Morant pone en juego su influencia con el nuevo diputado del PSPV en Bruselas

El PSPV se ha abonado en las últimas semanas a las despedidas y la renovación que está afrontando la federación valenciana llegará también al Parlamento Europeo. La que en las últimas dos legislaturas ha sido su principal representante en Bruselas, Inmaculada Rodríguez-Piñero, anunció ayer, en un desayuno informativo en València, su decisión de «dar un paso al lado» y no volverá a presentarse a las elecciones europeas del próximo 9 de junio después de diez años en la eurocámara.

El adiós de quien ha sido la número siete y cinco en la papeleta del PSOE en las últimas dos citas electorales europeas abre la incógnita de quién ocupará el principal puesto de los socialistas valencianos en estos comicios. Será, de hecho, una de las primeras negociaciones de Diana Morant y de quien nombre responsable de Organización, todavía pendiente, tanto dentro de la federación como con la dirección del PSOE a nivel estatal.

La lista es de circunscripción única por lo que el puesto que ocupe el primer representante con carné del PSPV será un indicativo de la relación y el poder de influencia con Ferraz. También si Morant logra situar en puestos cabeceros a algún representante más de la federación. En 2019, la delegación valenciana logró tres eurodiputados. Además de Rodríguez-Piñero, consiguieron su acta el alicantino Domènech Ruiz, que se hizo hueco en la lista por sus conexiones en Madrid, y Estrella Durà, esta última, tras el nombramiento de Josep Borrell como alto representante de la Unión para Asuntos Exterioresy Política de Seguridad.

La elección de este puesto en la futura lista será un primer mensaje de Morant sobre su proyecto, pero la renuncia de Rodríguez-Piñero ya evidencia un cambio de ciclo. La europarlamentaria entró en la candidatura europea en 2014 a propuesta de Ximo Puig, quien ayer la precedió en su intervención y cerró el círculo iniciado una década antes, cuando también le hizo la presentación en el mismo espacio, el Nueva Economía Forum, entonces, siendo el líder de la oposición. «Me voy satisfecha por el trabajo hecho», indicó al respecto Rodríguez-Piñero quien aseguró que en este tiempo ha tratado de promover «una visión progresista» en las reglas del comercio internacional y que la voz de la Comunitat Valenciana se escuchase «alta y clara». «Siempre ha puesto la defensa de los intereses valencianos en las mesas de negociación europeas», señaló por su parte el socialista Puig, ya como embajador de la OCDE.

Asimismo, Rodríguez-Piñero informó que ya ha devuelto los 40.000 euros de dietas que cobró de su participación como consejera de la Autoridad Portuaria de València, cargo que ejerció ocho años y del que dimitió en septiembre. Así, señaló que no sabía que era incompatible —de hecho, no lo indica como tal la ley de Puertos, sino una directiva europea—, aseguró que ha sido «una víctima» y reprochó la manera en la que se hizo público «para denostar» su «integridad».

No aclaró cuál será su futuro más allá de indicar que no se va a quedar «jubilada». «Tendré tiempo de reflexionar», apuntó ya que hasta el 16 de julio mantendrá el acta y posteriormente cuenta con seis meses de incompatibilidades, aunque reivindicó que seguirá «aportando para seguir avanzando». Su adiós a Europa puede ser, entonces, un «hasta luego» de la actividad política.