El aparato de Cs impone a Ruth Merino de síndica a costa de ceder poder a los críticos

Mamen Peris y Mercedes Ventura se mantienen como portavoces adjuntas y se incorpora José Antonio Martínez, nuevo hombre fuerte de los naranja en la provincia - Los aliados de Cantó pierden peso orgánico

José Antonio Martínez, Ruth Merino, Mamen Peris y Mercedes Ventura, ayer, tras rubricar el pacto con el nuevo reparto de cargos.

José Antonio Martínez, Ruth Merino, Mamen Peris y Mercedes Ventura, ayer, tras rubricar el pacto con el nuevo reparto de cargos. / INFORMACIÓN

El grupo parlamentario de Ciudadanos (Cs) ha iniciado una nueva etapa en las Cortes Valencias. Se trata de la fase posterior al portazo de Toni Cantó, y será precisamente su discípula, Ruth Merino, quien asuma las riendas como nueva síndica. Merino era la apuesta de la ejecutiva de Arrimadas para el relevo. No precisamente por su afinidad con el actor, que ha acabado cobijado a la sombra de Ayuso, sino porque era la única candidata con un perfil destacado para evitar a toda costa que el sector de los argüesistas se hiciera con el cargo con mayor visibilidad. El consenso para su nombramiento, alcanzado ayer regañadientes, se rubricó a cambio de ceder poder al otro bando, que controla ahora las portavocías adjuntas, donde se mantienen Mamen Peris y Mercedes Ventura, y se incorpora José Antonio Martínez, nuevo hombre fuerte en la provincia de Alicante.

La decisión se acordó tras un tenso debate entre los dos sectores enfrentados en el partido. El secretario de Acción Institucional, Jesús Gimeno, convocó a todos los parlamentarios para zanjar una crisis que se había agudizado desde la intempestiva salida de Cantó. La dirección nacional quería acordar los nombramientos cuanto antes para evitar que los hasta ahora aliados con el actor, el núcleo duro de poder en las Cortes, y los aliados de senador Emilio Argüeso -que ha dejado Cs y ha pasado al grupo mixto- recrudecieran su enfrentamiento. Se temía que el grupo acabara saltando por los aires.

Cerca de cuatro horas de reunión fueron sido necesarias para encajar un acuerdo común entre las distintas sensibilidades que existen en el seno de la formación, con un tira y afloja en el que algún diputado amenazó incluso con abandonar el cónclave ante el clima de confrontación. De hecho, varios diputados se negaron a firmar la propuesta inicial y tensaron la cuerda hasta que hubo pacto por unanimidad. Fue una solución intermedia en la que, aparentemente, todos quedaron conformes. El mal menor que, con frecuencia, se acaba aceptado en las trincheras políticas. No obstante, no es ningún secreto que la rúbrica del pacto no ha suavizado el malestar que sigue existiendo, a pesar de que la nueva síndica se esforzara ayer en asegurar que «están contentos y preparados para seguir trabajando» y que espera que el grupo parlamentario siga trabajando «igual de bien o mejor» que con el anterior síndic. Descartó, en principio, que se registren nuevas deserciones en sus filas, «pero evidentemente no tengo una bola de cristal y la vida da muchas vueltas», aseveró.

Con el nuevo reparto de cargos, José Antonio Martínez gana el protagonismo que nunca tuvo con Cantó. Además de portavoz adjunto, estará al frente de las comisiones de Economía y Hacienda, si bien no era ese el plan inicial de la ejecutiva nacional. De hecho, el nombre que se puso en un principio sobre la mesa para ocupar esta portavocía era el del castellonense Eduardo del Pozo. Ello habría supuesto no integra a ningún alicantino. El sector argüesista veía en esa maniobra, la de no aupar a ningún alicantino, una venganza por la enemistad de la dirección con la ya exdiputada por Alicante Marta Martín, que ha renunciado a su acta por discrepancias con la nueva línea marcada por Arrimadas. En cualquier caso, el reparto de cargos, algunos de los cuales están por definir, también tendrá consecuencias a nivel de emolumentos en la Cámara.

Entre los cambios que trae este nuevo acuerdo, que permite mantener el barco a flote aunque todavía presenta evidentes fugas, se contempla también que pierdan peso orgánico los hasta ahora seguidores de Toni Cantó, como son los alicantinos María Quiles, Fernando Llopis, Emigdio Tormo y Toni Woodward, así como el valenciano Carlos Gracia. Todavía está por decidir quién será el coordinador territorial, pero esa no es la batalla que más urgía ganar a Arrimadas.

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