Míchel: "Ha sido un orgullo vestir la camiseta del Hércules"

Irse nunca es fácil. Lograrlo sin hacer ruido, sin formar revuelo, educadamente a pesar de que te han dicho que no cuentan contigo unas cuantas veces, es una tarea a la altura de muy pocos. Míchel Herrero formalizó el lunes su salida del Hércules. Lo hizo perdonando una parte de las cantidades que tiene pendientes de cobro para que la ruptura fuese amistosa, sin necesidad de pisar los juzgados. El segundo capitán sigue los pasos de Raúl Ruiz, su principal apoyo en el vestuario el curso pasado.

Ambos son historia de la entidad y los dos dejan tras de sí un buen trato, con público y propiedad, sabiendo, porque juegan al fútbol, que la vida da muchas vueltas y mejor que todas las puertas se queden entreabiertas. Míchel quiso dirigirse a la hinchada y lo hizo como se hace todo ahora, a través de sus redes sociales. "Ha sido un orgullo vestir la camiseta del Hércules", expuso en un mensaje publicado en su perfil de Twitter.

Consciente de que su tiempo había pasado y de que sus oportunidades con Rubén Torrecilla no existirían porque el entrenador lo dejó muy claro justo antes del parón de Navidad, en público y en privado, el atacante facilitó el punto final a su relación laboral con la SAD propiedad de la familia Ortiz. Apenas 90 minutos disputados este curso entre Liga y Copa en un bagaje infinitamente lejos de lo que se espera del integrante del equipo con la ficha más alta, de ahí la necesidad de liberar ese lastre del racimo salarial.

Míchel Herrero cierra a oscuras su segunda etapa en el Hércules

A pesar de la decepción que ha supuesto su trayectoria crepuscular tras la ola de ilusión que generó su regreso hace dos veranos, el recuerdo que deja en la hinchada es amable, de ahí las numerosas muestras de afecto que le han ido brindando desde que se hizo oficial la ruptura de un contrato que debía expirar el 30 de junio.

En el mismo sentido se expresaron quienes le tuvieron más cerca en el día a día. Para tres de ellos, Álvaro Hernáiz, Rafa de Palmas y Jean Paul N'Djolí, la influencia y el respaldo de Míchel ha resultado trascendental y así se lo hicieron notar en el ciberespacio.

"Me despido de una etapa de mi carrera profesional que siempre recordaré con mucho cariño", dice el "21" en su alegato de despedida, que deja entrever un adiós agridulce, el que le deja saber que fue capaz de "devolverle la ilusión" a su afición, aunque no hasta el punto que todo el mundo deseaba, él también. "Me hubiese gustado ayudar al equipo hasta el final, pero estoy seguro de que volveréis donde os merecéis. Muchas gracias por todo. ¡Macho Hércules!", gritó Míchel antes de apagar el teléfono móvil en el primer día de un nuevo comienzo.