El PSC roza la victoria y Junts refuerza su ventaja sobre ERC, según una encuesta del GESOP

Las elcciones catalanas del próximo domingo pueden inaugurar una etapa política tan inédita como endemoniada. Superado el ecuador de la campaña, la última fotografía demoscópica que permite la ley electoral confirma al PSC como claro favorito para repetir triunfo y a Junts como primera fuerza independentista a costa de una ERC en caída libre. Salvador Illa y Carles Puigdemont serían los candidatos con opciones de ser president, pero los fuertes trasvases de voto que se están produciendo durante la campaña arrojan, a seis días de los comicios, un escenario en el que la única alianza con una mayoría garantizada sería, precisamente, la de socialistas y posconvergentes.

La última encuesta antes del 12-M del Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) para El Periódico de Catalunya, del mismo grupo editorial que este diario, refleja que, en las últimas dos semanas, el PSC ha sumado dos escaños y podría obtener hasta 42, Junts ha subido tres diputados y podría llegar a los 37, y ERC se ha dejado por el camino hasta siete parlamentarios y podría quedarse con 21, una docena menos que las elecciones de 2021. Comuns Sumar sale mal parado del crecimiento socialista y la CUP se beneficia del bajón republicano, pero ambas formaciones serían claves para apuntalar mayorías. La campaña también ha hecho mella en el PP, que ve cómo Vox consigue empatarle. Y otra tendencia que se consolida es la entrada en el Parlament de la xenófoba Aliança Catalana.

Illa ganaría las elecciones con el 28,6% de los votos y 40-42 escaños (ahora tiene 33), 2,2 puntos y dos escaños más que en el sondeo de hace 15 días. Desde que se convocaron las elecciones, los socialistas han crecido cinco puntos, sobre todo porque apenas tienen fugas de voto y porque absorben cada vez más electores de los Comuns (el 26,6%, seis puntos más que hace dos semanas) y ahora también de PP (12,4%) y Ciutadans (14,6%). Pero hay un dato que puede frenar estas buenas expectativas: uno de cada cuatro electores del PSC está indeciso (25,5%), siete puntos más que antes del amago de dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que mantuvo en vilo la campaña de Illa durante el primer fin de semana.

El PSC también consigue mantener a raya a Junts pese a su vertiginosa escalada, pues la diferencia entre ambos se ha ampliado cuatro décimas en dos semanas y es de 6,4 puntos. Con su campaña desde Francia, Puigdemont se ha anotado 1,8 puntos y tres escaños, situándose con el 22,2% de los votos y 35-37 diputados (hoy tiene 32). Desde que confirmó su candidatura, el expresident ha ganado 3,7 puntos y seis parlamentarios al haber mejorado la fidelidad de voto de Junts, que ya roza el 70%, y atraer al 21,5% de votantes de ERC y al 14,5% de la CUP. Cuando se convocaron las elecciones, JxCat y Esquerra estaban empatados; justo antes de la campaña, la diferencia era de 2,4 puntos a favor de los posconvergentes; a seis días para los comicios, la brecha ya es de ocho puntos.

Y es que el adelanto electoral no tendría el efecto revulsivo que buscaba el president, Pere Aragonès. ERC caería hasta el 14,2% de los votos y 21-23 escaños (ahora tiene 33), lo que significa que en dos semanas ha perdido 3,8 puntos y siete diputados. Aunque en la anterior encuesta había logrado taponar algunas fugas de voto, la pujanza de Illa y Puigdemont ha abierto nuevas vías de agua en el electorado republicano. Si hace 15 días la mitad de sus votantes garantizaban de nuevo su apoyo a Esquerra, hoy ese porcentaje ha descendido hasta el 41,5% porque el 21,5% migrarían a Junts, 9,4 puntos más que antes de la campaña. El voto final del 23,6% de indecisos que consigna el partido será determinante para salvar o no los muebles.

Los trasvases de voto hacia las tres primeras fuerzas han producido un vuelco en la batalla particular entre la CUP y Comuns Sumar. Los anticapitalistas de Laia Estrada han sumado un punto y medio en dos semanas y obtendrían 7-8 escaños (hoy tienen 9), mientras que Albiach ha retrocedido medio punto y se quedaría con 4-6 diputados (ahora tiene 8). Sin embargo, ambas formaciones podrían hacer valer sus votos porque tanto Illa como Puigdemont los necesitarían para la investidura, siempre que descarten la opción de pactar entre ellos.

La suma de PSC y Junts (75-79) superaría los 68 escaños que marcan la mayoría absoluta, algo que no está garantizado en ninguna otra alianza. A Illa no le bastaría con pactar con ERC (61-65), pero también sería insuficiente el acuerdo a tres con Comuns Sumar en la horquilla más baja de la encuesta (65-71). Lo mismo sucede con el pacto independentista, que podría quedar en manos de la ultraderechista Aliança Catalana, cuyo progresivo ascenso le sitúa ya por encima de la barrera electoral del 3% de los votos y lograría 3-4 diputados.

La suma de las cuatro fuerzas independentistas oscilaría entre 66 y 72 escaños, lo que deja en el aire tanto la reválida de la mayoría como la posibilidad de que esta dependa de la ayuda de la ultra Sílvia Orriols. ERC y Junts se han comprometido a no aceptar sus votos, pese a que el año pasado se convirtió en alcaldesa de Ripoll por la negativa de JxCat a sumarse a un pacto alternativo a modo de cordón sanitario. Y es que Junts es el principal caladero de voto de Aliança Catalana, que atrae al 8,4% de votantes de Puigdemont, al 2% de ERC y al 1,6% del PSC. En porcentaje de voto, el independentismo retrocedería casi tres puntos, hasta el 45,2%.

En paralelo, la extrema derecha tendría más diputados en el futuro Parlament porque, además de la irrupción de Aliança Catalana, Vox ha remontado y podría mantener su actual representación. La campaña está lastrando al PP, que ya frenó en seco su ascenso en el sondeo anterior y ahora pierde 2,2 puntos y tres escaños, quedándose en 10-11 diputados (hoy tiene 3).

Alejandro Fernández ha mejorado en fidelidad de voto (61%), pero se le escapan el 12% de sus votantes hacia el PSC y recupera muchos menos electores de Cs (32,4%, 13 puntos menos que hace dos semanas) y de Vox (10%, tres puntos menos). En consecuencia, el ultra Ignacio Garriga consigue empatar con los populares con 10-11 escaños (ahora tiene 11) tras ganar cuatro décimas y dos representantes en 15 días, y repetir como el candidato con el electorado más fiel.

A medida que avanza la campaña bajan los indecisos, que han pasado del 19% al 17% en las últimas dos semanas, y crece la movilización, aunque los indicadores siguen lejos de los niveles que se registraban en época del 'procés'. Tres de cada cuatro catalanes consideran que son unas elecciones muy o bastante importantes y un 76% asegura que irá a votar, seis puntos más que antes de la campaña. A seis días para las urnas, el GESOP estima que la participación oscilará entre el 58% y el 62%, por encima del mínimo histórico que se registró en 2021 (51,29%), cuando las elecciones coincidieron con la pandemia del covid.

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