El futuro de la Carta Magna

Solo Dinamarca y Rumanía han reformado menos sus constituciones que España

Este tercer cambio responde a una histórica reivindicación de los colectivos de personas con discapacidad

Detalle de la Constitución Española, expuesta en el Congreso de los Diputados.

Detalle de la Constitución Española, expuesta en el Congreso de los Diputados. / Archivo

José Rico

Quince años es el tiempo medio que tarda en reformarse la Constitución en España. La sustitución del término 'disminuido' por 'personas con discapacidad' es la tercera modificación de la Carta Magna desde 1978. Tres reformas en 45 años, y las dos primeras (1992 y 2011) fueron para cambiar dos artículos en cumplimiento de sendas exigencias de la UE: regular el derecho de los extranjeros a presentarse a las elecciones municipales tras la firma del Tratado de la UE y garantizar el equilibrio presupuestario y el límite de déficit en plena crisis económica. Este tercer cambio responde a una histórica reivindicación de los colectivos de personas con discapacidad.

Pero si aquí reformar la Constitución parece una misión casi imposible, en la mayoría de países de la UE es una práctica común y habitual. España es el tercer estado miembro que menos cambios ha introducido en su ley fundamental, solo por detrás de Dinamarca y Rumanía. En el caso de los rumanos, su carta magna es bastante más joven, de 1991, y solo la han cambiado una vez en 33 años. Los daneses, en cambio, tienen una de las constituciones más antiguas de Europa, de 1849, y solo la han modificado cuatro veces en 175 años.

El promedio de Dinamarca sería de un retoque cada 44 años, pero la realidad es que la última modificación se llevó a cabo hace siete décadas, en 1953, y no ha habido ninguna más desde entonces. La web del Parlamento danés explica que el texto es muy general e inconcreto, por lo que, pese a su antigüedad, no choca con los cambios de la realidad social. De hecho, una de las críticas a la Constitución española es su excesiva rigidez, pues exige elecciones y referéndum en caso de reformas sustanciales.

Si buscamos constituciones con edades similares a la española, el mayor contrapunto a nuestro país es Suecia, cuya norma fundamental cumplirá este año medio siglo de vida y se ha reformado en 36 ocasiones. El promedio es de una modificación cada año y medio, lo que sitúa a la sueca como la segunda ley de leyes más retocada de la UE, superada solo por la de Alemania. La carta magna germana data, de 1949, cumplirá en noviembre 45 años y ya tiene 62 reformas a sus espaldas. Y la de Austria, de 1945, atesora 56 cambios en 79 años.

Además de España y Suecia, otros dos países aprobaron constituciones en la década de 1970, en ambos casos tras años de sendas dictaduras. Grecia refrendó la suya en 1975 y un año después hizo lo propio Portugal. Pero mientras los griegos solo la han cambiado cuatro veces en 49 años, a una media de 12 años entre reforma y reforma, los portugueses la han retocado siete veces en 48 años, prácticamente una vez de cada siete años.

Más allá de los promedios, el afán reformador de cada país depende mucho más de la coyuntura política e histórica que de la antigüedad de la constitución. La de Hungría, de 2011, es la más joven de la UE y ya ha sido modificada seis veces en 13 años. Una media de poco más de dos años entre cambios que se repite, por ejemplo, en Irlanda, pese a que su carta magna tiene 87 años de vida y ya ha atravesado por 34 reformas. Se aprobó en 1937, en los primeros cuatro años se cambió dos veces, hasta los años 70 no se volvió a tocar y en esa década hubo cinco modificaciones. En las siguientes dos décadas se dieron otras 12 reformas, y desde el año 2000, otras 13.

Tres constituciones de la UE datan del siglo XIX y en todas ellas los ritmos de reforma de los textos mejoran el promedio español. La más antigua es la de Países Bajos, de 1814, a la que se le han introducido 25 cambios en 210 años, a una media de uno cada ocho años. En 1831 sancionó Bélgica una carta magna que se ha modificado en 34 ocasiones durante 193 años, a un cambio cada cinco años. Y en 1868 promulgó su ley fundamental Luxemburgo, que ha sido retocada 24 veces en 156 años, a una reforma cada seis años.

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