Segunda RFEF

El capitán del Hércules se sincera: «Sería hipócrita decir que estoy al nivel del año pasado»

Raúl Ruiz lidera la ofrenda del club a la Santa Faz convencido de que el ingreso en la promoción «es muy posible» porque, pese al desánimo que cunde en el entorno, «todavía estamos muy vivos»

Pedro Rojas

Pedro Rojas

No es el mismo, no actúa en la misma posición, sabe que el proyecto acusa su menor incidencia en el juego del equipo, pero no se rinde ni baja los brazos. A él, los palos le duelen de verdad porque siente el club como parte de sí mismo, por eso no puede evitar que se le salten las lágrimas cuando las derrotas decepcionantes incendian el estadio en que soñó jugar siempre. El herculanismo de Raúl Ruiz no ofrece discusión, pero hará falta algo más que pasión identitaria para alcanzar el play-off. El capitán es consciente, por eso, a al santo lienzo hay que implorarle lo justo, casi lo mínimo.

«A la Santa Faz por lo único que debemos pedirle es por el partido del domingo, el más cercano. Estamos aún muy vivos y ganarle al Zaragoza B nos dejaría muy cerca del objetivo. El panorama cambiará radicalmente si el lunes tenemos tres puntos más», avisa.

El palo de perder con tanta claridad frente a un Olot casi desahuciado en la clasificación ha hecho herida. «El equipo se quedó muy tocado el domingo y ha estado jodido hasta hoy [por el miércoles], que nos hemos dado cuenta de que ya hemos demostrado este año que tenemos capacidad para salir de situaciones difíciles. Sentimos que tenemos fuerza de sobra para volver a hacerlo otra vez porque, además, estamos más cerca de lo que parece», asegura convencido el capitán del Hércules.

«Que la gente que se siente decepcionada nos increpe al final del partido es normal, pero no han dejado de animar ni de estar a nuestro lado»

«No sabemos a qué obedece tanta irregularidad, esa falta de continuidad en los resultados. Es algo que nos planteamos dentro. Tenemos que recuperar el espíritu que tuvimos tras el cambio de entrenador. Pero sin pensar a largo plazo, sino poniendo toda la energía en este domingo. No hay que distraerse con nada más», advierte el futbolista alicantino.

«El pesimismo que hay con el equipo y con el objetivo fuera del vestuario no lo compartimos dentro. Es verdad que fallamos en nuestro campo contra un rival de la parte baja, pero esa frustración, ese enfado, ese malestar se acabó el martes por la noche. Estamos convencidos de que lo podemos sacar porque el nivel del entrenamiento ha sido muy alto y el trabajo va a dar frutos», sostiene Raúl, que no hace distinciones a la hora de repartir responsabilidades.

«Nadie en el equipo se podía imaginar que estaríamos tan lejos de la cabeza a estas alturas de la competición»

«Esto no lo vamos a sacar solo los veteranos, en esta plantilla todos los jugadores están capacitados. Nosotros, los que llevamos más tiempo, los que hemos vestido más veces esta camiseta, tenemos que ser ejemplo, empujar más, pero esto es un trabajo de grupo y debemos dar lo mejor de nosotros, todos. Defender el escudo no puede vivirse con presión, hay que disfrutarlo porque es un regalo. Nadie, cuando sueña con ser futbolista, se imagina jugando sin público, sin presión, sin competir al máximo nivel», reconoce Raúl Ruiz, comprensivo con las protestas airadas de la grada.

«El enfado de nuestra gente es normal y entendible. Las sensaciones que transmitimos frente al Olot no fueron buenas. Cuando hemos necesitado a la afición nos ha respondido, ha estado a nuestro lado. Así que si un día nos increpa con razón, hay que aceptarlo y hacer todo lo necesario para revertir la situación. Es lógico que, al final, si alguien está decepcionado con el equipo lo haga ver, pero durante el partido no dejaron de animarnos.

«Perder contra los rivales de arriba cuando mejor estábamos nos dejó tocados, por eso no hay que ver más allá del siguiente partido»

«Ninguno de nosotros se podía imaginar que estaríamos tan lejos de la cabeza a estas alturas de la competición. Ni en verano, ni cuando se produjo el cambio en el banquillo. Hemos jugado buen fútbol, pero no le hemos dado continuidad y hemos fallado en días clave, por eso estamos donde estamos. Haber perdido partidos que no merecíamos perder, como el del Espanyol B, por ejemplo, nos ha pesado. Pero no hay una lógica que justifique nuestros altibajos esta temporada», reconoce uno de los líderes del vestuario junto a Míchel, Toscano y Carlos Abad.

Actitud

«No es un problema de falta de tensión ni de falta de actitud, fallamos contra los de arriba y eso nos dejó muy tocados porque estábamos convencidos que ese era nuestro momento para engancharnos a la cabeza. Nos pasó factura, está claro», indica Raúl Ruiz en su quinta temporada como jugador del Hércules.

Lejos quedan las asistencias y los cinco goles que marcó con Sergio Mora el curso pasado ejerciendo de extremo. Devuelto al lateral, a sus 33 años, el canterano blanquiazul ha perdido su capacidad diferencial. «Sería hipócrita decir que estoy haciendo buen año. He tenido picos de forma física muy buenos, pero no he alcanzado el nivel que demostré la temporada pasada. Soy autocrítico, soy consciente de mi rendimiento y si eso hace que si mi futuro no está dentro del club el año que viene por esto, lo asumiré».

Para Raúl Ruiz, rendirse no es una opción. «Me salgan mejor o peor las cosas, nunca dejo de pelear, de intentarlo, de luchar porque tengo la enorme suerte de jugar en mi equipo, en mi ciudad. Estamos muy vivos y el objetivo aún es muy posible. Pero no hay que pensar más allá del domingo, cuando lo hemos hecho, ha salido siempre mal».

Plegarias a la Santa Faz y velas a la virgen

Tradición cumplida. El Hércules ofreció ayer dos ramos de flores a la San Faz para mostrarle su respeto en vísperas de la Peregrina. Valentín Botella fue el encargado de representar institucionalmente al club. Él fue quien recuperó para la entidad este oficio religioso y el vicepresidente es el único dirigente que cumple con él año tras año. A su lado estuvieron los técnicos, todos los jugadores y el director deportivo.

Para muchos de los presentes en el templo, este acto previo a la romería será el único religioso al que acudan este curso más allá de bodas, bautizos y comuniones. Todos escucharon atentos las palabras del párroco Miguel Ángel Cremades y del capellán blanquiazul Joaquín López. Ambos le desearon al equipo la mejor de las suertes después de un rezo más o menos coral.

Dos de los capitanes, Raúl Ruiz y Míchel Herrero, se encargaron de llevar hasta el altar los ramos como ofrenda a la Santa Reliquia, que hoy vive su día grande. Cuando el sacerdote les pidió a todos que se marcharan en paz, fueron saliendo en fila. Pasos cortos, unos detrás de otros. La mayoría abandonó la iglesia rápido, pero tres de los integrantes no se conformaron con la plegaria.

Nico Espinosa, Sergi Molina y Paco Peña se detuvieron en mitad del pasillo para acudir a uno de los altares laterales con velas para la virgen. Las encendieron convencidos, pero su fe no será suficiente el domingo en Zaragoza, allí puede decidirse, para mal, otra temporada agreste, adusta, sin apenas momentos dulces. Algunos niños aprovecharon la presencia de los futbolistas para hacerse fotos. Después, la plaza se quedó vacía.