Tribuna

Vivir es escoger: 10 razones

Un elector deposita su voto en una urna.

Un elector deposita su voto en una urna. / EFE

Ximo Puig

Ximo Puig

Reputación. «Vale más una onza de prestigio que mil libras de oro». Es un proverbio italiano que hemos aprendido con un peaje enorme. Superamos una hipoteca reputacional con aroma a basura y hoy priman la estabilidad, la solvencia y la confianza. Sobre esa onza de reputación se ha asentado en Alicante el Banco Sabadell, la cuarta entidad de España; se ha logrado levantar la clausura europea que pesaba sobre Ciudad de la Luz (y ya empiezan los rodajes); se han conseguido acuerdos que nos proyectan internacionalmente, como el Benidorm Fest, y se ha recuperado la confianza de los empresarios para desarrollar proyectos como el Puerto de Ocio en Torrevieja. Credibilidad. En torno a ese activo pivota el futuro de oportunidades de Alicante.

Dinamismo. Un dato de esta semana: récord histórico de empleo en la Comunitat Valenciana. Nunca antes habían trabajado tantas personas. En lo que respecta a Alicante, 720.000 alicantinos afiliados a la Seguridad Social; 3.900 nuevas empresas y 17.400 nuevos autónomos desde 2015. Es lo fundamental.

Acuerdo. «El que crea conflicto, lidera». Uno de esos eslóganes que han secuestrado la política. La polarización da titulares, pero no ayuda a los ciudadanos a vivir mejor. En el mejor de los casos, los distancia; en el peor, enciende la hoguera del populismo. Hay otra manera de gobernar alejada del boicot y el ruido. Es un ejercicio tan cotidiano como dialogar, ceder, pactar. ¿Se imaginan que en España fuera posible reformar los impuestos con el apoyo de todos los votos? El Gobierno de la Generalitat lo ha conseguido con una bajada para el 97% de la ciudadanía en este tiempo de dificultades para el que hemos desplegado ayudas a la cesta de la compra y al pago de la vivienda. Los efectos positivos de esa reforma fiscal están llegando estos días a cada ciudadano en la declaración de la Renta. Esa es la política útil. Sin conflictos.

Igualdad. «Vivir es escoger». Lo dijo Max Aub y es una gran verdad. En los peores años de nuestra historia, hemos dibujado un mapa de proyectos adaptado a lo que necesita nuestra sociedad. Lo más importante: reforzar todo aquello que nos iguala en dignidad y oportunidades. Como la ampliación de los hospitales en la Vega Baja, Alicante o la Vila Joiosa; como la sustitución de los barracones por centros en condiciones; como la nueva Ciudad de la Justicia Rafael Altamira; como la ambiciosa política de vivienda asequible que desplegaremos desde junio entre las administraciones y en alianza con la iniciativa privada; como el nuevo mapa de movilidad que va a conectarnos: en Luceros, en Dénia, en la Vega Baja. En esas políticas está el latido de la calle. Todo lo demás es ruido. Sobra.

Duda. «Para circular por la vida no hacen falta muchas convicciones, bastan tres o cuatro». Este axioma de Joan Fuster cotiza a la baja. Las verdades absolutas son una cortina que disimulan la insolvencia. Ni nadie lo sabe todo ni nadie lo puede todo solo. Dudar es humano.

Reencuentro. Cinco ciudades alicantinas cuentan desde esta legislatura con una sede permanente de la Generalitat: Alicante, Elx, Orihuela, Alcoi y Benidorm. Era una de las cuentas pendientes del autogobierno: superar el centralismo ineficiente. Ser un mejor reflejo de todas las realidades de la Comunitat Valenciana. Ha habido un hito simbólico en la descentralización. Del desastre de la DANA en la Vega Baja, en 2019, emergió una oportunidad de reconexión emocional. Cuatro años después, el récord de inversiones y la utilidad de la Generalitat se ha traducido en un dato: 52%. Por primera vez, más de la mitad de los habitantes de la Vega Baja se sienten, al mismo tiempo, valencianos y españoles. Un hecho insólito. La próxima legislatura potenciaremos la bicapitalidad real de Alicante. Un nuevo reto para el autogobierno. Cohesión territorial.

Innovación. Esta provincia lleva un siglo reinventándose: en el calzado, en el juguete, en el textil. Ese gen adaptativo tiene ahora un símbolo: Alicante como faro innovador. Fue una decisión que empieza a dar resultados. Por primera vez, en la Comunitat Valenciana superamos la media europea en innovación. Y crecemos el doble que la media española. Es un hito que nace de aquí. De la Conselleria de Innovación, de la AVI, de las universidades de Alicante y Elx, de Distrito Digital, de la investigación en inteligencia artificial, del nuevo papel del puerto, de los institutos tecnológicos. Materializar este prestigio será un eje central de la legislatura: convertir Alicante en un imán de empresas como centro del Corredor Mediterráneo de la Innovación.

Renacimiento. Alicante necesita líderes con ambición transformadora. Merece una alcaldesa con capacidad de gestión, como la demostrada por Ana Barceló durante la pandemia. Esta legislatura, plagada de dificultades, ha puesto las bases de un mejor futuro para Alicante: con la innovación, con Ciudad de la Luz, con el impulso a nuevos proyectos en torno al puerto, con el despliegue de infraestructuras de conectividad. Los próximos cuatro años serán los del despegue de esta capital hacia una nueva Edad de Plata.

Voz. Hay gritos que solo generan frustración. Y hay diálogos serenos que cambian un rumbo. Hoy, la voz alicantina es escuchada. Y se observa en la inversión de los presupuestos de la Generalitat, en avances como la liberalización de la AP 7, en el prestigio de Benidorm como sede de la Plataforma Inteligente de Datos turísticos, o en la llegada de la alta velocidad a Elx y a Orihuela. Falta camino por recorrer. Alicante merece más peso en los Presupuestos del Estado, una conexión con el aeropuerto y agua para siempre. Y esa voz debe ser escuchada. Sin demagogias ni sobreactuaciones. Con gestión. Con la defensa firme del agua del trasvase, y con fórmulas complementarias como la desalación bonificada o nuevas inversiones en depuración. Agua, no barro.

Futuro. «Sin memoria no podemos elegir». Lo dijo Francisca Aguirre, una poeta alicantina increíble. Profunda, digna, inteligente. Memoria: ahí está una parte importante de la ecuación del 28 de mayo. Decidir si queremos volver a aquel pasado de basura y lodo o avanzar hacia el futuro desde la onza de reputación. Lo dijo Max Aub: «Vivir es escoger».