El grupo parlamentario de Ciudadanos (Cs) en las Cortes valencianas está del lado de Inés Arrimadas. Ese fue el mensaje que lanzó este martes la síndica adjunta en el Parlamento autonómico, Mercedes Ventura. Lo hizo 24 horas después de que trascendiera que cargos relevantes del partido en la provincia, como la la vicealcaldesa de Alicante, Mari Carmen Sánchez, o el portavoz de en la Diputación, Javier Gutiérrez, se han posicionado del lado de los críticos, los que exigen la dimisión de la líder de los naranja a nivel nacional y de todo el comité ejecutivo, en el que está integrada la coordinadora del partido en la Comunidad Valenciana, María Muñoz. La brecha, por tanto, es más profunda de lo que en un primer momento pudiera parecer, teniendo en cuenta que tanto Sánchez como Gutiérrez están integrados en las instituciones con mayor peso que gobierna Cs en todo el territorio autonómico. En ambos casos, en coalición con el PP, una clave que no pasan por alto en el grupo de las Cortes. 

 «Suenan cantos de sirena» que «vienen de otros» hacia los críticos. Con esas palabras, pronunciadas este martes por Ventura, deslizaba que la vicealcaldesa de la capital alicantina y el portavoz de la Diputación tendrían la mirada más puesta en la formación que lidera Carlos Mazón que en las propias siglas de Cs. Como trasfondo se encuentra el debate sobre la oportunidad de que los naranja concurrieran en listas conjuntas del PP de cara a los próximos procesos electorales, habida cuenta de que en las últimas convocatorias a las que han acudido en solitario el resultado ha sido desastroso, tal y como sucedió en Madrid, Castilla y León o Andalucía. De hecho, abrir la puerta a esa posibilidad y posicionarse como crítico con la moción de censura de Orihuela fue el detonante que motivó que el pasado mes de junio se destituyera a Gutiérrez como coordinador provincial. Poco después se le suspendió cautelarmente de militancia. No fue el único que sufrió las consecuencias de sus discrepancias con la dirección autonómica, sino que también cayeron en desgracia los secretarios provinciales de Acción Institucional y Organización, César Martínez y Chechu Herrerro. Desde entonces, la organización de Cs en la provincia está descabezada, a pesar de que es la demarcación donde más poder institucional concentran los naranja de todo el territorio autonómico. Ni Muñoz ni la síndica en las Cortes, Ruth Merino, son partidarias de unir el destino en las urnas al PP.

La portavoz adjunta en las Cortes defendió la hoja de ruta que promueve Arrimadas, que pasa por acometer un proceso de refundación del partido y, solo después, celebrar un congreso extraordinario para definir liderazgos. Recordó que en todo el territorio nacional hay 2.000 personas trabajando en esa refundación, entre los que se encuentran 200 valencianos, mientras que Somos Cs lo firman 30 cargos. Sánchez y Gutiérrez se han adherido al bando de los sublevados y han rubricado ese manifiesto. 

Condicionados

Sobre los cánticos de Sirena a los que se refirió Ventura fue preguntada la síndica del PP, María José Catalá, que es además la secretaria general del partido en la Comunidad. ¿Vienen del PP? «Que yo sepa, no», contestó. «Si toda la respuesta es culpar al PP de lo que le pasa a uno, al final tendremos la culpa de todo», añadió. Con todo, y preguntada por una posible confluencia con la formación naranja para las elecciones, indicó que confía «muchísimo» en su partido y que su proyecto «nunca ha sido condicionado por otras formaciones políticas y ahora tampoco lo va a ser».