Ley electoral

Una mesa electoral en las elecciones del 23J.

Una mesa electoral en las elecciones del 23J. / Biel Aliño

Delia Fernández  Bartolome

PP y PSOE deberían ponerse de acuerdo para cambiar una ley electoral , que valora de forma diferente el voto de los españoles, según el lugar donde vivan. Nuestro sistema electoral premia los votos emitidos en circunscripciones con menos densidad poblacional: más o menos Teruel precisa 25000 votos por escaño y Madrid 96000: el 53% de la población elige el 63% de los escaños. La ley D'Hondt beneficia en principio a los grandes partidos ,pero también a los de ámbito nacionalista y local, resultando que PNV y Bildu han obtenido escaño con un coste medio de 55000 votos por diputado y Vox y Sumar han precisado más de 90000. Esta ley electoral ha ocasionado que la minoría decida y ha acabado primando a partidos separatistas.Los dos partidos mayoritarios han pactado para conseguir el poder, haciendo concesiones a las minorías y alimentando un parásito que se ha anldado en el estado y corroe sus instituciones. Esto es criticable para los dos partidos , si bien es más vergonzoso para los socialistas pues la mayoría de los pactos se han efectuado con políticas nacionalistas y conservadoras ( PNV y JUNTS) , que son la antítesis del socialismo, históricamente solidario.