El sábado de la semana que viene, 26 de junio, por fin, las mascarillas dejarán de ser obligatorias al aire libre, dejando atrás largos meses en los que había que llevar la boca y la nariz tapada en todo momento, lugar y circunstancia cuando se cruzaba el umbral de la vivienda, pese a que la medida se ha comprobado poco útil para combatir el coronavirus. Ahora que bajan los contagios y avanza la vacunación, la prenda, en el exterior y guardando la distancia mínima interpersonal de un metro y medio, pasará a ser optativa, tras semanas en las que las autonomías presionaban para dar el paso, en línea con lo aprobado por otros países del entorno europeo.

Como en casi todas las buenas noticias relacionadas con el Covid-19, desde el fin del confinamiento estricto hasta la llegada de las principales remesas de vacunas, el encargado de darla fue Pedro Sánchez. “Nos vamos acercando cada día a la normalidad a secas”, dijo en Barcelona el presidente del Gobierno, durante la clausura de la XXXVI reunión del Cercle d’Economia, dejando claro que esto ya no es la llamada “nueva normalidad”, sino un claro avance hacia el retorno a la vida anterior a la pandemia.

“Nuestros rostros recuperarán su aspecto normal. Volveremos a disfrutar de una vida en la calle sin mascarilla (…). Estamos cumpliendo todos los hitos que nos hemos marcado frente a la pandemia. Por todo ello, este será el último fin de semana con mascarilla en exteriores”, continuó Sánchez.

La vía más rápida

El artículo 6 de la ley 2/2021, del pasado 29 de marzo, prescribe la obligatoriedad de la mascarilla tanto en interiores como en exteriores, sea cual sea la distancia, hasta que finalice la emergencia sanitaria. El próximo jueves, el Consejo de Ministros se reunirá de forma extraordinaria y pondrá fin a esta norma por la vía más rápida: a través de un decreto que la derogará, explicaron fuentes de la Moncloa. Entrará en vigor el sábado y deberá ser refrendado por el Congreso de los Diputados en los 30 días siguientes, algo que el Gobierno, salvo sorpresas, logrará sin problemas. 

Fecha de caducidad para las mascarillas

Fecha de caducidad para las mascarillas Agencia ATLAS | Foto: EFE

Sánchez no tendría por qué esperar hasta el jueves para dar el paso. El decreto no es muy complejo de redactar. Pero en el Ejecutivo señalan que antes de aprobarlo quieren escuchar a las comunidades, que se reunirán el miércoles dentro del Consejo Interterritorial de Salud. Las mismas fuentes también admiten que no sería conveniente que el fin de las mascarillas en el exterior coincidiera con los indultos a los líderes independentistas presos por el referéndum del 1-0, que en principio aprobará el Consejo de Ministros en su cita ordinaria del martes, porque transmitiría, argumentan, la imagen de que busca tapar una medida con otra.

En cualquier caso, la efectividad de la mascarilla en el exterior frente al coronavirus está puesta en cuestión por numerosos estudios científicos. Los contagios son rarísimos al aire libre, a diferencia de en interiores, donde la prenda seguirá siendo obligatoria, lo que provocará que haya que tenerla siempre cerca, aunque sea en el bolsillo, por si acaso hay que entrar en un comercio o subirse al transporte público.

Tres ejemplos. Un equipo de investigadores empleó modelos matemáticos para concluir que en una ciudad como Milán, si el 10% de su casi millón y medio de habitantes estuviese infectado, una persona tendría que estar más de 31 días seguidos en la vía pública, sin la boca y la nariz tapadas, para contraer el patógeno. En China, un estudio analizó 1.245 casos y solo encontró uno en el que la transmisión tuvo lugar al aire libre. En Irlanda, de los 232.164 positivos detectados hasta principios de abril, el número de contagios en el exterior fue de 262, alrededor del 0,1%. Y todo esto con unos niveles de vacunación muy inferiores a los actuales. Cerca del 50% de los españoles ya han recibido al menos una dosis.

Prudencia entre los epidemiólogos

Aun así, los expertos consultados tras el anuncio de Sánchez piden mantener la cautela. Sobre todo, por el avance de la variante india, mucho más contagiosa. “Entiendo que Sanidad tiene datos que sugieren que la variante india no progresa en España, como sí lo hace en el Reino Unido y Portugal. En ese caso, con los niveles de vacunación actuales, se pueden levantar ciertas restricciones, pero teniendo presente que si aumenta esta variante de forma exponencial habrá que volver a imponerlas”, señala Rafael Bengoa, que fue consejero de Sanidad de Euskadi entre 2009 y 2012 y asesor sanitario de Barack Obama. 

“Todavía nos falta por conocer detalles de cómo se aplicará la relajación de la mascarilla al aire libre. Yo recomendaría seguir usándola a las personas que no estén completamente vacunadas. Podría pasar que repitamos el error del verano pasado. Parecía que el problema no existía, que el covid volvería en invierno. Hubo mucha relajación y en julio comenzaron a aumentar los casos. Y ahora podría pasar lo mismo, por la variante india”, argumenta Joan Caylà, de la Sociedad Española de Epidemiología. 

José Martínez Olmos, exdirector general de Sanidad y profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, cree que ha llegado el momento de flexibilizar la mascarilla en el exterior, pero también receta prudencia. “Dentro de 10 días rondaremos probablemente una incidencia de 70 casos por cada 100.000 habitantes [ahora es de 96] y con más cobertura de vacunación, incluso en la población menor de 40 años –explica-. Pero hace falta seguir teniendo conciencia de que todavía no hemos acabado con la pandemia. En especial, la población no vacunada debe seguir con los mecanismos de prevención”.