Instantes de tensión los que vivió anoche la expedición del Hércules a su llegada al estadio Rico Pérez –alrededor de las 22 horas–, tras consumarse en Llagostera el descenso del equipo a la cuarta categoría del fútbol español. Algo más de una veintena de aficionados blanquiazules esperaban a la expedición en la puerta cero del estadio después de pegar en una de las hojas de acceso diversos carteles para mostrar su malestar con la gestión de la propiedad.
Según fuentes presenciales, cuando se acercó el autocar, los hinchas presentes tomaron la calle para impedir el paso del vehículo. En ese instante, una parte de la comitiva, que había llegado a la ciudad una hora antes en furgoneta, decidió llamar a la Policía para alertarla de lo que estaba ocurriendo e impedir que fuera a mayores. Las mismas fuentes explican que el bus sufrió golpes continuados por parte de las personas congregadas, visiblemente disgustadas con la plantilla, a la que increparon desde la carretera.
El conductor, tras pedir que le dejaran la vía libre, se abrió paso lentamente y llegó hasta la rotonda que está delante de la fachada del pabellón Pedro Ferrándiz. Allí aguardó estacionado a que llegasen las unidades policiales. La primera patrulla apareció en el lugar del altercado a los cinco minutos. Después, otros cinco vehículos tomaron la puerta de acceso al estadio para garantizar la bajada de los jugadores del autobús y su estancia sin consecuencias graves en el patio de caballos.
Los agentes crearon un cordón para alejar a los manifestantes de la puerta cero y permitir, de paso, que los futbolistas, una vez recogieron sus pertenencias, pudieran volver a sus casas en sus propios coches. Abandonaron uno a uno las instalaciones sin que se registraran incidentes graves en ese intervalo. Las fuentes consultadas no tienen constancia de que la Policía necesitara emplear la fuerza para disolver a los manifestantes, si bien, algunas cuentas de Twitter de aficionados presentes en el escenario de la protesta, denunciaban justo lo contrario, incluso hablaban de una supuesta carga.
Una hora después de la llegada de la expedición blanquiazul al Rico Pérez, y bajo un fuerte aguacero, las inmediaciones del estadio recuperaron la calma. Antes, a lo largo de la tarde, las redes sociales fueron un hervidero de emociones en clave Hércules.
El aliento de Tote
Numerosos periodistas y aficionados del club blanquiazul mostraron su pesar, principalmente Twitter. Entre ellos destacó el de una leyenda de la entidad como Tote, capitán en Primera y Segunda División con 190 partidos oficiales y 30 goles como blanquiazul. «A la afición del Hércules le mando el abrazo más grande del mundo. Lo siento mucho», escribió el exfutbolista madrileño.
Entre la afición destacaron mensajes llegados tanto desde Alicante como de los desplazados a Cataluña. «Ser del Hércules es vivir por un escudo que te hace levantarte a las 2 AM para recorrer España en pleno mes de exámenes, teniendo que estudiar en un autobús. Eso significa, en las buenas y las malas, siempre», tuiteó Ainhoa (@ainhoars_30). «Soy herculano desde que tengo uso de razón y moriré herculano. Eso no lo puede cambiar nada ni nadie», enfatizó el periodista Toni Cabot, director del Club Información.
