ELECCIONES 23J

Una vecina de Pontevedra, obligada a dar el pecho a su bebé en la mesa electoral

Su petición de exención por lactancia fue desestimada al tener su hijo más de 9 meses. ”Cada vez que mi hijo quiera mamar, mi marido lo traerá, me da igual si a la gente le parece mal”, afirma

Jornada de lactancia colectiva en la Alameda.

Jornada de lactancia colectiva en la Alameda. / RAFA VÁZQUEZ

C. Prieto / C. Sertal

Las elecciones no entienden de conciliación familiar. A pesar de estar en el año 2023, al sistema para la composición de las mesas electorales todavía le falta avanzar en algunas cuestiones, como por ejemplo los cuidados y la lactancia materna. Esto último ha puesto en una situación muy complicada a una vecina de Pontevedra que se ve obligada a dar el pecho a su hijo de 12 meses mientras ejerce como vocal en una mesa electoral de la ciudad este domingo, 23 de julio.

La junta electoral desestimó su petición de exención por lactancia porque solo la consideran en menores de 9 meses, a pesar de que la OMS recomienda llegar incluso a los 2 años con este tipo de alimentación.

El hijo de C. P. “toma pecho a demanda, cuando él quiere, no cada seis o siete horas, sino cada dos o tres”, por lo que este domingo tendrá que interrumpir su labor en la mesa electoral en varias ocasiones. “Ya lo puse en el escrito que tuve que presentar en el Juzgado para solicitar la exención: cada vez que mi hijo quiera mamar, mi marido lo traerá, me da igual si a la gente le parece bien o mal”, explica esta pontevedresa, que recalca que “es un derecho mío a darle el pecho a mi hijo y un derecho de mi hijo a comer”.

En este sentido, comenta con profundo malestar que “no tengo problema en dar el pecho a mi hijo en cualquier sitio, me da igual si la gente me mira o no, pero para mí va a ser incómodo cuando a lo mejor tenga una fila de gente esperando para votar y que yo tenga que salir para dar de comer al niño y que todo el mundo me esté mirando. Yo no me tendría por qué verme en esa situación” y añade que “no sé quién va a hacer las funciones que a mí me correspondan mientras el niño esté mamando, pero tengo claro que el niño es lo primero”.

Cuando presentó las alegaciones para quedar exenta de la mesa electoral, le comentaron que había otras alternativas de alimentación, pero señala que aunque le diese un biberón al niño, ella tampoco podría estar 14 o 15 horas en la mesa sin sacarse leche. “No es solamente por el niño, esto a mí también me puede provocar un problema de salud”, denuncia.

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