Partido Popular

Ayuso acusa a Sánchez de sumir España en un "estado de paralegalidad" y amenazar a la justicia

Advierte a Sánchez que "no se atreva a tocar el Poder Judicial" y denuncia que está "minando el orden constitucional impunemente"

Ayuso afirma que Sánchez "no debe seguir un segundo más" y tilda su carta de "impresentable"

Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: CAM

Elena Marín

Isabel Díaz Ayuso ha dejado pasar las horas antes de referirse a la carta de "reflexión" de Pedro Sánchez. Ayer, mientras todos los partidos, favorables y contrarios, daban su opinión, la presidenta regional guardó silencio, cuando en otras ocasiones ha sido la primera en salir a dar un bofetón dialéctico a Sánchez. Pero esta mañana, desde Valladolid, ha tachado la carta de "impresentable" y ha acusado al presidente de sumir a España en un "estado de paralegalidad" por llevarla a un "vacío de poder" en estos cinco días de reflexión que ha anunciado tras conocerse las investigaciones a su mujer, Begoña Gómez.

La dirigente madrileña señala que con esta actitud Sánchez y su gobierno "pueden hacer lo que quieran, dimita o no", y le alerta de que, en su opinión, está utilizando su misiva a la ciudadanía como una suerte de amenaza a los jueces: "¿Está amenazando la independencia judicial? Que lo diga, porque eso es lo grave, que su carta alegal nos deja en un limbo institucional para que cualquier cosa sea posible".

"Lawfare"

Llega a esta conclusión, según ha explicado en un foro de El Norte de Castilla en la que ha estado acompañada por su homólogo Alfonso Fernández Mañueco, porque entiende que "sus redes mediáticas ya lo convierten en un asunto de lo que llaman “lawfare” y advierte de que pondrá pie en pared: "No se atreva a tocar el Poder Judicial, no crea que va a seguir minando el orden constitucional impunemente".

"Cuando creíamos que no cabía mayor indignidad, Sánchez nos comunica por carta que se escaquea del control dejando a España sin agenda, buscando su impunidad", ha apuntado durante su intervención, en la que ha recordado, como hizo anoche Alberto Núñez Feijóo, que este anuncio llega en plena campaña electoral en Cataluña e insinuando su relación de alguna manera.

Echa en cara a Sánchez que hace solo "dos días buscaba protagonismo jugando a ser estadista, con desaires a Israel, a los Estados Unidos, y solo conseguía que lo alabasen Hamas o el Grupo de Puebla" y que, sin embargo ahora "se descuelga con una carta que nos deja en el desgobierno total, dispuesto a enfrentar a los españoles para escapar de sus responsabilidades, sin dar una sola explicación y poniendo en la diana a la propia Justicia".

Mañueco, por su parte, ha criticado que Sánchez "se coja cuatro días libres cuando se ve asfixiado por la corrupción" y denuncia que España necesita un presidente "que gobierne". "Su tiempo se ha agotado", ha concluido antes de dar la palabra a Ayuso.

Sentimentalismo y victimismo

Ayuso dice estar preparándose "para la performance del lunes" tras el "desconcierto y el estupor" que le provocó inicialmente la carta y está convencida de que es una huida hacia adelante de Sánchez, a quien cree capaz de "hacer explotar la convivencia" para mantenerse. "Ni él mismo sabe cómo saldrá el lunes", ha especulado la presidenta madrileña, relatando que cree que es el mismo esquema que le llevó a convocar las elecciones generales al día siguiente de las autonómicas.

No ha dudado en descalificar el texto del presidente por situarse "en el sentimentalismo", con intención de provocar un "chantaje emocional" a la sociedad, cuando "lo que duela más o menos se gestiona en casa" como dice hacer ella. Ha comparado así la situación de Sánchez con la suya propia. "Cinco semanas" no son equiparables a "cinco años", que son los que ella afirma que lleva sufriendo un acoso por parte de la oposición y del Gobierno en torno a toda su familia. Ha acusado así a Sánchez de querer hacerse la víctima, insistiendo en que ella no lo hace, pero mostrando al final los ataques recibidos y su resilencia al frente de la Comunidad como ejemplo, dando muestra a su vez de su papel de víctima.

Por último, además de lamentar que Sánchez ha logrado replicar en toda la sociedad española la división que los nacionalismos han creado en Cataluña y País Vasco, ha intentado contraatacar al presidente aseverando que es "un hombre obsesionado con el poder", en contra de lo que él mismo dice en esa carta, en la que asevera que no tiene apego al cargo.