación contra el cáncer y dentro del ámbito internacional España en que División juega?

Lamentablemente, salvo excepciones como el CNIO, CIMA o el Vall de Hebron y alguna otra, estamos en Segunda o Tercera División. Y esto no es porque seamos malos. Muchos de nuestros colaboradores internacionales se asombran de lo que conseguimos con la escasísima financiación de la que disponemos. Esto tan solo refleja la importancia que nuestra sociedad, encabezada por las fuerzas políticas, da a la investigación. Seguimos enarbolando el lema de “que inventen otros”. No nos damos cuenta de que esto es una tarea colectiva donde todos contribuimos. Pero estoy convencido de que con una financiación adecuada podríamos estar en la frontera de la investigación oncológica. 

¿Será la Inteligencia Artificial la que acabe con el cáncer? 

Es claramente una herramienta que ayudará mucho, no me atrevería a decir que acabe, pero ciertamente ayudará y mucho. 

¿En qué porcentaje influye nuestra herencia genética para desarrollar un tumor?

Ciertamente influye, pero quizás es mas importante nuestro modo de vida a la hora de desarrollar tumores. 

Los investigadores extranjeros se asombran de lo que conseguimos en España con la escasísima financiación de la que disponemos

¿Cómo es el día a día de un investigador científico?

Nuestro trabajo es apasionante cuando descubres algo nuevo. Pero eso conlleva perseverancia, estudio y repetición. Dedicamos una gran parte del día a estudiar lo que otros científicos han descubierto para diseñar nuevos experimentos que nos permitan descubrir como funciona la naturaleza. Nuestro trabajo también tiene un componente poco glamuroso, como es la rutina de escribir informes y pedir proyectos, que la mayoría de las veces resultan ser fallidos. Generalmente dedicamos mucho tiempo a pedir proyectos que no serán financiados y esto es tiempo que restamos a la investigación efectiva.

¿Hay suficiente ayuda para investigar en España o el "que inventen ellos" sigue siendo una triste realidad?

Reitero que la financiación es escasísima. Un ejemplo representativo es que la media de la dotación económica de los proyectos de la Agencia Nacional de Investigación, que es junto con el Instituto de Salud Carlos III las mayores organizaciones gubernamentales que financian investigación, es de 120 000 euros para tres años. Y frente a ello agencias como el NIH americano concede unos 500.000 euros a los investigadores que comienzan su carrera independiente. Con esos mimbres es muy difícil estar en la Primera División.

¿Ponga una cifra?

Con un pequeño aumento del PIB dedicado a Ciencia se conseguiría mucho. En la actualidad se dedica entorno al 1,4%, encontrándonos al nivel de Turquía y muy lejos de Israel, que dedica entorno al 5,5%. 

Estoy convencido de que con los recursos adecuados podríamos estar en la frontera de la investigación oncológica

¿Se arrepiente de haber dejado el equipo de investigación que dirigía en Oxford para investigar en España?

Esta pregunta tiene truco. Académicamente muchísimo. Pero como las circunstancias familiares mandan me volví y no me arrepiento, lo volvería a hacer. 

¿Cuáles son sus proyectos de futuro? 

Gracias a las nuevas tecnologías hemos visto que los tumores están compuestos de poblaciones celulares muy heterogéneas. Lo que quiere decir que cuando tratamos un tumor no todas las células responderán a las terapias de manera uniforme. En mi laboratorio estamos estudiando el origen de dicho comportamiento y en breve espero daros buenas noticias a tal efecto. Por otro lado como sabemos que en los tumores existen muchos microambientes, con un medio extracelular diferente y con disponibilidad de oxigeno y nutrientes muy heterogenea. Estamos estudiando como esas condiciones diferentes determinan el comportamiento de las células tumorales para, de ese modo, entender mejor el comportamiento global de los tumores y crear terapias más eficaces.

En el ámbito científico internacional no es que se aísle a España, simplemente nos excluimos nosotros por la falta de medios

 ¿Qué supuso el sajeño Alberto Sols para la ciencia española? 

Alberto Sols fue el pionero de la Bioquímica en España. Fue un gran maestro de grandes investigadores como Margarita Salas o Eladio Viñuela, los padres de la Biología Molecular Española. Alberto Sols poseía una mente preclara. Descubrió un fenómeno, que los aficionados llamamos alosterismo, que años después generalizaron unos investigadores franceses y les valió el Premio Nobel, aunque el merecedor era Alberto Sols. Recientemente la historia se ha repetido con un excelente investigador Ilicitano, Francis Mojica, que descubrió el mecanismo de CRISPr, pero el Premio Nobel se lo llevaron un par de investigadoras de Francia y Canadá. 

El sajeño Alberto Sols mereció un Premio Nobel al igual que ahora lo merece el ilicitano Francis Mojica

¿España está marginada en el panorama científico internacional? 

Hay que tener en cuenta que nuestra financiación es irrisoria y que no descubrimos lo que queremos si no lo que podemos descubrir. Eso quiere decir que dependemos mucho de la tecnología de la que disponemos. No se nos aísla sino que nos excluimos nosotros mismos por nuestra falta de medios. 

Los Premios Alberto Sols necesitan renovarse implicando más al tejido social y empresarial tanto sajeño como alicantino

¿Cree que los Premios Alberto Sols necesitan un cambio para impulsarlos? 

Los premios Alberto Sols son un legado, que un grupo de sajeños y políticos sajeños nos regalaron al pueblo de Sax. Debemos de estar muy orgullosos de los mismos y preservarlos para nuevas generaciones. A mi juicio necesitan renovarse implicando más al tejido social y empresarial tanto sajeño como alicantino. Cuando vemos los Premios Jaume I nos encontramos con que empresas como Mercadona o La Caixa se encuentran entre los patrocinadores. Creo que eso, junto con unas campañas de divulgación tanto en Sax como en nuestras comarcas, ayudarían a honrar la figura de tan insigne científico.