Puig lanza un gesto de integración en el PSPV con la nueva dirección en las Cortes

Un comité nacional el próximo 8 de enero convocará el congreso extraordinario, que se prevé a final de febrero

Pilar Bernabé, Ximo Puig, Ana Barceló, José Muñoz y Tània Baños, en la ejecutiva de ayer del PSPV

Pilar Bernabé, Ximo Puig, Ana Barceló, José Muñoz y Tània Baños, en la ejecutiva de ayer del PSPV / GERMÁN CABALLERO

A. García

Fumata blanca en el PSPV. La ejecutiva de los socialistas valencianos eligió ayer a José Muñoz como nuevo síndic en las Cortes. Su designación no es ninguna sorpresa ya que su nombre ha sido el favorito desde el momento en que la anterior portavoz Rebeca Torró y su adjunto Arcadi España pusieron rumbo a las secretarías de Estado de Industria y Política Territorial, aunque en una formación en plena efervescencia con un congreso extraordinario en el horizonte y su líder de salida no deja de ser destacado que se cumplan las previsiones.

Más sorprendente fue el nombramiento del síndic adjunto y la presidencia del grupo que quedaban vacantes. El primer puesto lo ocupará el expresidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar, mientras que Rosa Peris, quien sonaba para este cargo, será la nueva presidenta del grupo en sustitución de Ximo Puig que por la mañana dejó su acta. María José Salvador y José Chulvi continúan como adjuntos por Castellón y Alicante. Asimismo, Mercedes Caballero será la responsable de la provincia de Valencia, tarea que desempeñaba hasta ahora el elegido como nuevo síndic.

Muñoz ha sido la primera opción para el puesto por galones y proximidad a la dirección en la actual estructura del partido. Es secretario de Organización de la federación valenciana desde 2017, puesto que revalidó en el último congreso en 2021, y acumula más de dos legislaturas en el parlamento autonómico donde ha sido portavoz de Hacienda. Desde esta posición ha cargado contra el Consell en los últimos meses por los Presupuestos y por el cambio en la ley del Juego.

Ahora será el responsable de poner voz y rostro a la oposición en el parlamento autonómico y debatir directamente con el president de la Generalitat, Carlos Mazón, en las sesiones de control. La siguiente no llegará hasta, como mínimo, febrero ya que enero es inhábil en la cámara. Para entonces el congreso donde se ungirá al relevo de Ximo Puig al frente del PSPV estaría al caer ya que el propio Puig señaló ayer que sería entre el segundo y el tercer mes del año cuando se celebrase dicho cónclave.

De momento, la ejecutiva aprobó ayer la convocatoria del comité nacional el próximo 8 de enero, órgano responsable para fijar la fecha y el lugar del congreso extraordinario. El fin de semana del 24 y 25 de febrero o el del 2 y 3 de marzo y que sea en la provincia de Castellón -los dos últimos han sido en Alicante- aparecen como las principales opciones. Se vienen días de negociación con Ferraz porque los plazos son estrechos.

"Impulso a la alternativa"

En ese proceso interno también tienen también su influencia los nombramientos de ayer. Muñoz supone una continuidad en concordancia con la línea de la actual dirección. Frente a otras posibilidades (en un grupo ya de por sí en clara sintonía con el todavía líder del partido) el nuevo síndic ha sido siempre cercano a Puig, algo que podría influir en su continuidad una vez se celebre el congreso extraordinario. Su futuro en el puesto estará marcado por la transitoriedad en la que se encuentra el partido y los cambios que pueda haber en sus estructuras.

Por su parte, a Gaspar se le considera una persona próxima al secretario general en la provincia de Valenica, Carlos Fernández Bielsa, como se vio el sábado cuando arropó al alcalde de Mislata en la entrada del comité nacional. Su designación como síndic adjunto es un guiño hacia este sector "para que todo el mundo esté implicado", indicaron fuentes de la dirección. "Son gestos muy positivos para sumar y cohesionar el partido", añadieron fuentes del entorno del dirigente provincial.

Más en sintonía con la actual ejecutiva es la elección de Rosa Peris, vicesecretaria de Igualdad del partido desde octubre, como presidenta del grupo, cargo que ocupaba Puig tras el paso a la oposición. El líder del partido justificó su nombramiento en que será la primera mujer que alcance este puesto y en su experiencia en el movimiento feminista. También como cierto gesto hacia el resto de sensibilidades del partido está el ascenso de Caballero, dirigente afín al abalismo, como responsable de la provincia de Valencia.

"Vamos a dar un nuevo impulso a la alternativa", expresó Puig ante los medios al terminar la ejecutiva. Dentro el mensaje fue similar al del comité nacional del sábado, según cuentan fuentes presentes en la reunión: despedida de la primera línea y llamada a la cohesión y a que haya un partido fuerte centrado en hacer oposición. Para ello, además, se convocó para el día 10 de enero una convención con todos los representantes institucionales del PSPV.

Este "nuevo impulso" conllevará también más cambios dentro del grupo. Además de encajar las nuevas piezas -entran Benjamí Mompó, Pedro Ruiz y Xelo Angulo-, habrá una recomposición de los roles parlamentarios con la modificación de algunas de las portavocías. El objetivo es endurecer el tono, aunque "con educación". Mientras, en otra pantalla aunque con influencia directa, el partido deshojará su futuro.

El expresidente deja de ser diputado: «Es el fin de una etapa»

Ximo Puig ya no es diputado en las Cortes. El secretario general del PSPV presentó ayer la renuncia a su acta como representante en la cámara autonómica. Es la primera consecuencia pragmática del «paso atrás» al frente de la dirección de la federación que anunció el pasado sábado ante el comité nacional y que terminará en un congreso extraordinario dentro de tres meses. «Es el final de una etapa», señaló después de oficializar su adiós al parlamento valenciano. No es la primera vez que Puig acude al registro de las Cortes para dejar su acta de diputado.

Lo hizo en 1986, tres años después de ser elegido diputado en la primera legislatura de la democracia valenciana para trabajar como jefe de gabinete del entonces president, Joan Lerma. Volvería después, en 1999 para encadenar doce años en la oposición hasta regresar en 2015 cuando fue elegido president de la Generalitat. Sin embargo, si en ocasiones anteriores su adiós acabó convirtiéndose en un «hasta luego», la de ayer parece que será la definitiva. «Es el momento oportuno de que haya nuevas generaciones», explicó el aún líder del PSPV. Puig deja su cargo en las Cortes, pero no en el Senado. De hecho, indicó que seguirá trabajando en la Cámara Alta «defendiendo las mismas posiciones». En este sentido, añadió que intervendrá en el próximo pleno del Senado para hablar de la reforma de la financiación autonómica. Además, presidirá la Comisión de Presupuestos, la única que dirigen los socialistas en esta cámara.