El encantamiento de Benalúa

Protesta vecinal en el barrio de Benalúa

Protesta vecinal en el barrio de Benalúa / INFORMACIÓN

Ernest Gil

En Alicante llamar a las puertas del ayuntamiento a través del registro es como lanzar una botella con un mensaje al océano: no hay respuesta.

¿Por qué pasa esto? Tal vez sea porque los políticos no son inmunes a las enfermedades: algunos desarrollan en poco tiempo mecanismos de percepción selectiva. Cómo se genera y a qué obedece dicha afección puede que tenga que ver con procesos de darwinismo social.

Ese comportamiento discriminatorio es muy evidente en los regidores municipales: en cuanto reciben las credenciales de mando suelen proclamar enfáticamente que se deben a toda la ciudad, a todos los vecinos; pero no suele ser así.

Benalúa es un caso claro de olvido. O puede que sea víctima de un encantamiento maléfico. Durante 24 años, desde 1999, el ayuntamiento de Alicante ha ignorado esta parte de la ciudad: cuando hace el recuento de los barrios siempre se salta Benalúa, y seguimos sin Centro Social Comunitario.

Para romper el maleficio volvemos a manifestarnos los sábados, de 12 a 13h, junto al Templete en la plaza de Navarro Rodrigo. Ojalá llegue a los oídos del alcalde el eco de nuestras llamadas y acuda a rescatarnos.