Opinión

Hace ahora cuatro años encerrados por el covid

Una enfermera vacuna frente a la gripe y la covid-19.

Una enfermera vacuna frente a la gripe y la covid-19. / EP

Prácticamente se nos ha olvidado que hace ahora cuatro años nos encontrábamos todos los ciudadanos encerrados en casa y sin poder salir a consecuencia del virus COVID que se extendió por todo el mundo como una mancha de aceite y con un poder destructivo brutal que nos obligó a permanecer encerrados en nuestras casas sin poder salir nada más que a comprar comida y medicamentos.

Debemos recordar ahora que solamente las actividades esenciales y urgentes eran las que se podían desarrollar, pero nos vimos obligados a permanecer tres meses como si viviéramos en una cueva de la que no podíamos salir para evitar un mal que nos acechaba en la calle y que había dado pruebas evidentes de su tremendo poder destructivo con la elevada mortalidad que causó y con cifras de miles de muertos en nuestro país que ahí están.

Este virus impactante provocó una situación que solamente la habíamos presenciado en las películas de ciencia ficción y que veíamos como algo imposible de que ocurriera en nuestras vidas. Pero, sin embargo, ocurrió y cuando estábamos encerrados no podíamos dar crédito a una situación que al principio se descontroló y no sabíamos cómo reaccionar ante un fenómeno de un virus desconocido, y que, sin embargo, la humanidad pudo hacerle frente gracias a la importante labor de la ciencia y la medicina que reaccionaron de forma ágil con las vacunas que rápidamente se elaboraron y con el tremendo esfuerzo que costó muchas vidas humanas de los sanitarios que fueron los que hicieron un esfuerzo imborrable para atender a todos los enfermos que necesitaban de una asistencia médica urgente.

Recordaremos ahora los aplausos a las 20:00 horas cuando todos los ciudadanos salíamos a las ventanas para aplaudir un esfuerzo impagable que todos los sanitarios que trabajan en centros médicos estaban haciendo y desconociendo la enfermedad a la que se estaban enfrentando. Pero es fácil caer en el olvido ahora cuatro años después de aquella dramática situación, por lo que es necesario hacer memoria y echar la vista atrás para recordar aquellas personas que fallecieron por ayudar a los demás, o que, incluso, cogieron la enfermedad con graves secuelas físicas y psicológicas que les quedaron de toda aquella situación.

Nos hemos olvidado fácilmente ahora de todo ello. Pero el drama siempre quedará en nuestras vidas y esperemos que no se vuelva a repetir y que se invierta lo que haga falta en la ciencia y la medicina, dado que sin la salud el resto de preocupaciones y problemas que existen en la humanidad resultan una absoluta insignificancia que no tiene sentido alguno si no se tiene cubierta la solución ante un problema sanitario como el que vivimos hace cuatro años.

De todo aquello quedaron, sin embargo, algunas cosas positivas. En primer lugar, el reconocimiento a los trabajadores sanitarios y la importancia que tiene la salud hoy en día en nuestras vidas, así como la necesidad de invertir tanto en el sistema sanitario como en la ciencia para que estén siempre dispuestos frente a cualquier mal que, como el que vivimos con el COVID, pudiera volver a presentarse, porque ahora resulta inadmisible que se nos olvide todo aquello que vivimos y que volviera a ocurrir una situación parecida sin estar preparados para hacerle frente.

Una cosa positiva también nos dejó aquellos momentos, y es la necesidad de apostar decididamente por las tecnologías a la hora de desarrollar cualquier tipo de actividad. Y resulta curioso que muchas de ellas estaban disponibles, pero que no las utilizábamos por seguir manteniendo una forma de trabajar o relacionarnos con los demás sin utilizar estas tecnologías. Por ejemplo, el uso de la videoconferencia y las plataformas digitales de comunicación, así como los métodos tecnológicos que estaban disponibles, pero que no se utilizaban, como la firma electrónica, o las conexiones digitales para realizar cualquier tipo de reunión o comunicación entre nosotros. Debemos recordar que desde el COVID se ha potenciado mucho, por ejemplo, la formación por plataformas digitales y ahora se ha apostado decididamente por la introducción de los medios telemáticos en distintas Administraciones, como es la justicia, lo que supone ahora mismo ahorro de costes en desplazamientos y de tiempo que es necesario para dedicarlo a nuestro trabajo diario para ser más eficaces y eficientes.

No todo fue malo, por ello, porque nos abrió los ojos en muchas materias pero cuatro años después de todo aquello, y ahora en abril de 2024, no debemos olvidar aquellos meses en que estuvimos encerrados, pero quiénes no los deben olvidar son nuestros responsables para estar preparados por si ocurriera otro evento negativo de semejante magnitud, porque el problema de todo esto es que las películas de ciencia ficción se pueden convertir en una realidad. Y eso ya lo hemos vivido…