Plagas

Explosión de chinches en España: aumentan un 71% en lo que va de año

Es un insecto de molesta picadura, pero que raramente provoca una infección grave en humanos

Las chinches de cama registran una expansión en España

Las chinches de cama registran una expansión en España / SEM-UBC

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

Las chinches parecen haber iniciado una expansión acelerada debido al calentamiento del clima y cada vez invaden más espacios en España, y durante más tiempo. Las quejas ciudadanas por la proliferación de este insecto se suceden en casi todas las comunidades autónomas. Datos del Ministerio de Sanidad apuntan a que su presencia aumentó un 70% entre 2019 y 2020, aunque cifras más recientes de las empresas de control de plagas afirman que entre enero y septiembre de este año el aumento ha sido del 71% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Hay muchas variedades de chinches, aunque las más habituales y molestas son las llamadas chinches de cama (Cimex lectularius), que suelen aparecer en horario nocturno y pican a las personas, atraídas por su calor y aroma corporal, y por el dióxido de carbono que liberamos al respirar. Es decir, más o menos el mismo motivo por el que nos pican los mosquitos.

Imagen de una chinche sobre la piel humana

Imagen de una chinche sobre la piel humana / wikipedia

Las chinches de cama, cuyo tamaño es de unos pocos milímetros, se alimentan de sangre, tanto humana como animal, y suelen habitar en recovecos y pequeños espacios ocultos, puesto que rehúyen la luz. Sobre todo están presentes en dormitorios, cerca de las camas.

Se alimentan de sangre, tanto humana como animal, y suelen habitar en recovecos y pequeños espacios ocultos, puesto que rehúyen la luz

Su picadura, que deja rojeces en la piel, es molesta pero no peligrosa. Al contrario de lo que sucede con otros insectos que pican, como los mosquitos, no se ha demostrado que las chinches de cama transmitan enfermedades con sus picaduras.

¿Aumenta la resistencia y adaptación de las chinches?

Aunque estos insectos no soportan las temperaturas demasiado elevadas, cada vez más estudios científicos están detectando que parecen haberse adaptado al calor extremo y que también se estarían haciendo resistentes a los pesticidas. Estos factores ayudarían a explicar la proliferación que se observa no ya solo en España, sino en muchas otras ciudades donde esta plaga está creando verdaderos problemas públicos, como sucede en París o en la ciudad de México.

Desde enero de 2020, las empresas españolas especializadas en control de plagas declaran haber registrado un incremento constante de chinches, lo que las obliga a intensificar sus actuaciones para controlar las poblaciones de este molesto insecto.

La picadura es molesta pero en principio no es peligrosa

La picadura es molesta pero en principio no es peligrosa / Agencias

Según una de estas empresas, Anticimex, las cinco comunidades autónomas con mayor actividad serían: Madrid en primer lugar, seguida por Cataluña, con especial incidencia en Barcelona; Aragón, Comunidad Valenciana e Islas Baleares. En estas regiones, precisamente hay mucha actividad y tráfico de personas, por su fuerte industria turística, lo que favorece las infestaciones de chinches de cama.

Las autonomías con mayor incidencia son, por este orden: Madrid , Cataluña, Aragón, Comunitat Valenciana e Islas Baleares

Estos insectos se propagan con los desplazamientos de personas. Los medios de transporte o cualquier actividad social facilitan la transmisión de las chinches y permiten que lleguen a los hogares, donde se instalan en los dormitorios cerca de las camas, explica esta empresa.

¿Qué hacer si nos han picado ya las chinches? Lo primero que debe hacerse es lavar la zona afectada con agua y jabón. Para aliviar el picor se pueden utilizar pomadas que se venden en farmacias o bien aplicar compresas frías. Es importante no rascarse el área afectada, ya que hacerlo se corre el riesgo de provocar una infección. Si esto acaba ocurriendo, hay que acudir a un especialista para que recete algún fármaco para combatir dicha infección, como puede ser un antibiótico.

Aunque no es frecuente, en el caso de que haya una respuesta inmune muy severa, se pueden administrar corticosteroides inyectables, antihistamínicos o epinefrina.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es