Puig tantea a diez multinacionales para que inviertan 24.400 millones y creen 43.000 empleos en la Comunidad

Aplicar la fórmula de éxito que ha permitido la llegada de Volkswagen y su gigafactoría. Eso es lo que está tratando de hacer el presidente de la Generalitat y candidato socialista a la reelección, Ximo Puig, con otras diez multinacionales de sectores avanzados con las que se mantienen negociaciones al más alto nivel para que se instalen en la Comunidad Valenciana. «Hablamos de una inversión potencial de 24.400 millones de euros y un impacto laboral de 43.000 empleos directos», especificó el candidato del PSPV en el transcurso de un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum celebrado este viernes en València, donde también avanzó nuevas medidas de apoyo a las empresas en materia de financiación.

Puig defendió el poder de intervención de la Generalitat en la economía valenciana, «cuando algunos -en referencia al PP- llegaron casi a liquidarla», poniendo como ejemplo la llegada de Volkswagen que, según sus palabras, ha amplificado el potencial de este territorio como espacio de inversiones y de crecimiento. Ese hecho es el que ha permitido, añadió, que se mantengan negociaciones abiertas con estas multinacionales, vinculadas al desarrollo de microprocesadores, hidrógeno verde, energías renovables, baterías eléctricas, producción de componentes, vehículos eléctricos y Big Data. «Por su grado de maduración, estamos convencidos de que buena parte de estos proyectos saldrán adelante», recalcó, aunque reconociendo, al mismo tiempo, que «otros irán a otras capitales de la UE». Y destacó, en este sentido, que, «por primera vez en la historia, nos encontramos a la vanguardia de las nuevas industrias, y estamos en condiciones de dar un salto de una magnitud desconocida». 

Asimismo, el líder de los socialistas valencianos se ha marcado el objetivo de crear 150.000 empleos en la próxima legislatura, tomando como base los 450.000 nuevos puestos de trabajo generados en estos últimos cuatro años. Además, avanzó que «trabajaremos para seguir reduciendo el paro por debajo del 9% y converger en PIB per cápita con la media española gracias a la industria, la innovación y la productividad». 

Puig, por otro lado, anunció que en la próxima legislatura «desplegaremos toda la potencia del autogobierno para reforzar nuestro tejido y facilitar nuevas oportunidades», adelantando medidas como la puesta en marcha de un instrumento financiero para favorecer la inversión de las empresas por valor de 500 millones de euros y la activación de bonos digitales que facilitarán la consultoría para la digitalización de las firmas valencianas. 

Adelantó, además, el compromiso de constituir una agenda valenciana para impulsar la productividad del tejido empresarial de la Comunidad, así como el de impulsar un gran pacto energético que «nos permita avanzar en la soberanía energética». Con ello, defendió que «hemos trabajado para estimular el empleo y acompañar a la empresa en el crecimiento de la economía», resaltando que, «mientras que en 2015 la Generalitat invertía 680 millones para el estímulo de la actividad privada y la ocupación, en 2023 serán 3.200 millones».

La fórmula de Puig contra la baja natalidad: las familias con dos hijos serán numerosas

En esta misma línea, Ximo Puig insistió en que la próxima legislatura uno de los elementos centrales de la gestión girará alrededor de la vivienda, sobre la base de que «es un pilar del estado de bienestar y no puede ser solo un objeto de mercado», por lo que reiteró su compromiso de construir, desde la colaboración público-privada, 32.000 viviendas a precios asequibles. También recordó su planteamiento de ayuda a las familias, considerándolas como numerosas a partir del segundo hijo.

En lo que respecta a la financiación autonómica, Ximo Puig afirmó que «jamás hemos dejado de insistir en esta cuestión», apuntado que «necesitamos un modelo que redistribuya de una manera justa». Así, remarcó que «vamos a acelerar la reivindicación, mirando al Gobierno, a la oposición y al resto de comunidades autónomas. Esto es un problema de España».

Preguntado acerca de si le genera más presión el hecho de que se esté tomando a la Comunidad Valenciana como un campo de ensayos respecto a lo que pueda suceder después en los comicios generales, Puig dijo que lo que se decide el 28 de mayo es «si queremos volver al pasado o avanzar». Así, subrayó que «la Comunidad Valenciana no es un trofeo para nadie. Lo que ahora se decide es por dónde va a transcurrir el crecimiento económico y por dónde va a avanzar la sanidad y la educación».