La polémica no cesa en El Verger, después de que el alcalde, Ximo Coll, se vacunara contra el coronavirus pese a no formar parte de ninguno de los grupos de riesgo prioritarios. Desde entonces se le viene reclamando la dimisión, petición ésta a la que se sumaba este pasado fin de semana la del propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, alegando razones de ética. Pues ni por esas, porque el primer edil se niega a abandonar el cargo, al entender que no actuó de forma incorrecta. Así lo tiene previsto comunicar hoy en el pleno municipal solicitado por la oposición, la cual ha vuelto a arremeter contra Coll por, en pleno pico de la pandemia, y pese a las restricciones, haber decidido convocar la sesión para que se celebre de forma presencial en lugar de por vía telemática.

Los alcaldes socialistas de Els Poblets y El Verger, que además son matrimonio, se vacunaron saltándose el protocolo. Argumentaron que se les había llamado desde el centro de salud de la primera localidad y que esas dosis se habrían desechado si no se las hubieran administrado. Estas explicaciones no convencieron a los grupos de la oposición municipal, Compromís y PP, que solicitaron la convocatoria de un pleno para reclamar su dimisión. A esta petición se sumó el propio PSOE, que los ha suspendido de militancia de manera cautelar, y el mismo presidente de la Generalitat, Ximo Puig, sobre la base de que es una cuestión que afecta a la ética.

Pues bien. Ese clamor, que llega refrendado por su jefe de filas, parece no haber calado en el primer edil de El Verger, que, en declaraciones efectuadas ayer a este diario, descartaba renunciar al cargo, al entender que no ha actuado de forma incorrecta.

Así lo piensa comunicar hoy en el transcurso del pleno que él mismo ha convocado a solicitud de la oposición, y que ha acrecentado la polémica debido a su decisión de que se celebre de forma presencial, después de meses de sesiones realizadas por vía telemática. Coll justifica esta decisión sobre la base de que «es un pleno de la suficiente importancia como para que nadie se esconda detrás de una cámara. Las comisiones de ayer sí que se celebraron de manera telemática, pero el pleno, insisto, tiene mayor relevancia». Con todo, el alcalde asegura que «se va a desarrollar con todas las medidas de seguridad, teniendo en cuenta, entre otras cuestiones, que el aforo es de 30 personas y sólo vamos a ser 11».

No opinan igual, en cambio, el resto de grupos. El portavoz de Compromís, Basili Solart, no duda a la hora de calificar de «irresponsable» la decisión de Coll. «En medio de los días más duros de esta pandemia, donde las nuevas restricciones limitan el contacto social de una manera aún más estricta, el todavía alcalde decide convocar un pleno presencial para montar un grotesco espectáculo. De nuevo, pretende avergonzar a todo el pueblo con sus salidas de tono», lamenta. Igualmente crítico se muestra el PP, desde cuyas filas se destaca que esta convocatoria presencial contradice todas las recomendaciones sanitarias.

El portavoz de Compromís, asimismo, lamenta que Ximo Coll «se quiera aferrar al cargo», y amenaza con plantear una moción de censura junto al PP para desalojarlo del Ayuntamiento. «En cualquier caso -subraya- esperamos no tener que llegar ahí, por lo que confiamos en que en el PSOE sean capaces de convencerlo».