El polvorín del PP en Orihuela: sin fecha para la asamblea local pero con Bascuñana de candidato

El regidor da un paso al frente y aspira a hacerse con la presidencia para relevar a su enemigo político, Dámaso Aparicio - Resta importancia a su investigación judicial y el partido guarda silencio

El presidente regional del PP, Carlos Mazón, y el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana.

El presidente regional del PP, Carlos Mazón, y el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana. / INFORMACIÓN

M. A. Rives

M. A. Rives

El PP de la provincia va alcanzado velocidad de crucero en la aplicación del calendario para la renovación de liderazgos locales. La hoja de ruta del partido contempla celebrar asambleas en 73 municipios antes de que finalice el año. Por el momento, no ha hecho falta sacar las urnas para dar voz a la militancia. La proclamación de candidatos únicos está permitiendo llegar a procesos tranquilos, sin sobresaltos, en importantes agrupaciones como las de Alicante, Elche, Torrevieja o Benidorm, donde el líder regional, Carlos Mazón, está consolidando a los suyos y, por tanto, tejiendo la estructura que precisa para centrarse en la conquista del Palau de la Generalitat. Por contra, la calma que ha caracterizado hasta ahora la designación de ejecutivas municipales va camino de convertirse en tempestad en la demarcación de Orihuela, el principal polvorín de los populares alicantinos.

La asamblea en territorio oriolano no ha sido formalmente convocada, pero el alcalde de la ciudad, Emilio Bascuñana, ya ha movido ficha. El regidor asegura haber comunicado a la dirección regional su intención de pelear por coger las riendas de la formación en la capital de la Vega Baja, un movimiento con el que pretende relevar a Dámaso Aparicio, su principal rival político en la agrupación; quien, por otro lado, no se descarta que decida, de nuevo, plantar batalla por mantenerse en el cargo. Ya lo hizo en 2017 y ganó frente al candidato arropado entonces por el regidor, que fue Víctor Valverde. Bascuñana no se presentó en esa ocasión a las primarias. Sí lo hizo en 2012 y perdió frente a Pepa Ferrando. Ahora, no obstante, Bascuñana cree que los vientos soplan más favorables tras la caída de Isabel Bonig y, con ella, de la que fue secretaria general del partido en la Comunidad, Eva Ortiz, próxima a Aparicio. No obstante, la cúpula regional y provincial guarda silencio con respecto al futuro de Bascuñana, que, en cualquier caso, estará ligado al pronunciamiento de los tribunales.

La investigación al regidor oriolano, acusado de cobrar más de 200.000 euros de la Generalitat como asesor de Sanidad sin que, supuestamente, exista rastro del trabajo que realizaba, podría ser un condicionante. Sin embargo, el hecho de estar enmarañado en un proceso judicial no ha sido un obstáculo para que el alcalde de La Nucía, Bernabé Cano, investigado en su caso por saltarse el turno de vacunación para inmunizarse contra el covid. Con ese currículum, ha recibido el aval del partido para repetir al frente de la presidencia local, tal y como esgrimen desde el entorno de confianza de Bascuñana. Con todo, no se puede descartar que en el caso de Orihuela la cúpula regional del PP acabe buscando una tercera vía para tratar de pacificar una agrupación que pasó de los años de vino y rosas de las mayoría absolutas, de presumir de tener el segundo censo de afiliados más abultado de la Comunidad, con en torno a 7.000 seguidores, aunque solo un millar pagaba la cuota, a no disponer ni si quiera de una sede en el municipio. Tanto es así que, en el proceso de primarias que elevó a Mazón al frente de la sala de mandos del partido en la Comunidad, los militantes acabaron votando en un garaje.

La hemeroteca da cuenta de que hasta en dos ocasiones en poco más de tres años los populares de Orihuela se vieron obligados a cambiar de sede por no poder pagar el alquiler. Las hostilidades entre ambos bandos han llegado al punto de que los ediles afines al regidor, su núcleo duro, se niegan a abonar las aportaciones de su sueldo público al partido, como aprobó la ejecutiva local.

Con Alicante como ejemplo

Bascuñana, en declaraciones a este diario, defiende que Orihuela necesita un PP fuerte y considera que la bicefalia, es decir, el hecho de mantener un liderazgo en el plano orgánico y otro al frente del Ayuntamiento, no solo no ha funcionado, sino que «no ha podido ser peor». De esa forma, asegura estar decidido a lanzarse a la conquista de la presidencia local, una estrategia que se asemeja a la de Luis Barcala en Alicante. Asevera, además, que cuenta con el apoyo a nivel nacional, regional y provincial, pero son ellos quienes decidirán cuándo se activa el proceso.

Su paso al frente podría ser interpretado en determinados círculos del partido como un desafío a la cúpula autonómica, como una especie de pulso para marcar posicionamiento antes de que se abra formalmente el proceso. Sin embargo, esa es una lectura a la que Bascuñana resta importancia, puesto que afirma que los dirigentes son conocedores de sus intenciones. El actual regidor resta importancia al proceso judicial pendiente, que tilda de «absoluto montaje», y que, a fin de cuentas, alega que ya estaba en marcha antes de las elecciones de 2019. Aún así, recalca, el partido respaldó la candidatura que le mantuvo en la Alcaldía tras pactar con Cs.

Precisamente en aquellas elecciones de 2019 se produjo uno de los enfrentamientos más sonoros entre Bascuñana y Aparicio, un desafío que tensionó todavía más la guerra fría entre ambos. El comité electoral del PP en Orihuela lanzó un órdago al designar a Aparicio candidato a la Alcaldía. En aquel conflicto tuvo que intervenir incluso Génova. El secretario general del PP, Teodoro García-Egea desembarcó en Orihuela para negociar. A Bascuñana se le apoyó para repetir mientras a Aparicio se le garantizó un puesto en la Diputación de Alicante, una promesa que, dos años y medio después, Carlos Mazón no ha cumplido, lo que, de alguna forma, podría dejarle las manos libres para actuar como considere.

Llegados a este punto, la solución no parece fácil en Orihuela y el PP ha dilatado los plazos como no ha hecho en otras grandes ciudades de la provincia, a excepción de Alcoy. Tratar de volver a apelar a la unidad entre Bascuñana y Aparicio es prácticamente inconcebible.

De las dudas en Alcoy a los procesos de ese fin de semana

Junto a Orihuela, Alcoy es la segunda gran ciudad de la provincia donde todavía no está claro quién asumirá la presidencia local del partido. En determinados círculos del PP, se asegura que existen dudas con la continuidad del portavoz, Quique Ruiz, aunque fuentes de la dirección recalcan que el hecho de elegir ahora a los presidentes locales no significa que vayan a ser los cabezas de lista en las próximas elecciones. Mientras tanto, se van cerrando los procesos que sí están claros, como los de Guardamar y Albatera, con Marisol Gallud y Ana Serna, celebrados el viernes; los de Torrevieja o Almoradí del sábado, con Eduardo Dolón y María Gómez; o el de hoy en Benidorm para designar a Mariló Cebreros.

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