El “triunfo” del capitalismo

Siempre hemos considerado que los fracasos del comunismo y los triunfos del capitalismo eran los mejores destinos para una sociedad. Nada más lejos de la realidad, lo peor que le puede ocurrir a un país o a una sociedad es precisamente que el capitalismo se imponga como modelo económico, político y social. Porque el capitalismo supone la automatización y mercantilización de todos los aspectos posibles de la vida misma.

Comenzó con el trabajo coma que antaño era una labor artesanal y, por tanto, llevaba tiempo a aprender y realizar. Pero el capitalismo vio que son muchas más las cosas que podía rentabilizar. Hoy, por ejemplo, la hospitalidad se ha rentabilizado con el fenómeno “Airbnb”. El amor viene determinado por las leyes de la oferta y la demanda con las aplicaciones para encontrar pareja. El sexo ha perdido su factor erótico por culpa de la pornografía y la prostitución. La salud también está sujeta a los gustos del consumidor y las pulseras inteligentes suponen una mayor parametrización de ésta. La maternidad incluso sucumbido a las dinámicas de la eficiencia, con los vientres de alquiler. La belleza y la cirugía estética es otro síntoma de esta rentabilización del sistema capitalista.

Pero dejando a un lado estos efectos, lo peor no son las consecuencias de estos pocos ejemplos de la actualidad. Lo peor es que los hagamos “libremente”. Lo peor es que busquemos “voluntariamente” esta automatización de la vida.

Es como si quisiéramos esclavizarnos a nosotros mismos…