La exposición sugiere una imagen poética y evocadora relacionada con el mar y el paisaje mediterráneo. La sal, siendo un elemento común en el entorno marino, y el color azul, típico del cielo y el agua sumerge en filosofía del paisaje y esencia del Mediterráneo. Ofrece una reflexión sobre la relación entre el ser humano y su entorno, así como sobre la singularidad y la belleza del Mediterráneo como espacio geográfico y cultural.