Los alcaldes de El Verger y Els Poblets , los socialistas Ximo Coll y Carolina Vives, fueron vacunados de la primera dosis contra el covid con viales que se iban a perder si no se utilizaban. Así lo declararon este lunes los sanitarios que estaban citados como testigos por la magistrada de Dénia que instruye el proceso por la supuesta inmunización irregular de los munícipes.
El matrimonio formado por Coll y Vives también declaró en la misma jornada pero en calidad de investigados. Ambos fueron denunciados por la Fiscalía, al igual que el primer edil de La Nucía, el popular Bernabé Cano, por saltarse el calendario establecido en la campaña de vacunación prevaliéndose de su condición de alcaldes.
A los dos primeros se les administró la primera dosis de Pfizer hacia las 15 horas del 8 de enero en el centro de salud de El Verger, cuando ya se había inmunizado a los citados para ese día y quedaban viales que iban a estropearse. Por eso se les llamó, según declararon los sanitarios.
Cano fue vacunado a primeras horas del día de Reyes en una residencia de mayores de su localidad, donde el acceso a toda persona ajena a la misma estaba prohibido, antes de que se hubiera hecho lo propio con todos los usuarios y el personal socio sanitario. En este caso, la magistrada de La Vila en quien recayó la instrucción ha abierto procedimiento abreviado al ver indicios criminalidad en la actuación del también diputado provincial del PP.
Coll y Vives, suspendidos de militancia desde que se tuvo conocimiento de su vacunación, llegaron a su cita ante la juez como se marcharon: cogidos de la mano y declinando hacer comentarios.
La abogada María Risueño, quien se ocupa de la defensa de la pareja, también optó por no hacer declaraciones aunque su semblante relajado al finalizar la jornada lo decía todo. A la pregunta de si sus clientes estaban contentos tras su comparecencia ante la juez María Luisa Calabuig, se limitó a asentir con una sonrisa.
Como únicos apoyos visibles a los primeros ediles, una hermana de la regidora de Els Poblets y el alcalde de Pego, el también socialista Enrique Moll, quien abrazó y defendió con vehemencia a sus dos compañeros de partido.
Una mañana larga
La mañana se hizo larga. Los dos alcaldes llegaron poco antes de las 11.30 horas, cuando estaban señaladas las declaraciones. Dentro del Palacio de Justicia ya se encontraban el gerente del departamento de salud de la Marina Alta, Luis Carretero, la directora del centro de salud de El Verger y la responsable de Enfermería
Los sanitarios explicaron que a Coll y a Vives se les vacunó siguiendo un «criterio clínico», que se descongelaron más dosis de las precisas y que se les requirió porque se iban a perder. Y añadieron que fue el 15 de enero cuando se estableció claramente el protocolo sobre las vacunas sobrantes y que debía evitarse eso de llamar a última hora a alcaldes o concejales de Sanidad (lo que ocurrió con la edil de Dénia, la también socialista Cristina Morera, quien sí dimitió cuando trascendió su vacunación irregular) para que ellos buscaran a «voluntarios» para vacunarse.
