Sus primeras rebajas

Miguel Terrés Hernández

Yo andaba casualmente detrás de ellas dos.

Eran una chica musulmana, tocada con el hiyab, y otra, que no parecía ser correligionaria suya puesto que no lo llevaba.

  • Vengo del Centro Comercial, decía la primera.
  • Ya veo. Llevas unas cuantas bolsas de compra.
  • Son mis primeras rebajas.
  • Qué bien. ¿Es que te han dado ya trabajo?
  • Sí. Estoy haciendo de intérprete en la Comisaría de Policía desde el uno de noviembre.
  • Cuánto me alegro.¿Y sigues yendo a la Facultad?
  • He pedido cambio de horario y me lo han concedido. Así que voy a clases por la tarde.

Inmediatamente después, me distancié de ellas en dirección a mi calle.

Y pensé: "Integrada. La chica que decía que trabaja y estudia parece estar perfectamente integrada. Es bueno que ella y los suyos se vayan asimilando; que consoliden su convivencia entre nosotros. Que se ganen un puesto de trabajo y lleguen hasta a acostumbrarse a participar en la rueda anual de las rebajas".