Compromís per Elx o un tiro en el pie

La formación nacionalista ha hecho de la elección del número 3: Felip Sànchez o Podemos una cuestión de estado que desgastará, principalmente, a su electorado con unas primarias absurdas

Esther Díez, en la presentación de su candidatura, arropada por los Mollà, militantes y representantes de la sociedad civil.

Esther Díez, en la presentación de su candidatura, arropada por los Mollà, militantes y representantes de la sociedad civil. / INFORMACIÓN

M. Alarcón

M. Alarcón

Compromís per Elx no tendrá candidato hasta febrero, y quizá hasta marzo no se conocerá su lista electoral y si sumará o no a otras fuerzas que tengan la paciencia de esperar hasta entonces para negociar un proyecto conjunto comandado por la izquierda nacionalista ilicitana reeditando así antiguos pactos. Fue en noviembre cuando se supo que la portavoz Esther Díez (Iniciativa) y la aspirante, Marian Campello (Mes, antes Bloc) no habían llegado a un acuerdo para cerrar una lista por una divergencia: ¿Quién sería el número 3?. Campello asumía ser la 2 tras Díez, pero no que el 3 fuera el concejal Felip Sànchez; o, si lo prefieren, el sector de Díez no quería a Podemos en ese puesto. Ambas, no sé si juntas o por separado, llevan un par de años hablando con la formación morada sobre los pormenores de un hipotético acuerdo de cara a las municipales de 2023. Es decir, esto no es un invento de última hora. De haber sido así, de haber llegado a un entente, el puesto de 4 o el 5 habría sido para el edil de Comercio. 

Tengo la sensación de que esa falta de acuerdo les aboca a una estéril batalla interna que desgastará, más que a los responsables, a su electorado que no debe entender mucho lo que está ocurriendo. Y yo me pregunto, ¿tan valioso es Felip Sánchez para Compromís per Elx que está dispuesto a dejar pasar una alianza con una formación a la que votaron 4.600 ilicitanos en 2019?, ¿o es que arrastra más votos el edil de Comercio?, ¿no será que una parte de Compromís prefiere ver a Podemos desgastarse, sin llegar al 5%, aunque esos votos de la izquierda acaben en la basura, que darle aire a un rival del bando progresista? ¿teme perder identidad? ¿es quizá una venganza a Aitana Mas por la destitución de la hasta hace pocos meses consellera de Agricultura o bien una palanca para negociar otros asuntos?

No lo sé, pero sí sé que detrás de la decisión está la familia Mollà, Pasqual (padre) y Mireia (hija), quienes como no podía ser de otra forma acudieron a avalar este miércoles a Díez como candidata. En política lo importante es mantenerse en el poder, ya bien sea el orgánico o el ejecutivo; mandar, decidir y dar las órdenes. Y a Elche le han dedicado años de esfuerzo y tesón. No seré yo quien niegue que han sido responsables de éxitos, aunque también lo fueron, son y quizá lo sean, de sonoros fracasos pese a que permanezcan en una cómoda, segura y aparente segunda línea de fuego

Mandato

Siendo este un mandato en el que Compromís per Elx ha gestionado bien algunas de las que son sus políticas y su razón de ser, lo cierto es que la formación ha permanecido, y ya lo dije, la mayoría de veces bajo las faldas del alcalde, Carlos González sin que parece que les importara dar esa imagen. El regidor es el único que manda en el Ayuntamiento, por mucho que le pese incluso a su propio partido o por muchas fotos y actos organice su ejecutiva para mortificarnos con el éxito del pacto de gobierno. Sólo una vez, con claridad, he visto desmarcarse a Compromís de ideas, proyectos y/o promesas del regidor.

No seré yo quien niegue que han sido responsables de éxitos, aunque también lo fueron, son y quizá lo sean, de sonoros fracasos pese a que permanezcan en una cómoda, segura y aparente segunda línea de fuego.

Fue al rechazar (afortunadamente) la reconversión por 50 años del convento de La Mercé, las Clarisas, en hotel boutique privado, aunque les costó y mucho dar a conocer su decisión. Pusieron una insólita pausa y suspense, como si tuvieran que consultar y mucho la decisión... hasta que los socialistas rechazaron el pedir fondos a la UE para el más importante de los proyectos que lideraban: la regeneración medioambiental del cauce del Vinalopó.

Tanto la portavoz como Marian Campello saben que Podemos no aceptará el número 4 por una sencilla razón de orgullo o de esperar a recibir migajas.

Fiscalización

Díez este pasado miércoles dijo una frase que delata, en mi opinión, cómo Compromís no ha sido el contrapeso de poder que dice ser. Y lo curioso es que la usara para, precisamente, referirse a su labor de fiscalización de los socialistas: «La mayoría de las discrepancias (se han tratado) de manera interna y los puntos irreconciliables se han abordado de manera pública y con toda la normalidad política posible». ¿Ustedes recuerdan muchas?

Pusieron una insólita pausa y suspense, como si tuvieran que consultar y mucho la decisión... hasta que los socialistas rechazaron el pedir fondos a la UE para el más importante de los proyectos que lideraban: la regeneración del Vinalopó.

De hecho, tras oficializar hace cuatro días su candidatura eran cabezas visibles de la ejecutiva y del grupo municipal socialista los primeros que les daban sus like’s en redes sociales. ¿Será por lo buen contrapoder que son? ¿será por lo bien que votan juntos? ¿será por las encolerizadas discusiones privadas que han tenido y que han servido como un bálsamo para el avance de la ciudad?, ¿o será porque se han olvidado de la terraza ilegal del Mercado que ellos denunciaron? Alguien me decía esta semana de forma exagerada que Esther Díez no desentonaría en el PSOE.  

Felipz Sànchez y Esther Díez, este pasado miércoles, durante la presentación de la candidata a encabezar la lista de Cambiemos a la Alcaldía de Elche

Felipz Sànchez y Esther Díez, este pasado miércoles, durante la presentación de la candidata a encabezar la lista de Cambiemos a la Alcaldía de Elche / AXEL ALVAREZ

Votar

Tanto la portavoz como Marian Campello saben que Podemos no aceptará el número 4 por una sencilla razón de orgullo o de esperar a recibir migajas. Si gana la primera no habrá acuerdo.Si gana la segunda, sí. Si tenemos en cuenta que para votar a la candidata o candidato por Compromís sólo se precisa tener 16 años e inscribirse -no es necesario ser afiliado- está claro que se anuncian días muy complicados porque cualquiera puede darse de alta y hacerlo. Incluso los simpatizantes de Vox. 

Ley D'Hont

Sumar o no a Podemos no es una cuestión baladí para la izquierda como concepto político, no como partido, porque, aun que hayan pasado tres años y medio de las últimas municipales, nadie debe olvidar que sumó 4.660 votos (se quedó a unos 400 de obtener ese 5% fatídico que exige la ley D’Hont para acceder a concejales). ¿Y Compromís?, pues con 6.598 ganó dos. Con menos de 2.000 votos más que los morados obtuvo representación doble.

Al PSOE, en cambio, el edil más barato (el 12) le costó sólo 3.112 votos. Por cierto, si Compromís+Podemos hubieran ido en coalición en 2019 habrían sumado tres ediles a costa de uno de los dos de Vox y eso, conceptualmente, cuando más estaban creciendo en todo el país los de Abascal, no es una nimiedad. Cuatro años antes, en 2015 los nacionalistas obtuvieron 15.200 sufragios, que le permitieron su mejor resultado con cuatro ediles.Cuatro años después, se dejaron por el camino 8.700 votos que, ¿dónde fueron a parar? Bueno, ustedes se lo pueden imaginar pero los socialistas lo saben porque pasaron de 8 a 12 ediles (de 29.000 a 37.000 sufragios). 

Si Compromís+Podemos hubieran ido en coalición en 2019 habrían sumado tres ediles a costa de uno de los dos de Vox y eso, conceptualmente, cuando más estaban creciendo en todo el país los de Abascal, no es una nimiedad.

Amortizados

Quedan cinco meses para las elecciones y mientras algunos llevan cuatro años esperando el momento, Pablo Ruz, en el PP y desde el día siguiente a perder las elecciones; otros se sienten amortizados, Aurora Rodil y Juan Antonio Alberdi, en Vox; hay quien al que ve como amortizado es a su partido, Eva Crisol, en Ciudadanos; y otros se enfrentan aún a dos votaciones, la primera cainita, la peor, por el poder, por seguir, por adaptarse, por cambiar o por mantener la identidad, quién sabe.

Esther Díez y Marian Campello, cabezas visibles de Compromís en Elche.

Esther Díez y Marian Campello, cabezas visibles de Compromís en Elche. / INFORMACIÓN

Quizá para entonces, lo que pase en la segunda votación, las municipales, les dé por igual si han ganado la primera. E igual Compromís termina siendo otra vez la llave, pero para el PP y entonces se den cuenta que hace meses se pegaron un tiro en el pie, y no fue por accidente, fue por defender más lo que son en Elche, frente a otras fuerzas parecidas, que su razón de ser como partido. Quizá sea eso si a sus electores no les importa.