El azul y blanco, ni por San Juan

Me rindo. Imposible entender los criterios del bipartito de Alicante para la iluminación extraordinaria del Castillo de Santa Bárbara. Hace un año, la noche del 24 de junio, el Ayuntamiento, pese a la suspensión de las Hogueras, decidió lanzar la Palmera que tradicionalmente supone el arranque de la Nit de la Cremà. En ese instante, la fortaleza estaba iluminada con el rojo y gualda de la bandera de España. Minutos después, se dio la orden de cambiar al azul y blanco. Costó, pero al final se impuso la lógica en el día grande de las fiestas oficiales de la ciudad.

Este año, ni Palmera (por las restricciones de Sanidad, según alega el bipartito) ni tampoco un guiño con la iluminación. La noche del 24 de junio, el castillo lució como un día más. Como si nada. Hasta Casa Mediterráneo presumió de colores alicantinos. Sigue siendo difícil, en cambio, ver la fortaleza de azul y blanco. Curioso, porque no hace ni cuatro meses, en cambio, el castillo se «vistió» de verde y blanco en el Día de Andalucía. Todo un detalle del bipartito con la Federación Cultural Andaluza, que casualmente había nombrado «Andaluz del Año» al alcalde de Alicante, Luis Barcala, justo antes de estallar la pandemia.

Con todo, en estos años, los tonos más habituales han sido los de la bandera de España. Y de largo. De hecho, durante la fase de pruebas, se llegaron a proyectar coincidiendo con la celebración en Madrid de la Convención del PP. El 3 de julio hay Congreso del PP en València. ¿Volverá entonces el rojo y gualda al castillo? No sería nuevo.

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