Purga en el PSPV de San Vicente: una lista en la que solo sobreviven el alcalde y tres ediles

El mandato vivido en San Vicente del Raspeig ha sido uno de los más convulsos en la provincia. El PSPV-PSOE, que ha gobernado en el municipio de l’Alacantí, ha protagonizado grandes polémicas internas, que vivieron su momento álgido en el año 2021, cuando se destapó la existencia de chats de WhatsApp en los que los ediles críticos, encabezados por José Luis Lorenzo, operaban como un grupo paralelo al margen del municipal. Fruto de aquellas polémicas se ha producido una enorme purga en la lista que presentarán los socialistas de cara a las elecciones municipales que se celebrarán el próximo 28 de mayo.

Del actual grupo del PSPV apenas quedan cuatro supervivientes, con el alcalde, Jesús Villar, a la cabeza. Detrás de él aparece la secretaria general de la agrupación local, Asun París, y dos concejalas: Noelia Hernán y Patricia Ferri. Pero estas dos ediles han quedado muy relegadas y, prácticamente, han caído fuera de los puestos de salida, ya que Hernán ha acabado en el puesto diez de la lista y Ferri más abajo todavía, en el doce. En este sentido, cabe recordar que los socialistas gobiernan actualmente con diez ediles en San Vicente, formando equipo con Esquerra Unidad (dos concejales) y Podemos (uno).

Excluidos

La purga que se ha producido en el PSPV, por lo tanto, deja fuera de la lista a los actuales ediles José Manuel Ferrándiz, Pilar Alcolea, Isabel Candela, Guillermo García, Lucía Rubio y Juan Antonio López. Entre las novedades, por su parte, destaca la presencia, en el número cinco, de Miguel Ángel Mora, que el año pasado se disputó la secretaría general de la agrupación local con París y a quien se ha relacionado con el sector crítico que encabezaba Lorenzo. La propia París llegó a ofrecerle a Mora integrarse en su equipo, para lo que le propuso un papel protagonista. Aunque hace un año el actual número cinco declinó el ofrecimiento, su presencia ahora confirma que ha cerrado filas con el sector del alcalde Villar.

De hecho, desde el entorno del regidor se sostiene que este movimiento culmina el proceso integrador que se inició en el Partido Socialista tras la tormenta que desencadenó el salto a la opinión pública del contenido de los chats con los que los ediles díscolos habían formado un grupo paralelo al municipal. La inclusión de Mora en un puesto relevante, como el número cinco, también se ve, desde el entorno de Villar, como la condena a la irrelevancia del bando crítico y el cierre de las fuertes discrepancias que existían en torno a la figura del regidor.

La presentación de la lista tiene que salvar aún un último escollo, con la votación que tendrá lugar el domingo. Desde la cúpula del partido se confía en que la propuesta presentada por Villar sea ratificada por la mayoría y, de esta manera, queden atrás las luchas entre facciones y las guerras internas. La votación tendrá lugar en la sede local y, hasta el sábado, se podrán presentar alternativas. 

Tras la aprobación por la comisión ejecutiva, en sesión ordinaria y por unanimidad, de la propuesta de lista, los socialistas de San Vicente emitieron un comunicado en el que hacían hincapié en la importancia de impulsar un proyecto basado en la «unidad» de cara a la cita electoral del 28 de mayo. En el proyecto encabezado por Villar se integra la mayoría de la ejecutiva local y también se le ha querido otorgar protagonismo a las juventudes del partido. Según el comunicado, la candidatura está compuesta por nombres que «llevan meses siguiendo la actualidad municipal y trabajando para aportar propuestas coherentes al programa electoral».

Mayor tensión

Los momentos de mayor tensión este mandato en San Vicente se vivieron en 2021, cuando saltó a la luz que regidores «rebeldes» del grupo socialista estaban dando cuenta de procesos de licitación en grupos de WhatsApp que operaban al margen del alcalde Villar y en los que había otras personas que no eran concejales, en una sucesión de capítulos que, conforme se iban conociendo, cada vez eran más deplorables. Entre ellos, se encuentran los mensajes de la que era jefa de prensa, Ana López, en los que expresaba su deseo de «cortarle el cuello» al primer edil o las descalificaciones de Lorenzo contra funcionarios.

En estos chats se llegaron a pasar actas municipales y se compartió información sensible de algunos de los procesos que se encontraban en marcha, como el contrato de obras del pabellón polideportivo o el de servicios para la implantación y el mantenimiento de una aplicación para la gestión de la Policía Local.