Ya se está notando el ambiente preelectoral. Y aún queda casi un año. Y esto no ha hecho más que empezar. La semana pasada, los dos principales partidos de la ciudad, PSOE y PP, hicieron actos en ese sentido.

Por parte del PSOE, y en su sede local, se escenificó la primera representación de lo que será, de aquí a final de mandato, la convivencia entre las dos «sensibilidades» existentes: la que ha triunfado, encabezada por Alejandro Soler, y, la que fue derrotada, encabezada por Ana Arabid y que apoyaba el alcalde Carlos González. Aunque, según los medios presentes, no se observaba demasiada complicidad entre ambas partes, se hizo un repaso de logros conseguidos y, de alguna manera, se ponía en marcha la carrera hacia las próximas elecciones. Sobre la candidatura a la Alcaldía no se concretó nada, porque todo está pendiente de si hay o no hay primarias en Elx. Y, sobre temas tan conflictivos como el Mercado Central y la Corredora, se dijo que, antes del verano, se resolverán. Si es antes del verano de 2018, ya hay que correr. Sería sorprendente la agilidad, después de tantas dudas e indecisiones.

Por parte del PP, Pablo Ruz presentó, el mismo día, la imagen que utilizará en su campaña electoral y anunció algunos de los pilares básicos que sustentarán su programa. Con el lema de «Ilusión por Elche», pretende ganar la Alcaldía. El recuerdo de la gestión, de la que participaba, en 2011-2015 está muy reciente y muchos de los problemas que se generaron, aún más. Ha faltado desmarcarse más de esa etapa para ganar otra credibilidad diferente. Los problemas, también de sensibilidades distintas internas, lastran su proyecto que, además, se ve muy afectado por toda la situación judicial de su partido a nivel valenciano y estatal. Mantiene, en cambio, el nivel de militancia más alto de toda la ciudad, como se pudo comprobar en su votación interna para la presidencia local.

Otro elemento que, estos días, ha llamado mucho la atención es una encuesta encargada por el PSOE, a nivel local, sobre intención de voto y valoración de líderes. Se trata de un sondeo telefónico a 700 personas, realizado por la empresa ODEC. Como casi siempre pasa, el sondeo es favorable al que lo encarga. Aunque hay que decir que, últimamente, la credibilidad de las encuestas, a todos los niveles, ha perdido mucho. En este caso, nos dice que el PSOE pasaría a ser el primer partido local, con nueve concejales, subiendo uno, y que con Compromís, con cinco concejales, subiendo también uno, alcanzarían los 14 que dan mayoría absoluta. Por contra, el PP perdería un concejal, pasando a siete, mientras que Ciudadanos subiría a cinco concejales, y el Partido de Elche volvería a sacar uno. Son resultados magníficos para la izquierda. Aunque llama la atención la no entrada en el Ayuntamiento de Podemos. Es verdad que tiene poca presencia en la ciudad y que el error en la candidatura de Guanyem en 2015 fue increíble y, además, sin consecuencias políticas, pero es difícil pensar que no pueda sacar algún concejal ahora.

Y, en cuanto a la valoración de líderes locales, también es llamativo el resultado: Carlos González es conocido por el 69,1% de los encuestados y aprobado con un 5,96%, el más valorado de todos. Curiosamente, al segundo, con un 5,36%, David Caballero, de Ciudadanos, sólo lo conoce el 29,2%, el menos conocido de todos. Mireia Mollà obtiene una valoración del 5,19% con un 53,9% de conocimiento. Aunque en el PP se pregunta por Ruz y Granero, y ninguno aprobaría, al sacar ambos algo menos del 5%, llama la atención que ambos obtengan un nivel de casi el 50% de conocimiento cada uno, sin ser los líderes municipales hoy en día. En pocos partidos ocurre eso.

Aun cuando los resultados de la encuesta sean buenos para el que la encargó, y permita repetir mandato al actual equipo de gobierno, no deberían confiarse. No era difícil mejorar la gestión del anterior Ayuntamiento, pero de ahí a que el actual haya hecho todos los deberes hay un trecho importante y no siempre bien explicado.

Baste recordar que, en INFORMACION, el 6 de febrero de 2011, poco antes de las elecciones municipales de ese año, se publicó otra encuesta encargada por el PSOE, elaborada por la empresa GfK, en la que se entrevistó a 804 personas, más que ahora. Según esa encuesta, el PSOE sacaría 14 concejales y el PP 13. Alejandro Soler sacaba un 44,2% de respaldo, entre «voto directo y simpatía» y Mercedes Alonso, el 42,1%. En valoración, Soler sacaba un 6, más que González ahora, y M. Alonso, un 4,8. Los resultados se parecieron poco a la encuesta: 14 concejales el PP, 12 el PSOE y uno el Partido de Elche.

Las encuestas son interesantes, pero no determinantes. En el resultado electoral influyen muchos factores. El trabajo de los cuatro años es lo que vale. Cumplir con el programa electoral o no. Tomar decisiones para que la ciudad mejore o rehuirlas para evitar críticas o problemas. Habiéndose mejorado, queda la impresión de que es mucho e importante lo que ha quedado pendiente. Aprovéchese el escaso año que queda para dar ese impulso necesario.