Opinión

Que resplandezca la verdad

La Policía Local retira el "trono" del concejal José Navarro del salón de plenos del Ayuntamiento de Elche

La Policía Local retira el "trono" del concejal José Navarro del salón de plenos del Ayuntamiento de Elche / Pilar Cortés

No, no es verdad que los hechos presuntamente ocurridos en una iglesia de Elche la pasada Semana Santa pertenezcan al ámbito de lo privado.

Y si así lo hubiese podido ser en un principio, el hecho de que lo presuntamente ocurrido haya trascendido a la opinión pública de forma notoria y que los hechos presuntamente ocurridos lo hayan sido en el interior de un templo religioso, hacen imposible que lo que viene siendo vox populi en Elche desde Semana Santa y ahora ha saltado a los medios de comunicación trascendiendo la esfera local, provincial y autonómica pueda solucionarse reduciendo los presuntos hechos a la esfera de lo privado, incluso reconociendo que el presunto autor ha reaccionado positivamente renunciando primero a su condición de cofrade y posteriormente entregando su acta de concejal.

Hemos repetido en este escrito, tanto refiriéndonos a los hechos como a su autor, hasta cinco veces la palabra “presunto”. Y no podía ser de otra forma ya que nuestro ordenamiento jurídico es lo suficientemente garantista como para defender que, mientras no se presenten pruebas y en base a ellas haya un pronunciamiento, cualquier persona, también el señor Navarro, goza de la presunción de inocencia.

Pero, precisamente desde esa presunción de inocencia que le asiste, necesitamos saber la verdad. Primero de todos el señor Navarro porque si, más allá del hecho por él reconocido de haber entrado al templo en condiciones inapropiadas, no cometió el otro hecho de que se le acusa y él niega, merece toda una reparación en defensa de su honor mancillado.

Lo necesitamos los ciudadanos para acallar la rumorología y borrar, si es verdad que el seños Navarro tiene razón en lo que niega, toda imagen negativa en el imaginario popular.

Y lo necesitamos los creyentes en la fe cristiana, porque de que sea verdad o no lo presuntamente atribuido al señor Navarro, dependen muchas cosas. Los hechos presuntos ocurrieron en el interior de un templo, y si lo que el señor Navarro niega fuese en cambio verdad, al haber ocurrido en el interior del templo podría ser una acción  sacrílega que obligase a algún tipo de acto de desagravio. No olvidemos que en nuestra diócesis últimamente se han organizado actos de desagravio por situaciones no idénticas pero parecidas a las que estamos tratando.

Y, desde la condición de creyentes, dejando aparte las connotaciones jurídicas y políticas que concurren en el caso, necesitamos saber la verdad. Porque muchos andamos muy preocupados. Por el Diario Información, en su edición del día 10 de abril, hemos sabido que “la Diócesis de Orihuela-Alicante descarta que se pueda abrir un expediente contra… por haber entrado bebido en la Iglesia del Salvador en calidad de cofrade y supuestamente haber mantenido relaciones sexuales debajo de uno de los tronos en plena Semana santa, hechos que él niega la mayor”. Según la misma nota reproducida por el Diario Información, el argumento de la Diócesis para no abrir expediente es que “ya no pertenece a la hermandad al haberse dado de baja voluntaria”. No salimos de nuestro asombro.

Porque respecto a la nota del obispado sólo caben dos interpretaciones: 1ª El periodista autor de la noticia ha malinterpretado la comunicación de la Diócesis de Orihuela-Alicante, o 2ª la Diócesis de Orihuela-Alicante ha comunicado de forma absolutamente defectuosa la decisión y su argumento.

No cabe otra interpretación por que el Código de Derecho Canónico:

1º Recoge entre los delitos contra la fe y unidad de la Iglesia, según el canon 1.369 “quien profane una cosa sagrada, mueble o inmueble, deber ser castigado con una pena justa”.

2º El canon 1.717 establece que “Siempre que el ordinario tenga noticia, al menos verosímil de un delito, debe investigar con cautela personalmente o por medio de una persona idónea, sobre los hechos y sus circunstancias, así como sobre la imputabilidad, a no ser que esta investigación parezca del todo superflua”.

En la décima edición, actualizada y corregida en diciembre de 2021, del vigente Código de Derecho Canónico editado por la Biblioteca de Autores Cristianos con licencia del Obispado de Salamanca, leemos el siguiente comentario a pie de página sobre el citado canon 1.717: “la investigación previa se inicia cuando llega a conocimiento del Ordinario la noticia de un posible delito, bien porque se trata de un hecho notorio, bien por denuncia previa o rumor existente de la comunidad. Entonces el Ordinario debe investigar los hechos y las circunstancias, y de manera especial si el delito es imputable de manera deliberada al presunto autor”.

Pensamos que omitir el deber de investigar sólo existe en el supuesto de que la investigación parezca del todo superflua. Y no creemos que el hecho de darse de baja voluntaria en la hermandad, exima del deber de investigar.

Lo dicho, todos necesitamos saber la verdad. El señor Navarro en defensa de su honor, la ciudadanía en aras de la transparencia , y los creyentes porque sólo la verdad nos hace libres como enseñaba san Juan. Sin perjuicio de que, si de la investigación resultara que el señor Navarro sí hubiese cometido aquello de que se le acusa y él niega, desde la verdad se le aplicasen todas las medidas de perdón que nuestro Maestro nos enseñó.