Hércules 1-0 Manresa

Samu calma la ansiedad del Hércules con un derechazo

Un disparo desde fuera del área del lateral culminando una acción de estrategia permite a los alicantinos salvar un partido de claro dominio local

Los blanquiazules, fallones, debieron irse al descanso con el encuentro sentenciado sin necesidad de mirar el cronómetro al final

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Ganar es un alivio. La parte más bonita de cualquier juego. De la propia vida. Ganar te quita el hipo, un peso de encima y la manía de pensar mal. Te libra de los miedos, te ayuda a dormir, puede que hasta de un tirón si todavía no has superado la treintena. El Hércules salva la visita del Manresa sin acusar el golpe que le propinó el Atlético Saguntino en el bancal de esparto de Morvedre.

No fue como cuando regresó del barrio de Sant Andreu, que le costó horrores deshacerse del Andratx. Anoche solo le faltó un gol más para hacer sana justicia. El resto lo resolvió con brillantez, con la pasión y la entrega que se le presupone a quien se siente campeón por convicción. Pasó por encima de su rival como un rodillo, sin dejarle pensar, sin darle opción a crecer, a medrar, a hurgar en las dudas lógicas que brotan en los vestuarios si enlazas tres semanas tontas.

Ketu envió un remate de cabeza al travesaño y Carlos Abad no tuvo que intervenir ni una vez a lo largo de los 90 minutos

La propuesta fue perfecta. Sin fisuras. Un planteamiento novedoso para demostrar que todos se ganan la ficha que cobran, jugadores y técnicos. El regreso de Candelas al lateral zurdo recompuso la defensa y ayudó al encaje de Josema en el perfil izquierdo formando tándem con Ryan Nolan. Entre los dos, ni un error de concentración o de marca en los 90 minutos.

Carlos de la Nava gana un balón dividido pese a la oposición de dos jugadores del Manresa.

Carlos de la Nava gana un balón dividido pese a la oposición de dos jugadores del Manresa. / Alex Domínguez

Pero la batalla real no se libró ahí. En la zaga, se apagaron los tímidos destellos del cuadro manresano por pisar el área de Carlos Abad. Fue justo delante, en la medular, donde Torrecilla logró recuperar el control y la continuidad del juego que le había faltado en las tres citas precedentes. Cuatro centrocampistas puros ocupando el espacio de creación y de finalización, en ataque; y asfixiando la salida por dentro de la pelota en las escasas posesiones de más de tres toques trenzad por los catalanes.

Mangada como ancla, con Colominas a la derecha y Artiles a la izquierda, dándole aire y limpieza a la acción ofensiva, buscando siempre la alternativa de De la Nava, incólume a la espalda de Mendes, efectivo en la dirección de escena, ejerciendo de imán para acabar domando la mayoría de balones divididos, otorgando sentido, oxigenando siempre entre líneas, actuando a la vez de brújula y de muro.

Marcos Mendes falló dos ocasiones en la primera mitad, una de ellas muy clara con toda la portería para él

En ese rombo de actividad incesante se fraguó la victoria sin entrar en pánico, sin dejarse llevar por la urgencia del que juega en último turno consciente de que cualquier tropiezo le condena a una situación bastante incómoda justo antes de encarar la recta final del año.

La superioridad local en el centro del campo era tan flagrante, que el Manresa, un proyecto ambicioso que vive de cuidar el balón, de amasarlo, de distribuirlo con delicadeza, desapareció, se volvió burdo, vulgar, un bloque que, estando a un paso de la promoción, pareciera carne de descenso.

El Hércules debió marcharse al descanso con el duelo resuelto. Mereció haberlo hecho con suficiencia. Pero le faltó eso otro que se ve más a simple vista y que necesita subsanar pronto para que el viaje no se le llene de baches. Mendes desperdició dos ocasiones claras. Una de ellas, nítida, de esas en las que resulta más difícil equivocarse que acertar.

Marcos Mendes se queda sin poder rematar delante de Hurtado, que se le anticipa.

Marcos Mendes se queda sin poder rematar delante de Hurtado, que se le anticipa. / Alex Domínguez

Ketu sirve desde un flanco, De la Nava asiste con la cabeza y el ecuatoguineano, solo, libre de marca, justo delante del punto de penalti, cruza en exceso y falla con toda la portería para él solo. Cuatro minutos antes, en otro envío desde un costado, Nolan remató de cabeza bien, picado, pero Hurtado, en un prodigio de reflejos, evitó el 1-0.

No fueron las únicas acciones de peligro manifiesto. Hubo dos más con disparos librados que no encontraron puerta, así que el envite llegó al receso con el marcador intacto, pero con un favorito claro. No cambió nada en el regreso al campo. Se mantuvo la tónica, pero ahora jugando en la otra mitad, la que seguía defendiendo como podía el Manresa tras el cambio de porterías reglamentario.

Advertencia antes de ve puerta

El primer aviso lo dio Ketu partiendo desde la izquierda, haciendo de Alvarito mejor que el madrileño, relegado a la banqueta por unas supuestas molestias. Completó un escorzo, cabeceó el cuero a mala idea y la parábola, con el portero superado, se topó con la madera del larguero. El rechace se lo buscó Mendes que, en una posición inmejorable para marcar, la mandó fuera... otra vez.

Lo único que jugaba en contra del Hércules era el reloj. El tiempo, cuando no favorece, pesa, se vuelve huidizo y te obliga a ser temeroso sin tú quererlo. Se notó en la grada, en los pensamientos ingrávidos de la hinchada, en la respiración apresurada de quienes empezaban a temerse lo peor. 

El empuje blanquiazul acabó en un saque de esquina. Mangada y Artiles, muy juntos, marcaron la jugada. Saque en corto, descarga sobre Colominas para superar la presión y traslado a la otra banda aprovechando la atracción defensiva obtenida con las dos primeras maniobras. Resultado: obús de Samu Vázquez con la derecha desde la frontal dándole dirección al vuelo con el empeine, sexta victoria en casa y final de una racha perjudicial, una de esas que si dejas que se alargue te acaba comiendo, llenando de preguntas para las que no tienes respuestas fáciles... ni creíbles.

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HÉRCULES (1): Carlos Abad, Samu Vázquez, Nolan, Josema Gómez, Candelas, De la Nava (César Moreno, 89’), Artiles, Mangada, Roger Colomina, Ketu (Alvarito, 80’) y Marcos Méndez (Coscia, 60’). 

MANRESA (0): Hurtado, Reina (Yaya Sidibe, 79’), Moha, Nacho Pastor, David Pons (Marc Martínez, 79’), Nil Garrido, Álex Sánchez, Gilbert, Baquero (Pol Ballesteros, 65’), Omar Ouhdadi y Alpha Bagayoko (Tom Diawara, 65’). 

 GOL: 1-0, Min. 57: Samu Vázquez. 

ÁRBITRO: Javier García Rubio (Albacete). T. Amarillas: para Ryan Nolan, del Hércules, y para Omar Ouhdadi, del Manresa.

► ESTADIO: José Rico Pérez, con 6.100 espectadores en la grada, según el dato oficial facilitado por el club. Partido correspondiente a la jornada 14 en el grupo 3 de Segunda RFEF. En el descanso se celebró el concurso El Golazo de INFORMACIÓN.