El 9J: del peligro de la ultraderecha al desgaste a Sánchez

Las europeas llegan con una tensión máxima entre el Partido Popular y el PSOE

Compromís quiere devolver la voz valenciana a la Eurocámara y Vox aviva el miedo a los inmigrantes

Compromís-Sumar, el PSPV-PSOE, el PP y Vox se la juegan el 9 de junio

Compromís-Sumar, el PSPV-PSOE, el PP y Vox se la juegan el 9 de junio

Borja Campoy

Borja Campoy

Denunciar al Consell del PP y Vox

El PSPV dedica la campaña a señalar ante las instituciones continentales las políticas de populares y ultras en la Comunidad y poner freno al auge del populismo

El PSOE y el Partido Popular han llegado al inicio de la campaña de las elecciones europeas en un momento de máxima tensión política. La crisis diplomática con Argentina, las acusaciones a Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, o el reconocimiento de Palestina son algunos de los episodios que han avivado el fuego en los últimos días, en una contienda entre el bipartidismo a la que también hay que añadir el papel que desempeña Vox y la relación que mantiene con el PP en distintas autonomías, entre ellas la Comunidad Valenciana.

Este vínculo entre populares y ultras en el Consell es una de las banderas que está enarbolando el PSPV en el inicio de campaña, un periodo que los socialistas quieren aprovechar para denunciar ante las instituciones europeas las políticas que está llevando a cabo el Gobierno autonómico, con polémica sonadas, como la que ha rodeado a la llamada ley de Concordia y sus implicaciones contra la memoria democrática. El partido del puño y la rosa también pretende que estas elecciones sirvan para plantar un dique de contención contra el auge del populismo, ante el temor de que la extrema derecha gane mayor protagonismo dentro del Parlamento Europeo.

Fuentes socialistas apuntan a una «batalla cultural» en el seno de la sociedad valenciana. Lo achacan al hecho de que el PP haya integrado a Vox en el Consell y aseguran que la principal consecuencia de ello es que en vez de hacer «política útil» se haga «política del odio». El discurso del PSPV apunta que esa situación ya se está viviendo en la Comunidad Valenciana y por ello apelan a la movilización para ponerle frente en las europeas del próximo 9 de junio. Por eso, en los mítines socialistas, como el que tendrá lugar el próximo sábado en Alicante, con la presencia de la vicepresidenta María Jesús Montero, se habla de una Europa socialdemócrata, con valores como la convivencia, la cohesión, la ilustración o la racionalidad. Frente a ello se señala a una «ultraderecha que fomenta el negacionismo del cambio climático, la ciencia, el conocimiento y la igualdad».

La campaña del PSPV también pasa por poner en valor el trabajo del Gobierno de Sánchez, destacando aspectos como los indicadores económicos españoles. El propio presidente resaltó que España «va como un cohete» en cuanto a los parámetros que marca su economía. La secretaria general del PSPV, Diana Morant, recogió el guante el pasado jueves en el mitin que se celebró en València, dándole un cariz autonómico al mencionado cohete, relacionándolo con la actividad que desempeña la compañía ilicitana PLD Space. En estos actos, en los que también están participando la exministra Leire Pajín, que ocupa el número ocho de la candidatura para las europeas que encabeza Teresa Ribera, o el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, se pone en valor la manera en la que actuó el Gobierno socialista ante la pandemia y se marcan las diferencias con la crisis financiera anterior, que a nivel europeo deparó episodios como la intervención de Grecia o que a los países del sur de Europa se les denominara con el acrónimo peyorativo de PIGS (cerdos).

Al margen de estas cuestiones, que ocupan el discurso central del PSPV, los socialistas ponen sobre la mesa otros asuntos, como la transición energética, la sostenibilidad o la apuesta decidida por la digitalización, que abarca ejes como la protección del patrimonio y la cultura o los esfuerzos para evitar que ninguna clase social se quede atrás o que no se produzca una brecha de género. Todo ello con el objetivo de aglutinar el voto progresista, arañar apoyos al espacio que se sitúa a su izquierda, evitar fugas al centro y, en definitiva, dar la vuelta a unas encuestas que son favorables al PP.

Plebiscito contra el Gobierno

El PP emplea sus mítines en criticar un «maltrato» del Ejecutivo de Sánchez a la Comunidad y enarbola las banderas del agua, la vivienda y los sectores productivos

El Partido Popular ha arrancado la campaña mostrándose abierto a alcanzar pactos con el espacio a su derecha y planteando las europeas como un plebiscito contra la gestión de Pedro Sánchez al frente del Gobierno. En clave autonómica, el PPCV pone el foco en el «maltrato» que sufre la Comunidad Valenciana por parte del Ejecutivo que encabeza el líder socialista, exponiendo para ello argumentos como la financiación, la inversión en infraestructuras o el hecho de que la provincia de Alicante siga a la cola después de que los Presupuestos Generales del Estado se hayan prorrogado. 

Así lo asegura la directora del comité de campaña de los populares, la diputada autonómica Laura Chulià, que sostiene que el tablero valenciano es decisivo en el resultado que deparen los comicios en España. Por eso, resalta, el líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, abrió la campaña el pasado viernes en Elche y la cerrará en València. «Tenemos la oportunidad de demostrarle a Sánchez que se está equivocando con la Comunidad Valenciana», añade Chulià, que abraza otras banderas, como la defensa del agua, la problemática de la vivienda o la protección de sectores productivos como los del calzado, el juguete, la industria textil, el turismo o la cerámica. 

Reclamar los recursos hídricos que necesita, sobre todo, la provincia de Alicante y oponerse al recorte de los trasvases ha sido uno de los grandes caballos de batalla los últimos años del jefe del Consell, Carlos Mazón, y este argumento se extrapola a las europeas. De paso, se aprovecha para arremeter contra la cabeza de cartel del PSOE, Teresa Ribera, que ha protagonizado sonados enfrentamientos con los regantes de la Vega Baja. En cuanto a la cuestión de la vivienda, también ha sido otro de los ejes defendidos por el Consell de Mazón, que ha impulsado la puesta en marcha del Plan Vive, con el que se pretende el desarrollo y la construcción de 10.000 viviendas públicas en el conjunto de la Comunidad Valenciana.

De vuelta a Sánchez, el PP plantea las elecciones como una oportunidad para que la sociedad valenciana y española dé en las urnas su respuesta a la carta que le envío el presidente hace unas semanas, cuando se tomó cinco días para reflexionar sobre su continuidad al frente del Gobierno. «A diario sufrimos atropellos del sanchismo contra la paz, la libertad y la concordia. Ahora tenemos la oportunidad de decirle que su reflexión fue una tomadura de pelo», apostilla la directora de campaña.

Los populares también son conscientes de que en las elecciones europeas uno de los grandes contratiempos es el de movilizar al electorado, sobre todo en situaciones como la que se da este año, en el que los comicios no coinciden con otra convocatoria a las urnas. Por eso trabajan en que la ciudadanía valenciana sienta Europa como algo propio, con la esperanza de conseguir un resultado como el que lograron en las autonómicas y municipales que se celebraron el 28 de mayo del año pasado.

Al igual que en la convención que el PPCV celebró este sábado, las cuestiones sociales también son un eje prioritario para los populares, que ponen el acento en el hecho de que, desde el pasado mes de enero, se han reunido con más de 120 asociaciones, con el propósito de escuchar y atender sus propuestas. En el plano continental, se pretenden que la Comunidad Valenciana tenga una voz «fuerte y representativa» en las instituciones europeas para apoyar a sus grandes sectores productivos y a colectivos como los de los agricultores, ganadores, pescadores y regantes. Todo ello tras unos meses previos que han estado cargados de protestas desde el campo, un terreno en el que, precisamente, Vox busca un caladero de votos. Otra vez aparece en escena la ultraderecha en medio del plebiscito que se le quiere plantear a Sánchez.

Los intereses de los valencianos

Compromís concurre bajo el paraguas de Sumar con los objetivos de defender al campo ante la competencia de terceros países y reivindicar el Corredor Mediterráneo

Compromís concurre a las elecciones europeas bajo el paraguas de Sumar, ocupando el puesto número tres de la lista con el exconseller en el Botànic Vicent Marzà, que se impuso en las primarias a Jordi Sebastià. El castellonense, precisamente, estuvo presente el viernes en un simbólico acto que tuvo como escenario el Mercado Central de Alicante para conmemorar a las víctimas del bombardeo de la Guerra Civil y denunciar la llamada ley de Concordia que promueve el Gobierno autonómico del PP y Vox. En el acto del viernes también estuvieron presentes, entre otros, la número uno de la candidatura, Estrella Galán, Joan Baldoví e Íñigo Errejón. En ese encuentro se dejó patente que, al margen de denunciar las políticas que llevan a cabo la derecha y la ultra derecha, la campaña de Compromís con Sumar gira en torno a los intereses de la sociedad valenciana y al objetivo de que la agenda de la Comunidad Valenciana esté presente en el Parlamento Europeo, con propósitos concretos como los de defender al campo ante la competencia de terceros países o reivindicar el Corredor Mediterráneo.

En lo referente a la actuación del PP y Vox en la Comunidad Valenciana, desde Compromís se pretende impulsar la Ley Europea de Memoria Democrática para «poner fin a los intentos de equipar la dictadura fascista con otras víctimas». La lucha contra el cambio climático también está presente en su discurso ante el «negacionismo del Gobierno autonómico». Por eso se pretende elevar ante las instituciones europeas cuestiones como la situación que se vive en Alicante con los macrodepósitos de su fachada litoral o la ampliación del puerto de València, ya que se considera que en ambos casos no se cumple con los preceptos que se están marcando desde la Unión Europea.

También se reclama una vicepresidencia de Vivienda de la Comisión Europea que impulse un Pacto Europeo de la Vivienda. La coalición valencianista asegura en su discurso que se necesita con urgencia un paquete de medidas legislativas que permita luchar contra la gentrificación y el turismo masivo y permita regular los precios de los alquileres y los hogares vacíos.

De la inmigración a la Agenda 2030

Los ultras de Vox exigen «fronteras fuertes para acabar con la inseguridad» y abogan por derogar el Pacto Verde Europeo por ser «nefasto» para la agricultura

El ya ideario clásico de Vox está presente en su campaña para las elecciones europeas, en un momento en el que se apunta una tendencia al alza en todo el continente de los movimientos populista. Por este motivo los de Santiago Abascal, que el próximo día 3 estará en Alicante junto a su cabeza de lista, Jorge Buxadé, azuzan el temor a los inmigrantes, exigiendo «fronteras fuertes para acabar con la inseguridad» en la provincia, y hacen gala de su negacionismo del cambio climático reclamando acabar con la Agenda 2030 y con el Pacto Verde Europeo, ya que consideran que es «nefasto» para los intereses de los agricultores alicantinos.

En lo que hace referencia a la inmigración, el mensaje que está difundiendo Vox en esta campaña pasa por señalar que Alicante es, junto a las provincias costeras andaluzas, uno de los territorios más afectados por la llegada de pateras e inmigrantes ilegales. «Esto incrementan la inseguridad y los problemas de convivencia en muchos municipios. Exigimos la persecución de las mafias de tráfico de seres humanos, la expulsión inmediata de inmigrantes ilegales y una mayor implicación en la protección de la frontera sur de Europa», manifiestan desde el partido ultra.

Su otra gran bandera en esta cita electoral es la derogación del Pacto Verde Europeo y combatir la Agenda 2030. En este sentido, en Vox señalan que «el consenso ecologista radical es nefasto para la agricultura en la provincia de Alicante» y consideran que está limitando el crecimiento agrícola y turístico debido a la falta de agua y afectando a un sector productivo que da trabajo a miles de alicantinos. La defensa del entorno pesquero también aparece en su discurso de campaña. «Siempre es el gran damnificado por los burócratas europeos, que miran hacia otro lado cuando otros países pescan en las mismas aguas», indican los de Abascal. 

Su argumentario recoge otros puntos que ya no se ciñen exclusivamente al territorio alicantino, como los que señalan la búsqueda de una mayor soberanía nacional ante los lobbies extranjeros, la protección del producto nacional frente a la «competencia extranjera» y el impulso de una Política Agraria Común «con menos ideología».