En cada edición de MasterChef quedan para el recuerdo frases míticas, imborrables para el recuerdo de los fans del concurso de cocina de TVE. Sin embargo, es poco habitual que se fragüen tan pronto. La duodécima entrega del formato de concursantes anónimos ya nos ha dejado una.

Ocurrió durante la primera prueba, la de exteriores, celebrada casi a la sombra de la Sagrada Familia de Barcelona. El equipo azul, "liderado" por la marroquí Samya, tenía que elaborar una coca de escalivada con anchoas para 150 comensales.

Ya en los primeros instantes del cocinado, Samya demostró que controlaba bien poco sobre esa preparación. Aunque trató de mostrar sus dotes de liderazgo, con el paso de los minutos y ante la presión ejercida por sus compañeros, especialmente por parte de Celeste, quien aprovechó su debilidad para reivindicarse como una de las "gallitas" de la edición, la musulmana decidió "delegar".

Conforme avanzaba la prueba y al ver que el jurado cuestionaba su capitanía, Samya comenzó a perder los nervios.

Y así fue como llegó la primera frase viral de la edición: "¿Quién sabe de coca? ¡Necesito a alguien que sepa de coca!"

La pregunta la repitió varias veces, a grito pelado, hasta que Pulga, uno de los concursantes, musitó que él se ponía con la coca.

Poco más necesitaban las redes sociales. Carnaza para memes. Pura droga:

Jordi Cruz cambia el nombre de un plato para no ofender a su madre

Tampoco el equipo rojo brilló. "Los canelones de mi madre", el plato que debían preparar, se le atragantó al grupo capitaneado por la valenciana Ángela, hasta tal punto que Jordi Cruz, que tenía a su madre entre los comensales, no quiso "ofenderla" y a última hora decidió cambiar el nombre de la receta por "canelones de la madre de Ángela".

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Ya le había advertido previamente: "Te voy a decir una cosa, ha venido mi madre a saludar. Alguien, atrevido, la ha invitado a sentarse en la mesa. Como mi madre pruebe los canelones y sean una caca… Aquí van a rodar cabezas, ya te lo digo yo".

Mucho más afable, la progenitora del más severo de los tres miembros del jurado dijo que estaban buenos, aunque los defectos de la preparación eran más que evidentes.