La rosa sin maceta…

Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez.

Rafael Simón Gallardo

La única persona que entrevista adecuadamente a Sánchez es Farreras. Como todos ustedes conocen, el periodista no pertenece a ningún grupo de presión de los que acosan al presidente, no usa gafas oscuras de jefe mafioso, ni fuma puros en locales turbios, no come bocadillos de calamares, no eructa tras ingerir litros de cerveza con los amigotes, y, por tanto, no significa para el presidente ningún problema sino todo lo contrario. 

¿Pueden ustedes imaginarse a Federico Jiménez o a Carlos Herrera entrevistando a Pedro Sánchez? Seguro que no, y, por supuesto, no solo porque nunca antes lo hicieran, sino que, además, por ser seres impuros, faltos de Fe e inapropiados a los que ni la penitencia de deambular para terminar el camino de Santiago les conseguiría la absolución del pecado de soberbia ante la incuestionable valía del líder carismático que nos preside. 

En la entrevista con Farreras, vimos que Sánchez es un hombre de estado, o más bien, un hombre en un estado espacial, o, mejor dicho, pertenece a los cuerpos del aire y del espacio, nueva rama del Ejército del Reino de España estrenada por la ministra portavoz, Isabel Rodríguez.

Como el relato siga por esta senda, Sánchez terminará siendo igualito que Anakin SkyWalker. En la próxima rueda de prensa aparecerá con un casco negro y voz ronca diciendo; “soy tu presidente…”, después de traicionar a los Jedis monárquicos y aliarse con las fuerzas oscuras de la izquierda, el separatismo golpista, la tercera república y los asesinos de ETA tuneamos a gatitos de internet.

Seguro que más de uno de nosotros se orina en los pantalones cuando con la humildad que le caracteriza, Sánchez nos confirme que terminará la legislatura caiga quien caiga, como antaño se llamaba un famoso programa de televisión que ustedes no recuerdan por haber sido prohibido recientemente gracias a nueva Ley de Memoria Democrática.

No sabemos si acabará utilizando las urnas ocultas tras los telones opacos como cuando fue repudiado del PSOE y era vital volver a ser secretario general del partido de la rosa sin maceta. Lo que es claro, al menos para su esbelta figura, es que él es el inequívoco líder y los demás que le rodeamos, tristes y vacíos humanoides de rango inferior, o mucho peor, fascistas de la ultraderecha insostenible, inadecuada, negacionista de la violencia de género, atea del cambio climático y más homófoba que el Ché Guevara…que no podía ver a un sarasa ni en pintura, aunque si son ustedes de inclinación siniestra, seguirán creyendo que el revolucionario fue un héroe del pueblo, y no un matón profesional además de quedar en las camisetas de Puta madre y ser el poster de la historia más comprado. Por cierto, han sacado a la venta camisetas oficiales del partido con la esfinge de Pedro Sánchez… ¿a qué estamos esperando?