Cada vez más discriminados. Los Presupuestos Generales del Estado para 2014, presentados este pasado lunes en el Congreso, han vuelto a evidenciar el maltrato del Ejecutivo central hacia la provincia en materia de inversiones. El dinero para Alicante vuelve a caer de nuevo y sólo se destinarán 217,8 millones para obras en las comarcas alicantinas. Se trata de la cifra más baja de la última década y una de las más pobres del país en comparación con el número de habitantes. Tal y como adelantó este diario en su edición del miércoles, Alicante es la undécima por la cola en la asignación de fondos. Pese a ser la cuarta demarcación nacional con más ciudadanos censados, apenas se destinarán 111 euros por habitante. En Ourense, la más beneficiada el próximo año, ese guarismo se eleva hasta los 1.849 euros, 16 veces más.

La situación de la provincia es similar a la del resto de la Comunidad Valenciana. Un estudio elaborado por el PSOE desde Ferraz así lo evidencia. Los socialistas han realizado una comparativa de las inversiones estatales por provincias y comunidades desde que comenzó la crisis. Pese a que las primeras turbulencias económicas comenzaron a sentirse en el último trimestre de 2007, fue en 2008 cuando se completó el primer año completo de recesión. Pues bien, en ese ejercicio, con José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa, Alicante recibió 589,6 millones de euros en inversiones. En 2014, con Mariano Rajoy como presidente, esa cifra se ha hundido hasta los 217,8 millones. El desplome, por tanto, queda cifrado en el 63%.

Ese retroceso no es nuevo. Tal y como se aprecia en el gráfico superior adjunto, Alicante ha sufrido caídas progresivas desde 2012. Justo, cuando el PP confeccionó sus primeros Presupuestos. Desde entonces, la provincia ha perdido ingentes cantidades de dinero en inversiones. En 2012 se esfumaron 142,4 millones respecto al año anterior; en 2013 el bocado anual fue de 156,5 millones; mientras que el próximo año se inyectarán casi 40 millones menos que en el actual periodo.

En el conjunto de la Comunidad, si cabe, la situación es peor. La caída sí es progresiva desde 2008. Año a año se han ido disminuyendo las asignaciones para las tres provincias valencianas a nivel global hasta alcanzar los 605,3 millones para 2014. El Gobierno no ha tenido en cuenta ni la infrafinanciación que sufre la Comunidad, ni las reivindicaciones de Alberto Fabra en tierras valencianas (en Madrid suaviza su discurso), ni el peso específico de la autonomía en el Producto Interior Bruto (PIB) del país, ni tampoco que el pasado año fue la autonomía que cerró el año con un déficit más elevado (3,52%) y, por tanto, debe aplicar más ajustes que el resto. Nada. La Comunidad ha vuelto a quedar situada en el furgón de cola en la asignación de inversiones. Si se compara la asignación de 2008 con la de 2014, el recorte alcanza los 1.746 millones.

Propuesta socialista

Estos tijeretazos se suman a la discriminación con la financiación autonómica. El secretario general del PSPV, Ximo Puig, sacó ayer a colación estos dos temas durante su discurso en el comité nacional del partido y denunció que el PP ha llevado «al borde del precipicio» a la Comunidad. Para evitar caer por él, el líder de los socialistas valencianos abogó por alcanzar un gran pacto que haga viable a la Generalitat Valenciana, genere empleo y garantice el estado del bienestar. «Hacen falta medidas drásticas y urgentes para evitar un colapso económico y social», concluyó Puig.