Los pimpinela de Benejúzar

"...O sea: que además de pagar el sueldo de 70.000 eurazos que cobran los amantes peleados, pero que se quieren con deleite, van ustedes, y yo también, claro, a tener que pagar las peladillas, los puros y las copas de la fiesta que se han dado estos años haciendo como que se peleaban cuando no era así..."

El alcalde Vicente Cases (PP) y el concejal portavoz del PSOE, Miguel López

El alcalde Vicente Cases (PP) y el concejal portavoz del PSOE, Miguel López / INFORMACIÓN

Rosa García Ballester

Rosa García Ballester

Si en el Ayuntamiento de Benejúzar hubiera hilo musical, y no quiero dar ideas, que son capaces, estaría sonando todo el día esa pegadiza canción de Pimpinela en la que una pareja discute porque parece que se detestan, pero, en realidad, se quieren a morir. Iríamos todo el día por nuestro pueblo tarareando eso de “¿Quién es? Soy yo. ¿Qué vienes a buscar? A ti…”. Todo el santo día…

Porque si ustedes preguntan quién gobierna en Benejúzar y quién es oposición, seguramente les dirán que gobierna el Partido Popular y que la oposición es el Partido Socialista Obrero Español. Y nada más alejado de la realidad, porque resulta que el Alcalde de esta localidad es uno de los del famoso, y empalagoso, dúo argentino, mientras que el líder de la oposición (el “líder”, ojo) es la otra. O el otro, que todo está en cómo se repartan los papeles según el día.

Es más: hasta el pasado mes de mayo de 2023, hasta las elecciones locales, el componente del dueto del PP era otro, pero se ve que por algún problema con las cuerdas locales, ha tenido que verse obligado a dejar los escenarios.

Les cuento esto porque es así. Porque si se leen los vecinos de Benejúzar estos días la prensa y le echan un ojo a las redes sociales, verán que el PP y el PSOE se han pasado años, concretamente los de los pasados mandatos municipales de 2015 y de 2019 poniéndose denuncias en los juzgados. Pero curiosamente, cuando la cosa se ponía seria, el denunciante siempre ha retirado la denuncia y el tema ha acabado en nada. En una peleíta de enamorados que riñen para terminar reconciliándose acaramelados a la luz de la luna. Acaramelados y bien acaramelados, porque el dulce para uno ha sido ser investido alcalde con los votos del otro, y el bombón para el otro ha sido tener un muy buen sueldo de más de 33.000 eurazos anuales por ser complaciente con las cosas de pareja, que los trapos sucios se lavan siempre en casa. Pero eso sí, de la barrita de pan siempre se encarga él.

Si recuerdan, el actual Alcalde, Vicente Cases, y por una denuncia del opositor entonces Miguel López Arenas, ya tuvo que acudir en su día al Juzgado a explicar cómo es eso de comprar, siendo concejal de gobierno, una pistola para la policía local que nunca llegó a estar en manos de los agentes y sí posiblemente guardada en un cajón del propio Cases, hasta que misteriosamente se devolvió anónimamente por correo a la empresa que se la había vendido al Ayuntamiento.

Luego hemos visto al que fuera Alcalde del PP, Antonio Bernabé, ahora con posible afonía crónica, denunciar a Miguel López Arenas, ya con funciones de gobierno en la pasada legislatura, por una supuesta prevaricación al no tramitar determinadas infracciones urbanísticas de familiares, según denunció el primero. Denuncia que, hemos sabido ahora, Bernabé parece que retiró buscando la boquita de López Arenas. Lo que pasa es que López Arenas, despechado él, denunció a su vez por denuncia falsa a Bernabé, que ya sabemos cómo son estos calentones de enamorados, y aun hoy estamos a la espera en este emotivo culebrón de saber si López Arenas retirará también la denuncia contra Bernabé o si su honor mancillado le impedirá el arrejuntamiento formal.

Y no olviden que por en medio de estos voy y vuelvo por el escenario de estos Pimpinelas, hemos tenido el episodio de la denuncia del PP al PSOE por un supuesto delito electoral, procedimiento que acabó bien para la pareja, con una reprimenda del juez aunque sin condena de López Arenas porque, además, su amante bandido – y corazón, corazón malherido- (que aunque no sea de Pimpinela, no me digan que no viene al pelo), también se había apartado de la acusación porque, claro, en ese momento estaba negociándose nada menos que el que uno, Cases, fuera Alcalde y que el otro, López Arenas, tuviera un sueldo. Y a pasar la luna de miel, que ya dura casi ocho meses. Ojo, camino de ver si esto es un embarazo y de la buena nueva.

Pues si es así, tengan en cuenta que todos los vecinos de Benejúzar llevamos camino de ser los padrinos del neófito, porque ya rondan por el Ayuntamiento las facturas de los costes judiciales que han causado algunas de estas actuaciones de los Pimpinela que les decía. O sea: que además de pagar el sueldo de 70.000 eurazos que cobran los amantes peleados, pero que se quieren con deleite, van ustedes, y yo también, claro, a tener que pagar las peladillas, los puros y las copas de la fiesta que se han dado estos años haciendo como que se peleaban cuando no era así. Vamos que estos sí,…¡sí que tenían un plan!

En el próximo Pleno gritaremos: ¡Vivan los novios!