Sequía

El 46% de los manantiales de Cataluña se han secado en 10 años, según un estudio

Los investigadores alertan de que las fuentes naturales del Mediterráneo van camino de desaparecer

Casi la mitad de las fuentes de Cataluña se han secado en 10 años

Casi la mitad de las fuentes de Cataluña se han secado en 10 años / Agencias

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

Los pequeños y medianos manantiales de agua que brotan del suelo en los campos y bosques del Mediterráneo son fuente de vida, impulsan la biodiversidad y son garantía de salud para los espacios naturales. Sin embargo, cada vez se van secando más y estos surtidores de agua van desapareciendo, dejando también sin caudal a torrentes y arroyos.

De acuerdo con un estudio publicado en Global Change Biology, que ha liderado el centro de investigación CREAF, las fuentes del Mediterráneo están en riesgo de desaparecer a causa del aumento de temperatura y de su abandono. Esto, sumado a la contaminación del agua, supone una amenaza para la biodiversidad que albergan, que incluye especies únicas.

La publicación se centra en varias fuentes que ya se han secado en Cataluña en la última década, pero los autores alertan de que esta situación se extiende al resto de la costa mediterránea. Para revertir este proceso, los autores proponen, entre otras medidas, restaurar la naturaleza y el flujo de agua en las fuentes secas, así como conservar aquellas que todavía funcionan.

“A pesar de ser infraestructuras pequeñas, son focos de biodiversidad y acogen multitud de especies, como algunos musgos, anfibios y crustáceos, con un nivel de endemismos inusualmente elevados”, señalan los investigadores.

Comunidades biológicas asociadas a las fuentes naturales

Comunidades biológicas asociadas a las fuentes naturales / creaf

Entre las causas, los autores señalan las olas de calor continuadas y los episodios de sequía, sumado a la contaminación del agua que provocan la agricultura y ganadería intensivas, los microplásticos o los fármacos.

El 46% de las fuentes se ha secado en 10 años

Para demostrar el riesgo real que sufren las fuentes, la publicación recoge los resultados de una investigación que revela que el 46,2% de 31 fuentes en Cataluña se han secado desde que empezaron a hacer seguimiento en 2013. "Esto nos da pistas de lo que puede estar sucediendo en otros lugares", alerta Marcos Fernández-Martínez, investigador ERC en el CREAF, primer autor de la publicación y coordinador del caso de estudio.

"El clima mediterráneo se caracteriza por ser árido y con pocas precipitaciones. Por lo tanto, las fuentes representan pequeños oasis húmedos que, normalmente, se encuentran dispersos en el paisaje y aislados entre sí", explica Fernández-Martínez, que también es investigador de la Facultad de Biología de la Universitat de Barcelona.

Esto, precisamente, facilita que haya un alto número de especies endémicas, es decir, únicas y exclusivas de una o pocas fuentes. Algunos ejemplos típicos son el musgo formador de piedra pómez Palustriella commutata, el sapo partero Alytes obstetricans, la hepática Apopelia endiviifolia o varias especies de crustáceos microscópicas.

Imagen de un manantial

Imagen de un manantial / Agencias

"El problema es que, cuando se secan, estas comunidades desaparecen con ellas. En Cataluña, por ejemplo, ya hemos observado que han desaparecido los ecosistemas fontinales en el Montseny, entre otras, la Font de las Nàiades (Montseny) o en el Maresme, como la Font del Ferro", explica Fernández-Martínez.

Además de la riqueza que las habita, los manantiales constituyen refugios climáticos donde los animales acuden para protegerse del calor, beber agua o reproducirse. Se observan desde ciervos o pájaros que se hidratan, a salamandras, que buscan un ambiente fresco, o larvas de sapos que necesitan el agua para crecer. "Con el cambio climático, esta función es cada vez más necesaria", comenta Fernández-Martínez.

Situación crítica en Cataluña

Los datos del caso de estudio pertenecen al proyecto Fonts que coordina el ICHN en colaboración con el CREAF. Desde 2013 ambas entidades analizan el estado de los manantiales localizados en la Cordillera Litoral Catalana. En 2023, constataron que, contando las 31 fuentes que habían empezado a estudiar en 2013, se había experimentado una reducción del 92% en el caudal de agua y prácticamente la mitad ya estaban secas.

El equipo que ha hecho el seguimiento identifica tres factores. Por un lado, los episodios de sequía de 2021-2022, ya que durante estos años llovió un 30% menos en comparación con el periodo 2011-2012. Otro factor importante es que la temperatura ha aumentado de media un 0,6 °C en esta última década, lo que provoca que el agua se evapore más.

Además, algunas de ellas se encuentran abandonadas, de forma que los conductos se atascan y no puede llegar el agua del acuífero. "A esto tenemos que añadirle la contaminación. Los cultivos intensivos emplean fertilizantes, herbicidas e insecticidas, algunos de ellos pasan a través del suelo a los acuíferos, que son los que proveen de agua a las fuentes", explica Estela Romero, investigadora del CREAF y de la UB y co-autora del artículo.

Los manantiales son fuente de vida

Los manantiales son fuente de vida / Freepik

"En la primavera de 2023 empezamos una nueva investigación para hacer seguimiento a largo plazo de otras 32 fuentes de Cataluña", añade Fernández-Martínez.

Medidas para conservar y restaurar

Para recuperar las fuentes y la vida que acogen, la investigación incluye varias propuestas. Una de las soluciones pasa por restaurar y mantener el caudal de agua de las que todavía funcionan; por ejemplo, retirando las raíces que colonizan los conductos para facilitar que el agua brote de nuevo.

Otra de las medidas es devolver a la fuente a su estado natural, esto implica potenciar la vegetación en los alrededores, permitir que el agua se filtre por las cañerías para crear pequeños charcos o crear muros de piedra para que los anfibios puedan protegerse del calor. "En este proceso de restauración también es importante no retirar plantas y musgos, sino dejar que se desarrollen libremente", explica Fernández-Martínez.

Por último, el equipo reivindica que también deben incluirse medidas que protejan el ecosistema fontinal por parte de las administraciones estatales y regionales.

El trabajo lo firman 17 especialistas de varias entidades que han analizado el valor del ecosistema fontinal y las amenazas a las que se enfrentan en países europeos como España, Italia o Portugal, pero también otras zonas como California (los EE. UU.), Chile central, la región del Cabo Occidental (Suráfrica) o el suroeste de Australia. Las instituciones que han participado son catalanas y españolas, como la Universitat de Barcelona, el Institut de Recerca de la Biodiversitat de la UB (IRBio), la Institució Catalana d'Història Natural (ICHN), el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, la Universidad de Vigo, el IDAEA-CSIC, BioSciCat, el IRTA, la Universidad Miguel Hernández de Elche, e internacionales, como la Universidad de Bolonia, Universidad de Oporto y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zúrich.

Estudio de referencia: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/gcb.16997

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