Opinión | Opinions des d’Elx

Prometen un nuevo autobús al que llaman E-TRAM

Estación de autobuses de Elche

Estación de autobuses de Elche / Áxel Álvarez

Hace unos días, y organizado por INFORMACIÓN, se ha celebrado la edición del llamado Foro Elche que, bajo la denominación «Infraestructuras: apuesta por una ciudad de vanguardia», ha contado con la participación del alcalde, Pablo Ruz, y la consellera Salomé Pradas, responsable en la Generalitat.

Uno de los temas debatidos ha sido el del futuro tranvía en Elx. Recordemos que es una infraestructura de la que se viene hablando, desde hace años, en la ciudad y que tendría gran aceptación por ser una apuesta sostenible para reducir el tráfico privado, y mejorar la movilidad urbana. Ante las dudas inexplicables del anterior equipo de gobierno (preferían apostar sólo por autobuses eléctricos), el PP les criticó por esas propuestas y prometió apoyar un sistema de tranvía en Elx, similar el TRAM que circula por Alicante, entre otras poblaciones, y que está teniendo un éxito importante en todas ellas.

Incluso el entonces presidente de la Diputación, Carlos Mazón, en mayo de 2022, anunció un estudio sobre la idoneidad del mismo, en clara muestra de apoyo y promesa electoral a la campaña de Pablo Ruz para la Alcaldía.

Desde entonces, como de tantas otras cosas, si te he visto no me acuerdo. Ganar las elecciones tiene esto. Hay un olvido selectivo de promesas. El tema del tranvía es un ejemplo de este transformismo político. Del estudio que se prometió, hace casi dos años, nada se sabe ni, probablemente, se sabrá. Fue un brindis al sol. De los muchos que vemos con relación a Elx.

La promesa del tranvía está en vía muerta. Parece que acabará en lo mismo que prometió el anterior equipo de gobierno, pero con algún año perdido por el camino. Para un viaje así pocas alforjas hacen falta. Elx está condenado a no tener tranvía. No quieren que lo tengamos. En todo caso, algún sucedáneo es lo máximo que nos merecemos, para algunos.

El alcalde y la consellera nos anuncian que eso parecido a un tranvía que nos prometen será un servicio con cero emisiones, cero ruidos, sin catenaria, sin railes, etc. O sea, casi sin nada. O es algo invisible, o son los autobuses que los otros nos prometieron hace unos años. Menudo exitazo consigue el nuevo Ayuntamiento. Y, encima, les tenemos que perdonar los 43 millones que nos deben por la UMH. Una gestión brillante y estupenda para Mazón, pero para Elx es difícil hacerlo peor.

Aunque no hay nada concreto, al invento ya le han puesto nombre: E-TRAM, aunque antes le llamaron I-TRAM. Igual cambia de nombre dos o tres veces más, no sería raro. Lo que iba a ir en el edificio de Correos ya ha tenido varios nombres, y allí sigue «viendo pasar el tiempo» lamentablemente.

Le pongan el nombre que le pongan, parece que de tranvía tendrá poco y, más bien, será una nueva línea de autobuses estupendos, pero autobuses al fin y al cabo y con carril bus propio y todo. Y «muy flexible» decía Ruz, y tanto, ya que antes de nacer ya ha pasado de tranvía a autobús de altas prestaciones, y de lejanas promesas podría añadirse.

También se habló de terminar la Circunvalación Sur. Toda una novedad. Es increíble lo que cuesta completar lo que falta. Y eso que lo han prometido todos los que han pasado por aquí. Desde marzo de 2015 en que se inauguró lo construido, no se ha avanzado un metro. Y eso que, en aquellas fechas, la alcaldesa, Mercedes Alonso, anunció que «había consignación presupuestaria para completarla y que, en breve, se sacaría a licitación por el Ministerio». Ella dejó la Alcaldía en 2015, pero el PP siguió en el Gobierno hasta 2018 y, sin embargo, no hicieron ni un metro más ni los que salieron ni los que entraron. La Generalitat aceptó, hace más de dos años, asumir la obra sin tampoco hacer nada y, ahora, se nos vuelve a prometer y, además, Pablo Ruz se ofrece a asumir una parte, aunque no toque. Qué espléndido alcalde tenemos.

Y del tema de las Cercanías, sigue todo muy lejano. Otro día hablamos de ello.