La duodécima edición de MasterChef encendió anoche sus fogones en La 1 de Televisión Española y lo hizo, como es habitual, con sus habituales raciones de polémica tras la preceptiva elección de los 16 concursantes de esta nueva entrega.

En principio iban a ser 15, pero el jurado hizo el paripé de llamar por teléfono para pedir a la productora del programa ampliar la nómina de participantes para hacer hueco a Adriana, una vizcaína de 41 años que trabaja en un bingo de Alicante.

Fue la última incorporación al plantel de aspirantes de MasterChef 12, donde hay un batiburrillo de perfiles donde estaba claro que no tardarían en saltar chispas, como ocurrió al poco de comenzar la prueba de exteriores, que se celebró ante la Sagrada Familia de Barcelona.

La concursante "alicantina" tomó parte en uno de los dos bandos que se formaron dentro del equipo azul, donde la capitanía de Sayma, una musulmana que a veces bebe y come cerdo, fue cuestionada por sus compañeros, especialmente por Celeste, quien de facto se la arrebató para echarse a las espaldas el cocinado que finalmente les salvó de la prueba de eliminación. Adriana se puso de parte de Sayma, a la que repetía constantemente que no se dejara "pisotear" y que impusiera su carácter.

Adriana, la otra rockera de MasterChef: "Soy camarera por devoción"

Adriana nació en Bilbao pero reside actualmente en Alicante con su marido y sus dos hijos. Según consta en su biografía en la página oficial de MasterChef, lleva 20 años dentro del mundo de la hostelería trabajando como camarera. En su video de presentación especificó que trabaja en un bingo de la ciudad, "con pajarita y chaleco".

Su marido pasa mucho tiempo fuera por motivos laborales y ella se encarga de los fogones en casa. No esconde su lado rockero ("soy metal glam"), aunque se define a sí misma como tradicional y después de MasterChef le encantaría abrir un restaurante de bocadillos gourmet donde fusionar cocina y rock.

Otra de sus pasiones son las artes marciales, más concretamente, el muay thai, disciplina de la que fue campeona de España.

El otro rockero, también empadronado en Alicante, es el madrileño Alberto Marín, que lleva 8 años siendo el guitarrista de la banda “Def Con Dos” y 10 años tocando junto a Mónica Naranjo.

Tessa, primera expulsada... y a las tantas

La primera expulsada de esta edición fue Tessa, tras una prueba de eliminación donde su pastel de carne fue un despropósito y salvó de la quema a Ramón, un educador social que perdió de niño una pierna, y a Tamara, una consultora financiera de origen ruso, que le acompañaron entre los candidatos a salir del programa en el pistoletazo de salida.

Un inicio donde el formato no se libró de las habituales críticas por su horario: comenzó a las 22.50 horas y acabó a las 02.10 de la madrugada. A casi nadie pareció extrañarle, sin embargo, que entre los 16 mejores candidatos de entre los miles presentados hubiera uno que no supiera diferenciar entre la carne y la piel del pollo, por ejemplo.

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