El pasado miércoles, en una breve comparecencia ante los medios de comunicación, expliqué cómo van a funcionar este año las Escuelas de Verano en los colegios de Elche.

Las Escuelas de Verano son una iniciativa que lleva funcionando, con gran éxito, desde hace varios años en diferentes colegios de nuestra ciudad. Por lo tanto, debo reconocer, pues es justo hacerlo, que fue una buena idea de los anteriores equipos del Partido Socialista.

Cuando el actual equipo del Partido Popular tomó posesión del gobierno municipal el pasado mes de junio, la edición de las Escuelas de Verano de 2011 ya estaba en marcha y yo no sólo no me opuse a su celebración, sino que la fomenté.

El resultado fue un nuevo éxito en cuanto a acogida entre las familias ilicitanas: un total de cuarenta colegios, agrupados en treinta sedes, y 1.761 alumnos se beneficiaron de esta actividad el pasado mes de julio.

Por lo tanto, este año y los sucesivos, mientras este servicio sea demandado por las familias, se van a celebrar de nuevo las Escuelas de Verano, igual que todos los años, pero con una diferencia significativa: no van a suponer coste alguno para el bolsillo de los contribuyentes, sin aumentar las cuotas que los padres venían abonando por este servicio.

De hecho, el año pasado la cuota por asistencia a la Escuela de Verano se situaba entre los 98 y los 108 euros, mientras que este año dicha cuota va a ser de 105 euros, ofreciendo además, como novedad, la posibilidad de acudir por quincenas a un precio de 60 euros, así como importantes descuentos para familias numerosas.

Se preguntarán ustedes cómo es posible ofrecer el mismo servicio ahorrando, al mismo tiempo, dinero público. La respuesta es una buena gestión de los recursos y del dinero público.

Este año se ha trabajado desde la Concejalía de Educación para establecer una serie de rigurosos criterios para las empresas que ofrezcan este servicio y se hará un seguimiento de su cumplimiento y del grado de satisfacción de los usuarios para mejorarlo año tras año en la medida de lo posible.

Al mismo tiempo, las AMPAS de los colegios de Elche, a cuyos miembros me gustaría agradecer su extraordinaria labor por la mejora de la educación de los niños, restando el tiempo que dedican a ello de su ocio y hasta de sus trabajos, serán las que libérrimamente elegirán la empresa que preste este servicio en sus centros.

Hasta el año pasado, la Concejalía de Educación no trabajaba directamente en la organización de las Escuelas de Verano. Se limitaba a subvencionar a una de las federaciones de padres de alumnos que existen en nuestra ciudad, FAPA-Elx, para que se encargara de organizar no sólo ésta, sino casi todas las actividades que se desarrollaban a lo largo del año.

Esta política de dejación de funciones y de subvenciones originaba un coste anual de unos 50.000 euros, subvenciones de las que FAPA-Elx era la única destinataria. No en vano destacados dirigentes del PSOE han utilizado esta asociación como trampolín para su salto a la arena política, defraudando la confianza que muchos padres habían depositado en ellos.

Pero gobernar es tomar decisiones, decisiones que los ciudadanos refrendarán o no con su voto en las urnas, y la decisión que yo he tomado, en consonancia con la línea del equipo de gobierno al que pertenezco, es que el dinero público no se puede dedicar a subvenciones mientras haya otras necesidades más perentorias que cubrir.

Por lo tanto, me critique o no la oposición, cosa lógica por otra parte, el dinero que antes se dedicaba a coca y cerveza, o al alquiler de equipos de megafonía para manifestaciones, o a dietas y kilometraje para que algunas personas asistieran a manifestaciones sin menoscabo de su bolsillo, se dedicará ahora a la mejora de las condiciones de los colegios públicos de Elche.