Bikoro trabaja para que el Zaragoza le deje salir libre este verano

La comisión que dirija desde julio la secretaría técnica –con trazas contrastadas de herculanismo en el currículum– deberá concretar un movimiento que se antoja complejo porque parte de una premisa difícil: Bikoro debe obtener la carta de libertad y ver Alicante como su mejor opción. El internacional ecuatoguineano, que estos días está con su selección jugándose la clasificación para la fase final de la Copa Africana de Naciones (que se disputará en Costa de Marfil el año que viene), pertenece al Real Zaragoza, club con el que aún le resta un año más de contrato.

El centrocampista llegó en 2019 a la capital aragonesa procedente del Teruel para ser un activo de futuro importante, sobre todo financiero, confiando en su juventud, en su enorme margen de mejora y en su proyección como internacional. Sin embargo, el mediocentro solo ha vestido una vez la camiseta del equipo al que pertenece, y fue en Copa del Rey, en una primera ronda.  

Después, cero oportunidades. Toda su etapa zaragocista la ha vivido en calidad de cedido, primero en Badajoz, luego en el Numancia y, ese mismo curso, tras el mercado invernal, en Badalona, donde captó la atención de Del Pozo, que casi dejó encarrilado su préstamo al final del encuentro que le enfrentó con el Hércules. En el seno del conjunto alicantino están seguros de que Bikoro tiene mercado. También existe el convencimiento de que si termina de desarrollar en Alicante el prototipo de buen jugador que ha demostrado ser a ráfagas como blanquiazul, la maniobra reportaría ingresos sustanciales, tal y como ocurrió con Abde.

Se cree ciegamente en él a pesar de que su comportamiento no lo sostenga con igual vehemencia. Se ha terminado perdiendo 13 encuentros de Liga y solo uno ha sido por lesión. Ha faltado casi al 40% de las jornadas, un lastre para el proyecto porque 10 ausencias se han producido en la segunda vuelta, la del hundimiento del bloque de Sergio Mora. La mitad de ellas por perder los papeles en Buñol (frente al Levante B después de protagonizar una semana muy tensa en las sesiones de trabajo previas a la cita clave en Valencia). El ego del mediocentro africano resulta ingobernable, pero es parte de su carácter competitivo y toca lidiar con él.

El Hércules confía en que el Real Zaragoza entre en razón sabedor de que Bikoro quiere salir de allí para ser dueño de su propio destino y de que, si no se le permite hacerlo, el club de la Romareda cargará con su salario pese a no contar con él para el primer equipo. El ecuatoguineano está cómodo en Alicante. En el conjunto blanquiazul se ha sentido insustituible por primera vez y eso le ha valido ser fijo para su seleccionador, que ahora le coloca cada vez más cerca del área rival tras ver cómo su desempeño como interior en el 4-1-4-1 de Mora.

Negociar un porcentaje de la futura venta de Bikoro que pudiera concretar el Hércules es el mejor modo que tiene el Zaragoza de sacar partido a un futbolista por el que no pagó nada y que, de obligarle a continuar en la entidad maña, ocasionará algo más que un agujero significativo en el presupuesto.

Va para largo

Su selección se mide mañana con Libia en el Nuevo Estadio de Malabo obligada a ganar tras caer 4–0 frente a Turquía el pasado jueves con Federico en el once titular. Después, iniciará sus vacaciones tras ordenar a su oficina de representación que le busque una salida amistosa de Zaragoza. ¿El gran problema? La cuarta categoría es muy mal reclamo para alguien que se ve triunfando en el balompié a muy a corto plazo. 

Bikoro sabe del interés que mostraron por él varios clubes ingleses en enero mientras él alcanzaba con su selección los cuartos de final de la Copa de África y era recibido y agasajado en su país como un héroe nacional. Volver a la Segunda RFEF no es su mejor baza ahora, tiene otra prioridad.