Comerciantes se quejan ante la peligrosidad de la calle Pintor Picasso de San Vicente

El ruido y el exceso de velocidad en pleno eje comercial sigue siendo una preocupación para los propietarios de las tiendas

La calle Pintor Picasso, una de las principales vías de San Vicente

La calle Pintor Picasso, una de las principales vías de San Vicente / Pedro Sáez

No hay que fijarse mucho en la calzada de la calle Pintor Picasso para encontrar las huellas de este laberinto interminable de una sola dirección. Las conversaciones vecinales tienen por protagonista una estrecha calzada en una de las vías principales del municipio, el temor y la preocupación por cualquier futuro desastre apunta a un mismo lugar. En este caso, todos los caminos llevan a la Pintor Picasso. 300 metros aproximados de un amplio abanico de comercios, una carretera adoquinada que musicaliza la mañana a la vista del propio Ayuntamiento, varios parkings como desagüe del tráfico unidireccional y coches que juegan al Scalextric. Una escena más que apta de analizar.

Pedro José Gómez regenta una tienda de aparatos electrónicos a pie de Pintor Picasso y sigue sin poder reunirse con el equipo de gobierno, el actual y el pasado. "Me dijo el Jefe de la Policía que hasta no haya siniestros no harán nada. Mazón estuvo hace un mes con el alcalde en mi comercio y me dijo que habría una solución". Casi un año desde la llegada del nuevo gobierno y el adoquinado con el que los coches hacen percusión sigue ahí. El propio Pachi Pascual confiesa que "somos conscientes de que existen quejas vecinales por el tipo de calzado". Es tal el ruido que Mauricio Rojas, el director de varios establecimientos de la Pintor Picasso, como la librería La Casa de Papel lo confirma, "intentas tener una conversación con la gente de la calle pero te tienes que meter a la tienda o esperar a que pasen los coches". El equipo de gobierno actual ha parcheado algunas zonas de la calzada, pero parece que para los comerciantes no es suficiente.

Una vía que como marcan algunas de las señales de tráfico a su largo, se debería circular a 20 km/h, no hacen faltan más de diez minutos para comprobar que los vehículos no respetan las normas viales, siendo además de un peligro para los peatones una oportunidad perfecta para hacer más ruido si cabe. "No es concebible que una de las calles más importantes de San Vicente tenga la densidad de tráfico que tiene", comenta Gómez. Además, añade que "los vehículos aceleran por inhercia, no se ven bien las señales y al no tener coches que te salgan de otras calles, pues corren más". Una realidad que se ve en el día a día, "pocas personas respetan las señales, la mayoría siempre van con prisas, he notado que la gente prefiere no pasar por la calle por miedo", destaca Rojas.

Está claro que algo hay que hacer, lo que no se ejecutó en la pasada legislatura se debe modificar en esta, así lo propone el alcalde, "hemos encargado un contrato menor para actualizar el proyecto, sobre todo en el tema técnico, queremos que sea una solución a medio plazo". Una medida que pasa por "actualizar los precios de los materiales, una calle que necesita urbanizarse", matiza Pascual. Los comerciantes solicitan medidas para frenar a los coches, como videovigilancia o badenes que obliguen al conductor a reducir la velocidad. Una propuesta que el alcalde ha dejado en el aire, puesto que "esto está nivelado por la zona de bajas emisiones, tendremos que hacer un estudio más global, no solo de esta calle, sino para todo el municipio".

Está claro que en la Pintor Picasso, si no se toman medidas para frenar las caídas de personas mayores por el estado de los baldosines, el ruido de los adoquines o la excesiva velocidad de los coches, las quejas no cesarán, tal y como transmite Gómez con las palabras que le dijo el Jefe de la Policía: "hasta que haya siniestros".