Conserva la cara de pillo, de joven alegre, de niño valiente que se divierte con sus amigos. Raúl Ruiz es un alicantino que soñó desde pequeño con jugar en el Hércules y por eso sigue en el equipo a pesar de los pesares. Un chico noble, con carácter y valores de capitán, con ganas de seguir comiéndose el mundo aunque ahora lo tenga que hacer desde las catacumbas del fútbol. Pisar el Rico Pérez le reactiva, de ahí que sienta de un modo especial el encuentro del sábado, frente al Espanyol B, el primer duelo de amplio calado para medir el potencial del Hércules... tres jornadas después.

"A la afición no puedo pedirle nada, solo darle las gracias. Pase lo que pase siguen ahí, apoyando. Vamos a Barcelona y sale un autocar a las cuatro de la mañana para estar con nosotros en El Prat, para recibirnos allí. Sin el apoyo social que tiene el Hércules, sin su afición, este club no sería ni por asomo lo que es hoy estando en la categoría que está. A la afición le debemos respeto, todos. Tenemos la oportunidad el sábado de brindarles un triunfo en casa frente a un rival directo y encadenar dos victorias, va a ser un buen partido de fútbol", intuye el ahora lateral titular en la banda derecha.

"No tenemos que compararnos con nadie, ni siquiera con nosotros mismos en años anteriores"

El triunfo en el caucho gastado de Sagnier, el primero que logran allí los blanquiazules, ha servido para reforzar el sentimiento que traslada el entrenador cada vez que tiene ocasión. "El vestuario está feliz, la victoria en El Prat es muy importante después de sumar dos empates seguidos. Las sensaciones que transmitió el equipo fueron muy buenas y tuvimos controlado el partido desde el minuto uno. No pasamos apuros en uno de los campos en los que le será muy difícil ganar a muchos equipos", advierte.

"Estamos evolucionando bien como bloque. Se nos juntaron algunas lesiones en el tramo final de la pretemporada, algunas incorporaciones importantes llegaron más tarde, arrancamos la Liga con varios futbolistas sin apenas minutos de competición, que nos acaban de conocer, y eso tiene que notarse. Pero, como defiende nuestro entrenador, estamos en la buena senda, cada día funcionamos mejor como grupo" reitera el capitán del Hércules, convencido de que aún queda margen para tocar techo.

"El ambiente de trabajo es muy bueno, pero el del año pasado también lo era. Siempre es mejor llevarse bien, y este año salimos incluso a comer todos juntos"

"Estamos bien, pero queremos estar mejor. Y vamos por el camino correcto para conseguirlo. No sé cuándo se verá exactamente el pico que podemos dar, eso dependerá de muchos factores, pero lo que es seguro es que nos vamos sintiendo cada jornada mejor, y dentro de unas semanas estaremos mejor que ahora, sin duda", valora el futbolista alicantino, que no ve oportuno comparar el actual proyecto con los anteriores en los que estuvo aquí.

"No tenemos que compararnos con nadie, ni siquiera con nosotros mismos en años anteriores porque todo ha cambiado mucho. No puedo hablar mal de nadie en los años que llevo aquí. Los resultados no han acompañado, pero el trabajo siempre fue bueno, el trabajo queda ahí, aunque es evidente que en este deporte mandan los resultados", lamenta Raúl.

"No me toca a mí valorar si es o no bueno renovar un bloque de un año a otro casi por completo, pero hay una realidad que no se puede obviar: los dos años anteriores fueron malos"

"Este año, desde el principio, ha habido una conexión muy grande dentro del vestuario. Los nuevos se han adaptado a la ciudad muy rápido y el ambiente de trabajo es muy bueno, pero el del año pasado también lo era, yo sigo manteniendo relación con muchos de los compañeros. Siempre es mejor llevarse bien, y este año también es así, salimos incluso a comer todos juntos", revela el capitán herculano, ajeno a la política de fichajes por la que ha apostado la entidad este curso.

"No me toca a mí valorar si es o no bueno renovar un bloque de un año a otro casi por completo, pero hay una realidad que no se puede obviar. Los dos años anteriores fueron malos, acabaron muy mal, sin conseguir los objetivos y se puede entender, porque ha pasado en otros clubes igual de grandes que este como el Deportivo de La Coruña, que se opte por una renovación profunda", arguye el defensa blanquiazul, encantado con la llegada de Joan Truyols al vestuario tras compartir con él una temporada en el AEK Larnaca, en Chipre.

"Es muy amigo mío, le conozco bien y sé todo lo que nos puede ayudar. Tiene muy buena salida de balón, es muy contundente, puede jugar en varias posiciones y yo considero que es un gran refuerzo porque es un jugador muy completo", insiste Raúl Ruiz, para quien la principal virtud que quiere ver este año en el equipo es irrenunciable:

"Hay que saberse adaptar a las circunstancias singulares de cada partido, esa es la clave para obtener buenos resultados. Se demostró en El Prat. Hicimos todo lo que tocaba hacer en un campo con unas condiciones difíciles y frente a un buen equipo. Esa es una cualidad que no debemos perder", recuerda el hombre sobre el que Paco Peña quiso depositar desde que llegó el liderazgo del grupo en la cancha.

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"Truyols es muy amigo mío y yo considero que es un gran refuerzo porque es un jugador muy completo"

Después de un curso entero ejerciendo como extremo, disfrutando del ataque, pisando área, marcando goles, regresar al lateral no le supone ningún problema: "Soy un hombre de club y juego dónde el entrenador considere que puedo ayudar más. Yo disfruto ayudando al equipo, sumando, si es de lateral, perfecto; y si es jugando más adelante, pues también. No tengo un lugar favorito del campo. Y si no tengo que jugar porque así lo considera el míster, lo aceptaré de buen grado", asegura... sin que le tiemble el pulso.